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» Tu corrientes
Fecha: 19/10/2025 18:07
La familia de Nora Dalmasso, violada y asesinada en noviembre de 2006, esperaba al menos un juicio por la verdad. Facundo Macarrón tenía 19 años cuando violaron y mataron a su mamá, Nora Dalmasso (51), en su casa de Villa Golf, Río Cuarto, Córdoba. Por entonces, noviembre de 2006, parecía un chico tímido, de mirada tierna y expresión de espanto que había quedado enredado en una maraña de dolor y locura. Hoy, casi exactamente 19 años después, es un hombre que ha viajado por el mundo como miembro del servicio exterior argentino y habla con una claridad y aplomo envidiables. Pese a todo lo que le tocó pasar - incluyendo 5 años y medio de estar acusado de matar a su madre en medio de una relación incestuosa- aún conserva una intensa ternura en la mirada, en esos ojos tan parecidos a los de Nora. Facundo es amable, educado, inteligente, se lo adivina sensible. Aceptó dar una entrevista con Clarín porque además de extrañar, reivindicar y recordar a su madre quiere que se haga Justicia, que su asesino sea condenado y vaya a la cárcel. Y las cosas no marchan bien en ese sentido. Hace apenas unos días, la Cámara de Apelaciones de Río Cuarto sobreseyó al parquetista Roberto Barzola (45), implicado directamente en el femicidio: se encontró su ADN en la bata con la que ahorcaron a Dalmasso y en un vello púbico masculino secuestrado en la escena sobre el cuerpo de la mujer. Los jueces lo sobreseyeron por el simple paso del tiempo: a Barzola se le tomó muestra de ADN recién en 2022 --tras la absolución del viudo Marcelo Macarrón (66)-- cuando la causa ya estaba prescripta. La familia lo había pedido en 2007 y el FBI lo aconsejo directamente en 2010. Pero los fiscales nunca les hicieron caso. Con el sobreseimiento, la Cámara les dio un golpe casi mortal a los Macarrón y lo hizo en una resolución de menos de 20 páginas, como quien se saca una cuestión molesta de encima. Para Facundo no es casualidad que todavía no haya avanzado el jury contra los tres primeros fiscales del caso. Los jueces ni siquiera abrieron la posibilidad de un juicio por la verdad, en el que se declara responsable al acusado pero no se le puede imponer una pena. "Yo creo que, como sociedad, nos debemos un debate muy importante respecto de la prescripción. Con este tipo de leyes podés matar, esconderte 15 años y aparecer y reírte en la cara de la Justicia frente a toda la sociedad. Total, no pueden hacer nada", dice Facundo sentado en el living de su departamento en Palermo. "Barzola tuvo la suerte de que la Justicia nunca se fijó en él y siempre pensó que iba a zafar, como esta zafando, pese a las pruebas en su contra", reflexiona Facundo. -¿Te referís a las pruebas de ADN? -Sí, estamos hablando del cinto de la bata con el que ahorcaron a mi mamá. Del arma homicida. Se analizaron 12 partes y en ocho está el ADN de él. Estamos hablando de un vello púbico en la ingle. Estamos hablando de una persona que se sitúa en la escena del crimen en el horario del crimen. No tenía que ir a trabajar a la casa. Y fue ese día. Estamos hablando de una discusión previa. -¿Cómo fue esa discusión? -Mamá había discutido con Barzola porque dejó las puertas abiertas y cuando pulieron se ensució toda la casa. Mi mamá era muy directa, de un carácter muy fuerte. Cuando mi papá estaba por viajar a Uruguay le dijo (yo sé que lo hizo de manera fea y prejuiciosa): "No me dejes sola con estos negros". Es horrible, pero lo dijo porque se sentía insegura. Algo había... algo pasaba. Y en lugar de investigar lo básico, una casa que estaba en obras y llena de personas extrañas, los fiscales se fueron para cualquier lado. -¿Por qué creés que la Cámara ahora cerró todo de plano? -Siempre hubo facilismo en la causa, siempre se buscó resolverlo por la vía más simple o la cual dictaba el clamor social en su momento: "Tenía que ser alguien del poder", "Tenía que ser alguien poderoso", "La familia tiene algo raro". Y después de que se equivocaron tanto, fueron ellos mismos, dentro de la Justicia, los que se empezaron a proteger. Ahí está el verdadero poder del que hablan. Hay un sector del Poder Judicial que se protege a sí mismo constantemente. Para no reconocer la mala praxis judicial, lo que hacen es ampararse entre ellos. -¿Cómo lo tomó tu familia? -Fue un golpe duro que no analizaran nada, que lo hicieran así nomás. Nos dejó noqueados. Te juro que dos o tres días estuvimos destruidos con mi hermana Valentina (35). Mi papá no sabía qué hacer porque no nos esperábamos esto, no nos esperábamos que nos quitaran hasta la esperanza de tener un juicio por la verdad. Entendemos que está la ley, entendemos que está la prescripción, que hay un debate público que podemos tener al respecto. Pero, eh, nunca esperamos que hasta nos quitaran la última esperanza. -¿Se conformarían con un juicio por la verdad? -Nuestra idea es seguir luchando, aún hay luz al final del túnel. Hay suficientes pruebas para un juicio penal, con una condena de cárcel. -¿Por qué crees que se apuntó siempre a la familia? -Yo creo que lo que buscaban era tener un culpable, sin importar si fuera realmente culpable o inocente. Y también se creó cierto show alrededor del crimen. Fue como una telenovela. Un reality show. Mientras más descabellada fuera la hipótesis, mejor era lo que consumía la gente. No se trataba de un crimen a investigar como se debe, sino que era algo para consumo de los medios y los mismos fiscales. En lugar de abstraerse de eso y ejercer su labor como deberían haberlo hecho, se dejaron llevar por que era lo más vendible mediáticamente. -Eso luego de fracasar deteniendo al albañil... -Creo que fue determinante que en su momento se detuviera al albañil Gastón Zárate y la gente se manifestara diciendo que era un perejil. A partir de ahí a nosotros se nos impuso, desde los medios, desde la sociedad, incluso desde la política, la prohibición de pensar que podía ser un obrero porque los obreros eran indefensos, eran perejiles y demás. Y ahí se desvió todo. Yo creo que a partir de ahí los fiscales no se animaron a ir contra un obrero más, por más que hubiera elementos, porque era prejuicioso, porque era políticamente incorrecto y demás. -Un error fatal... -Y lo grave es con esta última sentencia de Cámara es cómo la Justicia está avalando que, frente a una mujer que tiene carácter, que es empoderada, un hombre la puede violar y matar. Por eso es gravísimo. Estamos hablando de una de una provincia que acaba de tener un doble femicidio tremendo. Estamos hablando de una provincia donde hay muchos femicidios. Facundo siente que hay mucho aún por qué pelear y que no está todo dicho en la Justicia. Cada mañana reconoce a su madre en pequeñas rutinas suyas, como la manera de prepararse el mate o de arreglarse para ir al trabajo. Su mamá, violada y asesinada hace 19 años está ahí, presente, en su mejor versión. Pero las heridas fueron hechas y eso tampoco se olvida: "Nunca pude ser un joven feliz porque siempre tuve la marca de lo que pasó. No tuve una juventud normal, obviamente. No, no puedo relacionarme de manera normal. Saber que esa misma gente que te está sonriendo fue la que comentó 'Yo no estuve con Norita', te marca para toda la vida". Fuente: Clarin
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