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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 12/10/2025 20:30
Vida cotidiana, Inteligencia Artificial, IA, transporte, comunicación, hogar inteligente, educación, entretenimiento, interacción digital, asistentes virtuales - VisualesIA El surgimiento de la inteligencia artificial (IA) en el ámbito laboral está impulsando transformaciones profundas en todo el mundo. Según el AI for Good Lab de Microsoft, más del 15% de la población activa mundial utiliza herramientas de IA. Plataformas como Google, Meta y Anthropic reportan cifras similares de adopción masiva. La velocidad de adopción de la IA, desde el lanzamiento de ChatGPT a fines de 2022, ha superado en velocidad la de tecnologías históricas como la electricidad e incluso la de internet, y está redefiniendo la relación entre humanos y sistemas algorítmicos y, por supuesto, el mundo del trabajo. Según Marcos Argenti, Director de Tecnología (Chief Information Officer) de Goldman Sachs, la llegada de agentes autónomos capaces de realizar tareas antes reservadas a los humanos obliga a repensar no solo el modo de trabajar, sino también los roles, habilidades y estrategias de los profesionales. Fuerza laboral híbrida, juicio amplificado “En esta nueva fuerza laboral híbrida, donde el juicio humano se ve amplificado por colaboradores de inteligencia artificial, es necesario un cambio fundamental en nuestras mentalidades, habilidades y estrategias”, escribió Argenti en una nota publicada en la revista Time y distribuida en el más reciente BriefinGS semanal del banco de inversión. La clave, dice, es asumir a la IA como aliada, no como amenaza, y desarrollar una mentalidad organizativa para aprovechar su colaboración. A continuación, las siete recomendaciones del experto para sacar el máximo provecho de la IA. 1-Pasar de la ejecución al liderazgo: dirigir equipos híbridos La irrupción de la IA exige un giro en la percepción del propio rol profesional. El éxito ya no radica en realizar tareas por cuenta propia, sino en saber coordinar y dirigir tanto equipos humanos como sistemas inteligentes. En palabras de Argenti, “el cambio más profundo que exige la transición hacia agentes de IA es dejar de ser alguien que hace para convertirse en alguien que dirige a otros, incluido uno mismo. De lo contrario, alerta, existe el peligro de que la IA se vuelva ”una caja negra que produce resultados por los que nadie se siente plenamente responsable”. El cambio más profundo que exige la transición hacia agentes de IA es dejar de ser alguien que hace para convertirse en alguien que dirige a otros, incluido uno mismo Esta transición obliga a que los líderes extiendan su sentido de la responsabilidad más allá de las actividades personales y asuman como propia la supervisión de todo el proceso, incluyendo las acciones delegadas a la IA. Así como se guía a un nuevo integrante humano en el equipo, ahora se requiere orientar y supervisar a los agentes inteligentes, definiendo objetivos claros y verificando sus contribuciones en cada proyecto. 2-Reconocer la IA como socio creativo Para aprovechar plenamente el potencial de la inteligencia artificial, Argenti recomienda dejar de verla como una simple herramienta de ejecución. La IA puede aportar valor como un colaborador intelectual que participa en la generación de ideas, el cuestionamiento de supuestos y la mejora de modelos mentales. “Hay que considerar la IA no solo como una herramienta para ejecutar tareas, sino como un verdadero socio intelectual, un colaborador capaz de desafiar supuestos, ayudar a idear soluciones nuevas y afinar nuestro modelo mental”, explica el especialista. Su propuesta se basa en la convicción de que la innovación disruptiva surge de preguntas nuevas, no de respuestas predecibles. Por eso destaca: “No se trata de pedirle creatividad a la IA, sino de usar nuestra propia curiosidad para proponer preguntas provocativas y poco obvias que obliguen a la IA a recorrer su base de conocimientos de maneras inéditas, revelando conexiones inesperadas y generando nuevas posibilidades”. Así, el verdadero potencial emerge cuando el usuario humano estimula al sistema con interrogantes originales. 3-Mantener la curiosidad y la actualización constante En un entorno donde la tecnología evoluciona semanalmente, la capacidad de aprender y reinventarse se convierte en un requisito central para cualquier profesional. El responsable de tecnología de Goldman Sachs advierte que los conocimientos técnicos y las destrezas puntuales pierden su vigencia rápidamente, por lo que la formación continua deja de ser una opción para convertirse en una necesidad ineludible. Argenti argumenta que enfocarse únicamente en las características de cada tecnología puede llevar a una obsolescencia rápida. Lo fundamental es desarrollar competencias críticas y un enfoque que priorice el propósito. Según él, “las habilidades más duraderas y valiosas no son el ‘qué’, sino el ‘por qué’: la capacidad de evaluar críticamente las nuevas tecnologías en función de la tarea a realizar, de partir de las necesidades del cliente y de renovar los procesos de manera constante”. Llas habilidades más duraderas y valiosas no son el ‘qué’, sino el ‘por qué’: la capacidad de evaluar críticamente las nuevas tecnologías en función de la tarea a realizar Este enfoque promueve una cultura orientada a la mejora permanente. Así, la inteligencia artificial se incorpora a los procesos como una oportunidad para acelerar el aprendizaje y la adaptación, no como un obstáculo ante el que resignarse. Alfabetizar, organizar, delegar 4-Desarrollar alfabetización en IA y procesos estructurados para delegar Argenti enfatiza la importancia de saber delegar tareas a la IA de forma efectiva, lo que implica tanto habilidades comunicativas como organizativas. La claridad en la instrucción y la estructura del trabajo determinan la calidad de la colaboración con sistemas inteligentes. El directivo de Goldman Sachs sostiene que, para lograr resultados óptimos, “los mejores formuladores de instrucciones serán quienes sean los mejores comunicadores: claros, contextuales y considerados”. Además, recomienda diseñar el trabajo propio para que resulte accesible y manejable por sistemas automatizados. Documentación ordenada, códigos limpios y flujos de tareas bien estructurados permiten que la IA sume valor real. Un entorno desorganizado reduce el alcance de las acciones del agente digital y limita la posibilidad de delegar con eficacia. 5-Seleccionar y orquestar un repertorio de herramientas Para sobresalir en la economía digital, Argenti sugiere que los usuarios sean capaces de combinar diferentes soluciones tecnológicas según los desafíos puntuales que enfrenten. La especialización de los sistemas lleva a que no exista una herramienta única dominante, sino una serie de agentes enfocados en áreas específicas, como el análisis de datos, la programación o la generación de contenido. El Chief Information Officer de Goldman Sachs destaca: “El trabajo más valioso provendrá de la capacidad de coordinar flujos de trabajo compuestos por múltiples agentes y modelos, sintetizando las respuestas de herramientas especializadas para formar un conjunto coherente y superior”. La habilidad para integrar las aportaciones de distintos sistemas y conformar resultados complejos será un diferencial competitivo. 6-Confiar, pero verificar El despliegue de la inteligencia artificial debe acompañarse siempre de una actitud vigilante respecto a la fiabilidad y relevancia de sus resultados. Argenti advierte que, aunque la IA puede potenciar la productividad, aún requiere supervisión humana, sobre todo en contextos críticos donde los errores pueden tener consecuencias significativas. La IA no reemplaza la experiencia, la exige. La verificación es una habilidad activa y cognitiva, que exige preguntarse siempre: ¿esto tiene sentido?, ¿cuáles son los casos límite?, ¿qué supuestos está haciendo la IA? Para el directivo, “la IA no reemplaza la experiencia, la exige. La verificación es una habilidad activa y cognitiva, que exige preguntarse siempre: ¿esto tiene sentido?, ¿cuáles son los casos límite?, ¿qué supuestos está haciendo la IA?”. Ser el responsable último de los resultados implica revisar, probar y asumir la plena responsabilidad sobre los productos derivados del trabajo conjunto con sistemas inteligentes. La verificación de resultados es parte del proceso de trabajo "en equipo" con la IA Este principio es especialmente relevante en áreas como las finanzas, la salud o la gestión pública, donde la confianza y la precisión de los resultados son innegociables. Gestionar estos riesgos obliga a los profesionales a potenciar su formación y sentido crítico frente a la automatización. 7-Convertir la IA en una ventaja competitiva centrada en las personas El uso correcto de la inteligencia artificial permite al equipo humano redirigir su energía a tareas de mayor valor estratégico, delegando en algoritmos los procesos rutinarios y repetitivos. De esta forma, la innovación y el pensamiento crítico adquieren un peso mayor dentro de los equipos. El líder tecnológico de Goldman Sachs lo resume así: “En última instancia, este cambio no es una historia sobre tecnología, sino sobre humanidad. Al automatizar el ‘cómo’, la IA libera nuestros talentos más valiosos y exclusivos para centrarse en el ‘por qué’. Amplifica el valor de nuestro juicio, nuestro conocimiento de negocios y nuestro trabajo guiado por el propósito”. La visión de Argenti rechaza el miedo a una eventual sustitución del trabajador humano por máquinas autónomas. Bajo su perspectiva, el nuevo paradigma fortalece la relevancia de las competencias humanas y reposiciona la tecnología como aliada para la creatividad, la intuición y el liderazgo ético. A lo largo de su análisis, Goldman Sachs afirma que la adaptación a la IA define el futuro del trabajo, y que las organizaciones dispuestas a transformar sus estructuras y capacidades serán las que destaquen dentro de un mercado cada vez más competitivo. La responsabilidad de aprovechar esta oportunidad recae tanto en individuos como en empresas, aumentando la exigencia sobre la formación, la ética y la visión a largo plazo.
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