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» Diario Cordoba
Fecha: 20/10/2025 14:16
En la madrugada del próximo sábado al domingo se producirá en España el cambio horario, que se traducirá en el retraso de una hora en los relojes. Por este motivo, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha propuesto acabar con el cambio de hora estacional en 2026 en toda la Unión Europea por su "impacto sobre la salud y por la escasa evidencia científica sobre el ahorro energético". Esta propuesta cuenta con el apoyo de la Sociedad Española de Sueño (SES), que "quiere aprovechar la ocasión para recordar su posicionamiento oficial al respecto que, en base a la evidencia científica existente, aconseja que éste sea el último cambio horario y que a partir del mismo se mantenga de forma permanente el horario de invierno (GT+1)". Según explica la SES en su posicionamiento, el horario de invierno promueve un ritmo biológico más estable que el del verano, algo que contribuye a mejorar el rendimiento intelectual y ayuda a disminuir la aparición de enfermedades como las cardiovasculares, la obesidad, el insomnio y la depresión. El horario de invierno, por tanto, inciden los expertos, sería el más beneficioso para la población, especialmente para los grupos más sensibles a los cambios de horario y a padecer trastornos del sueño y de la salud como son los niños y las personas de edad avanzada. En España cambiamos la hora dos veces en el año, en marzo y en octubre / EPE Según estudios elaborados en la Universidad de Murcia, el horario de invierno en España es el que permite una mayor sincronía entre la salida del sol y el inicio de la jornada laboral y escolar; y el que propicia tener una mayor exposición a la luz solar durante esa jornada. El horario de invierno, por tanto, recalcan desde la SES, facilita tener más horas de sueño y un despertar más natural que coincide con el amanecer. En contraposición, si el horario establecido de forma permanente fuese el de verano (GT+2), explican en el posicionamiento, "nos encontraríamos con que en algunas ciudades españolas el amanecer no se produciría antes de las 9.30 horas durante el invierno, mientras que en verano el anochecer no llegaría hasta las 22:00 horas". Según los especialistas en sueño, esta desincronización entre la luz y la hora, que ya se produce en los meses de verano, provoca que las personas tengan tendencia a acostarse más tarde por la noche y a despertarse más tarde por la mañana. Un desajuste que provoca que se tienda a dormir menos tiempo los días laborables y a dormir más los festivos, en una situación que, según la SES, puede favorecer un bajo rendimiento laboral y escolar y, de forma crónica, facilitar la aparición de enfermedades asociadas a la falta y a la mala calidad del sueño. Las consecuencias del cambio horario en la salud Aunque el cambio solo sea de una hora, éste altera el tiempo de exposición al sol durante el día y desequilibra al reloj interno, que tarda varios días en reajustarse, algo que provoca que no sea infrecuente que durante los primeros días después del cambio de hora algunas personas refieran irritabilidad, falta de concentración, bajo rendimiento laboral e insomnio. Pero sus consecuencias podrían ir incluso un poco más allá, ya que un estudio reciente, de hecho, ha vinculado el cambio horario con un incremento de la incidencia de obesidad y de ataques cerebrovasculares. Por ello, desde la SES se aboga por que este sea el último cambio horario y porque se promueva una mayor exposición a la luz natural cuando la mayoría de las personas están trabajando o aprendiendo en la escuela. Es decir, lo que ocurre durante el horario de invierno. Llega el horario de invierno: ¿Qué hacer para reducir los efectos del cambio de hora? / Freepik Dormir adecuadamente las horas necesarias y mantener un ritmo regular del ciclo sueño-vigilia es uno de los pilares fundamentales de la salud. No en vano, un sueño insuficiente, desorganizado y de mala calidad, favorece la aparición de enfermedades tan frecuentes, graves y con tan alto impacto social y económico como el cáncer, la enfermedad de Alzheimer, la hipertensión arterial, la obesidad, la diabetes, el infarto de corazón, el ictus, la depresión y la ansiedad. ¿Qué pasaría si se mantuviera el horario de invierno todo el año? Vivir siempre en el horario de verano supondría ir dos horas por delante del sol todo el año. Así, de marzo a octubre amanecería entre las 6:30h y las 7:00h y anochecería entre las 21:30h y las 22:00h, lo mismo que ocurre ahora. Sin embargo, en invierno amanecería entre las 9:00h y las 9:30h y anochecería entre las 18:30h y las 19:00h. Por el contrario, mantener siempre el horario de invierno no implicaría cambios en los meses de octubre a marzo respecto a la situación actual. En verano —de marzo a octubre—, en cambio, amanecería entre las 5:30h y las 6:00h y anochecería entre las 20:30h y las 21:00h.
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