18/10/2025 04:57
18/10/2025 04:57
18/10/2025 04:57
18/10/2025 04:56
18/10/2025 04:56
18/10/2025 04:56
18/10/2025 04:56
18/10/2025 04:56
18/10/2025 04:55
18/10/2025 04:55
Buenos Aires » Infobae
Fecha: 18/10/2025 00:35
Jackie, la langosta calicó única en 30 millones, asombra a científicos en Massachusetts (Northeastern University) El descubrimiento de Jackie, una langosta calicó extraordinariamente rara, ha causado asombro entre biólogos marinos y amantes de la fauna marina. Esta llamativa hembra, caracterizada por su caparazón naranja intenso adornado con pecas negras y articulaciones azules, fue capturada recientemente en la costa de Massachusetts y ahora reside en el Centro de Ciencias Marinas de la Universidad Northeastern, en Nahant, a pocos kilómetros del puerto de Boston. El hallazgo fue reportado por el pescador Mike Tufts, quien envió una fotografía del crustáceo a Sierra Muñoz, coordinadora de divulgación en el centro universitario. Al ver la imagen, Muñoz reconoció inmediatamente el valor científico y educativo del ejemplar y accedió a recibirla en las instalaciones. Jackie, cuyo nombre proviene de “Jack-O’-Lantern” —por su aspecto propio de una calabaza de Halloween—, se ha convertido en una estrella local por su inusual apariencia que, según estimaciones de la universidad, puede encontrarse, aproximadamente, en una en 30 millones. Este dato la posiciona entre las variedades más inusuales de su especie, incluso más que la conocida langosta azul, cuya frecuencia estimada es de una entre dos millones. La magnitud estadística de estos hallazgos pone en perspectiva el golpe de suerte que supone encontrar un ejemplar así en las redes de pesca. No es la primera vez que este centro recibe ejemplares excepcionales gracias a la colaboración con pescadores. Este mismo año ingresó Neptuno, una langosta azul intensa, otro caso infrecuente. Estos animales suelen ser donados al centro antes de que se destinen al consumo, lo que permite que la comunidad pueda conocerlos y que los científicos investiguen fenómenos aún bajo estudio. El caparazón naranja brillante y las pecas negras distinguen a Jackie entre las langostas americanas (Northeastern University) Si bien las langostas americanas (Homarus americanus) presentan normalmente un color marrón apagado —con matices verdes o azulados muy discretos—, existen desviaciones como Jackie y Neptuno, que deben su aspecto a alteraciones genéticas y bioquímicas. El colorido de Jackie es el resultado de una compleja combinación de pigmentos y proteínas. El pigmento dominante en su caparazón es la astaxantina, que en casos comunes se mezcla con otras sustancias para producir el tono habitual marrón moteado y de camuflaje. En su caso, la disposición y mezcla de pigmentos generó zonas anaranjadas vivas con pecas negras. Además, sus articulaciones azules se deben a la presencia de crustacianina, una proteína asociada con algunos de los tonos más difíciles de observar en la naturaleza. Neptuno, por su parte, presenta una concentración extra de esta proteína, lo que le otorga una pigmentación azul uniforme. Aunque el color de las langostas tiene un importante componente genético, la herencia de estos tonos extraordinarios no está claramente comprendida. Muñoz explica que aún no se sabe con certeza si una langosta calicó puede producir descendientes del mismo color; la genética y otros factores ambientales, junto a una muestra demasiado escasa de ejemplares, hacen que los científicos no puedan establecer probabilidades sólidas. Todo indica que se necesitaría observar muchos más casos para poder sacar conclusiones firmes. La probabilidad de encontrar una langosta calicó como Jackie es de una en 30 millones (Northeastern University) El caso de Jackie no es aislado, aunque su peculiaridad la hace sobresalir. En 2021, trabajadores de un restaurante en Virginia encontraron una langosta moteada similar en un cargamento destinado al consumo y la apodaron Freckles antes de entregarla al Museo Viviente de Virginia. Lamentablemente, ese ejemplar falleció al cabo de un año en cautiverio. Más reciente fue el hallazgo de una “langosta de algodón de azúcar”, de color azul púrpura, capturada frente a New Castle, New Hampshire, cuya probabilidad de aparición era aún menor: una en cien millones. Ese animal terminó en el Seacoast Science Center, también en New Hampshire. A pesar de sus diferencias visibles, Jackie comparte con otras langostas americanas características anatómicas como dos grandes pinzas, ocho patas para caminar y cuatro antenas frontales para detectar su entorno. Una vez en el Centro de Ciencias Marinas, se la instaló en una pecera separada, siguiendo la tendencia territorial y solitaria de la especie. Cada tanque cuenta también con otros animales marinos, como caracoles lunares y lenguados de invierno. Neptuno, el otro residente notable del centro, ha participado incluso en actividades escolares, visitando aulas en un estuche de viaje especial como parte del programa educativo. Jackie y Neptuno representan solo una muestra de la diversidad de Homarus americanus, una de las dos especies de langosta presentes en Estados Unidos. La otra, la langosta espinosa del Caribe (Panulirus argus), se distingue por la presencia de “cuernos” sobre los ojos y por sus hábitos en aguas más cálidas de Florida y el sur de California. Las langostas americanas, en cambio, prefieren ambientes fríos en la costa noreste, desde Massachusetts hasta Maine y Rhode Island.
Ver noticia original