15/10/2025 14:38
15/10/2025 14:38
15/10/2025 14:37
15/10/2025 14:37
15/10/2025 14:37
15/10/2025 14:37
15/10/2025 14:36
15/10/2025 14:36
15/10/2025 14:36
15/10/2025 14:36
» Diariopinion
Fecha: 15/10/2025 08:02
La gira presidencial de Javier Milei en Estados Unidos, que prometía cerrar con una foto triunfal en el Salón Oval junto a Donald Trump, terminó en un inesperado temblor político y financiero. Una frase del líder republicano, pronunciada ante periodistas argentinos, bastó para alterar los mercados y obligar a la Casa Rosada a un rápido operativo de control de daños. "Si un socialista o un comunista gana, te sentís diferente sobre hacer una inversión. Si (Javier Milei) pierde con un candidato de extrema izquierda, no seremos generosos con Argentina", advirtió Trump ante una pregunta de la periodista de TN Nieves Zuberbuler, en plena conferencia de prensa previa a su almuerzo con el mandatario argentino. La respuesta cayó como una bomba en la comitiva oficial. Solo la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y el ministro de Economía, Luis Caputo, entendieron al instante el impacto de esas palabras, que rápidamente fueron reproducidas en todos los medios internacionales. El resto del equipo –entre ellos la secretaria general Karina Milei, el canciller Gerardo Werthein, el titular del Banco Central Santiago Bausilli, y el embajador Alec Oxenford– continuó escuchando al exmandatario estadounidense, sin dimensionar aún la magnitud del problema. Control de daños en tiempo récord Dos horas después, ya de regreso en Blair House, el presidente reunió a su núcleo más cercano para diseñar una estrategia de contención. Para entonces, los mercados habían reaccionado con caídas abruptas y la incertidumbre se había extendido de Buenos Aires a Wall Street. Milei decidió publicar un mensaje conciliador en X (ex Twitter), interpretando las palabras de Trump en clave política: "El apoyo que Usted y su gran país nos ha dado es de vital importancia para la continuidad del largo camino de reformas que hemos emprendido. Los argentinos saben que la principal potencia del mundo continuará apoyándonos salvo que volvamos a abrazar al populismo". La jugada buscó alinear el mensaje con el discurso libertario: si Milei pierde, vuelve el populismo; si gana, continúa la asistencia de Washington. El intento de rectificación El canciller Werthein y el ministro Caputo activaron sus contactos para moderar el efecto de las declaraciones. Caputo logró que el secretario del Tesoro, Scott Bessent, emitiera un mensaje tranquilizador, mientras Werthein insistió para que el propio Trump publicara una aclaración en su red social, Truth Social. El expresidente finalmente lo hizo, reforzando su respaldo a Milei: "Gran reunión hoy con Javier Milei. Está haciendo lo correcto por su país. Espero que el pueblo de Argentina comprenda el buen trabajo que está realizando y apoye su gestión en las próximas elecciones. Javier Milei cuenta con mi respaldo total y absoluto. ¡Hagamos Argentina grande otra vez!" Frente a los periodistas apostados en Washington, Caputo se esforzó por minimizar la crisis: "Obviamente fue una mala interpretación del mercado o del periodismo, entendible, no cuestiono eso, pero no es lo que dijo el presidente", sostuvo. Una visita con sabor amargo La gira que debía consolidar el liderazgo internacional de Javier Milei terminó dejando dudas sobre la prudencia política del viaje y los costos de la exposición mediática. Pese a lograr la ansiada foto con Trump, el episodio dejó una enseñanza clara: la política internacional no siempre se maneja como un show. Trump sigue apostando al presidente argentino, pero su respaldo quedó condicionado. Esperará el resultado del 26 de octubre para decidir si su apoyo futuro será en efectivo o solo simbólico. En la Casa Rosada, mientras tanto, el mensaje de la Casa Blanca fue tan elocuente como preocupante: el crédito político y financiero de Milei en Washington depende ahora de las urnas argentinas.
Ver noticia original