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» Diario Cordoba
Fecha: 17/10/2025 21:42
La sede de la Fundación para el Desarrollo de los Pueblos de Andalucía (Fudepa) en Córdoba acogió este viernes un acto en homenaje a los sindicalistas represaliados durante la Guerra Civil y la dictadura franquista. La actividad se enmarca dentro del aniversario de los cincuenta años de la muerte de Franco y contó con la presencia de la vicepresidenta del Gobierno, María Jesús Montero. Durante el evento se reivindicó la necesidad de mantener un ejercicio constante de memoria y de no dar la democracia por sentada, especialmente frente al “auge de los partidos de ultraderecha”. Montero también lanzó un mensaje directo a los jóvenes: “Con la ultraderecha no se juega”. En el acto se reconoció y homenajeó a los familiares de los sindicalistas torturados o asesinados entre 1933 y 1975. Óscar Martínez los definió como personas “clave” durante este periodo oscuro de la historia de España, cuyo sacrificio permitió alcanzar “la democracia por la que lucharon”. Martínez calificó el acto como “humilde, pero profundo” y aseguró que servía para “dar voz a aquellos compañeros que ya no están”. “La memoria histórica es pasado, presente y futuro”, recalcó en un discurso que recordó a aquella frase del escritor Rafael Chirbes en la que apuntaba que “la libertad no se hereda, se conquista cada día; y quienes la olvidan, están condenados a repetir la sumisión.” Óscar Martínez, durante su intervención. / Chencho Martínez Defender la democracia y las libertades El líder sindical aprovechó su intervención para reflexionar sobre la situación política actual, señalando que es necesario “defender la democracia y las libertades” a diario, especialmente frente “a las fuerzas en auge de la extrema derecha”. En este contexto, elogió la labor del Gobierno de España, al que considera “valiente” para evitar que el país “caiga en un colapso histórico” y regresen “épocas oscuras”. Mientras Martínez hablaba, Montero lo escuchaba prácticamente impertérrita, casi sin pestañear, con ambas manos delante y vestida completamente de rojo, casi abstraída. Sin embargo, cuando llegó su turno de intervenir, la vicepresidenta arrancó de forma enérgica, con su habitual tono vehemente y dicción acelerada. Montero agradeció el trabajo de UGT “en la lucha por la libertad” y definió al sindicato como un “ejemplo” de las conquistas sociales. Montero, en el acto Homenaje a las víctimas sindicalistas de la Guerra y la dictadura. / Chencho Martínez Mensaje a los jóvenes La vicepresidenta celebró que España lleva “50 años en libertad”, aunque recordó que no fue hasta 1978 cuando cayó la dictadura. En este punto, centró su discurso en la falta de “conciencia de los jóvenes sobre lo que significa la dictadura” y aprovechó para criticar al PP, que tacha al Gobierno de “ilegítimo”. “No podemos bajar la guardia nunca”, insistió, especialmente respecto a los jóvenes que no vivieron la dictadura ni la represión. “Tienen que saber lo que ocurre cuando un país pierde las libertades y la democracia”. “Escuchamos en determinados tramos de la población una frivolización con la extrema derecha. Con la extrema derecha no se juega, porque nos jugamos la vida”, afirmó. Por ello, Montero defendió la necesidad de “ser muy firmes a la hora de proteger la mayoría” y resaltó la “utilidad” de la política, que definió como la herramienta encargada de “garantizar la democracia”, la cual a su vez “protege los derechos y libertades de todos”.
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