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Parana » ViaParana
Fecha: 18/10/2025 10:13
Entre la posibilidad de una reconfiguración general del Gobierno después de las elecciones, la necesidad de abrir el juego a aliados para tomar el control del Congreso y las críticas opositoras acumuladas a lo largo de dos años, Martín Menem enfrenta un escenario complicado para retener la presidencia de la Cámara de Diputados. El riojano no la tiene nada fácil e intenta reconstruir lazos para asegurarse su reelección. El presidente de la Cámara se elige en una votación por mayoría simple en los primeros diez días de diciembre, en la sesión preparatoria donde juran los diputados electos y se votan autoridades. Es decir que, después de las elecciones, La Libertad Avanza tendrá poco más de un mes para resolver el entuerto según el resultado que obtenga en las urnas. Una decisión que, según afirman cerca de Menem, solo está en manos de Javier y Karina Milei. Ya sea por las sospechas de corrupción que involucran a familiares y socios, como por críticas a sus manejos parlamentarios, Menem supo quedar contra las cuerdas. Sin embargo, las versiones de un recambio en Diputados tomaron otro color ahora que el Gobierno estudia, de la mano del asesor Santiago Caputo, una renovación del Gabinete para encaminar los próximos dos años. En el entorno de Menem relativizan la cuestión. “El equipo va a ser el mismo. Dar mayor gobernabilidad en el Gabinete no implica que cambie la presidencia de la Cámara. Los acuerdos van a estar. De hecho, Mauricio Macri acaba de hacer un guiño para votar el Presupuesto con los nuevos integrantes de la Cámara”, señalan en alusión al tuit que el expresidente publicó este jueves. Tal como sostuvo Macri en ese mensaje, La Libertad Avanza tiene la necesidad de abrir el juego a aliados para poder tomar el control del Congreso y avanzar, de una vez por todas, con las reformas de fondo. Ahí es donde vuelven a subir las acciones del jefe del bloque PRO, Cristian Ritondo, diputado de indiscutible cintura política y uno de los armadores de la lista bonaerense. También reaparecen nombres siempre en danza como los de los peronistas Miguel Pichetto y Juan Schiaretti. En el PRO le bajan el tono a las versiones y niegan que la asunción de Ritondo sea una condición. “De ninguna manera estamos condicionando nuestro apoyo a este rumbo por eso”, aclaró a La Voz una fuente cercana a Ritondo y metida de lleno en la campaña en provincia de Buenos Aires. “(La presidencia de la Cámara) es algo que primero debe definir La Libertad Avanza”, agregó. Desde el PRO aseguran que aún no existieron conversaciones sobre el tema, ni tampoco para definir el formato de actuación en el Congreso. De hecho, desestiman una fusión con los libertarios como la que se dio en la lista de candidatos bonaerenses: creen que no se conformará un interbloque, ni mucho menos un bloque único, sino que actuarán como bloques separados. Aunque no está dicha la última palabra. Críticas opositoras y un intento de recomponer “Esta gestión de la Cámara no va más, está agotada hace meses”. El enojo brotó esta semana de un importante diputado de Unión por la Patria, pero se extiende también a otros referentes de la oposición no kirchnerista que hace casi dos años acumulan broncas contra Menem por sus manejos parlamentarios y políticos. El malestar con Menem se remonta a poco después de su asunción en diciembre de 2023, cuando según el kirchnerismo violó el acuerdo para la distribución de lugares en las comisiones. Pero hay dos hechos mucho más frescos, vinculados a la última sesión de Diputados. Uno es la demora de Menem en girar al Senado la nueva Ley de DNU, que fue devuelta con cambios. El expediente aún no fue enviado a la Cámara alta y por eso la oposición todavía no pudo activar el debate. En Diputados aducen que la sesión, que terminó de madrugada, “fue un caos” y se acumuló trabajo, pero fuentes experimentadas de la oposición explican que “el giro es político, no administrativo” y que “cuando quieren, giran las leyes en el mismo día”. Otro cuestionamiento que recae sobre Menem es que a último momento exigió mayoría especial (129 votos) para aprobar la ley de coparticipación del impuesto a los Combustibles, impulsada por los gobernadores. En el Senado no se exigió esa mayoría, sino solamente la mitad más uno de los presentes. Se lo advirtieron al riojano en el recinto, pero hizo caso omiso. También le achacan a Menem falta de firmeza para controlar la violencia en el recinto, y la falta de “diálogo interbloques” que hace que muchas veces lleguen al recinto sin un Plan de Labor aprobado. Esto genera un desgaste porque obliga a destinar las primeras horas de la sesión a ordenar los debates. Menem no desconoce los cuestionamientos y se mueve para desactivarlos. Sin ir más lejos, el día que Milei brindó un show en el Movistar Arena, el riojano convocó a una reunión privada, en su despacho del primer piso del Palacio, a Emilio Monzó, expresidente de la Cámara y uno de los legisladores que entre el año pasado y este dejaron de acompañar al Gobierno. Cuentan que Menem citó a Monzó para “pedirle que lo apoye en la reelección”, pero el diputado de Encuentro Federal le volvió a reclamar que “deje de obstruir” su designación en la Auditoría General de la Nación (AGN) en uno de los tres lugares vacantes en nombre de Diputados. El nombramiento de auditores se trabó el año pasado por la falta de acuerdos entre los distintos bloques. El planteo sobre la AGN también había llegado a oídos de Menem de parte de Nicolás Massot, con quien el oficialista se contactó después de meses sin hablarse. Ante los reclamos, el titular de la Cámara Baja se mostró dispuesto a considerarlo. Monzó (que es candidato a renovar su banca pero no tiene garantizado lograrlo) presiona para que haya una definición antes del recambio legislativo.
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