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  • La dueña de Lácteos Vidal criticó a la Justicia por no desaforar a los delegados que bloquearon su empresa

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 10/10/2025 18:35

    Alejandra Bada Vázquez, dueña de Lácteos Vidal Alejandra Bada Vázquez, dueña de Lácteos Vidal, sigue apuntándole a la Justicia por el largo conflicto que mantiene con la Asociación de Trabajadores de la Industria Láctea (ATILRA) desde que bloquearon su pyme durante casi dos meses en 2022 por haberse negado a recategorizar a algunos empleados. Ahora, denunció que Marcelo Yedro, uno de los dirigentes que protagonizó el bloqueo y es delegado en su empresa, fue reelegido como vocal en ATILRA, lo que significa que, gracias a los fueros sindicales, seguirá cobrando su sueldo sin trabajar y sin poder ser despedido hasta 2031. “Le pedí al juez que lo libere de prestar tareas y que le sigo pagando el sueldo porque no lo quiero adentro de la empresa -explicó a Infobae-. No sólo yo: los mismos empleados que siguen trabajando me dicen que no quieren convivir con estos violentos que fueron imputados en causas penales”. Sin embargo, señaló Bada Vázquez, el pedido al Juzgado Nacional de Primera Instancia del Trabajo N° 69, a cargo de Ignacio Ramonet, sigue sin respuesta y la espera judicial, aseguró, no hizo más que agravar el problema. “Ya van tres años y el juez no resuelve”, se quejó. Dirigentes de ATILRA durante el bloqueo a Lácteos Vidal, en 2022 Desde el conflicto desatado en 2022, Bada Vázquez enfrenta un conflicto judicial que la obliga, por la vigencia de los fueros sindicales prevista en la ley, a mantener como empleados a delegados del gremio que participaron del prolongado bloqueo sufrido por Lácteos Vidal. El caso de esta pyme de la localidad de Moctezuma, partido de Carlos Casares, es un símbolo del debate sobre los fueros sindicales, las leyes laborales y la actitud complaciente de la justicia. Y expone a Bada Vázquez una situación que califica como “una injusticia tremenda”: “No puede estar un juez más de tres años haciéndome pagar el sueldo a quienes mis empleados no sienten que los representen después de lo que hicieron”. En ese sentido, contó qué pasó cuando el sindicato fue Lácteos Vidal para que votaran sus empleados: “Fueron con la urna a la fábrica y ninguno salió a votar… Sólo 5 siguen con ATILRA y ninguno de los 5 participó de la votación. Les dijeron que no se sentían representados por el gremio y que no iban a participar de la votación”. Alejandra Bada Vázquez: “Yo quiero que me dejen de molestar y que haya justicia" Este conflicto genera, según Bada Vázquez, un mensaje contradictorio e inquietante por las secuelas que sufrieron ella y sus trabajadores por el bloqueo: “Muchos fueron violentados, les cortaron la medicación oncológica de la obra social, les apedrearon la casa y les tajearon los neumáticos de sus autos", relató. En el caso de la empleada que necesita medicación oncológica, Bada Vázquez detalló que “se la cortaron porque entró igual a trabajar pese al bloqueo”. La situación es tan grave que hoy no puede cambiar de obra social: “No la toman en otro lado”, explicó. “¿Dónde está el derecho de la gente a trabajar en paz, que está supuestamente amparado por la Organización Internacional del Trabajo?”, se preguntó la empresaria, que afirmó: “La justicia es cómplice”. La pyme Lácteos Vidal, en plena batalla contra el sindicato que bloqueó su empresa A medida que avanzan los meses —y los años— desde el inicio del conflicto, Bada Vázquez siente cada vez más clara la fragilidad de las pymes frente a una estructura judicial que, en lugar de ofrecer respuestas, parece eternizar los problemas laborales. “Yo quiero que me dejen de molestar -dijo-. Y que haya justicia también. Porque quiero que mis hijos se queden acá. Ya emigró mi papá. No quiero más emigrantes en la familia”. La dueña de Lácteos Vidal reconoció que siente “impotencia, angustia y frustración”, pero rehúye el papel de víctima: “Siempre tengo la esperanza de que a la larga va a haber justicia”, puntualizó. Su convicción de no bajar los brazos tiene un motivo contundente: el compromiso hacia quienes sostienen el día a día de la pyme: “Sigo adelante, sigo trabajando y, sobre todo, sigo por mis empleados fieles y por los que fueron violentados por el sindicato”.

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