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» Diario Cordoba
Fecha: 10/10/2025 14:21
El águila real u otras rapaces como el buitre tienen una envergadura impresionante, pero quedan pequeñas cuando se las compara con el águila de Haast (Hieraaetus moorei), la mayor de cuantas ha existido en este grupo de aves. Sus 3 metros de punta a punta de las alas la convertían en una gigante de los cielos hasta que fue extinguida por la acción humana en el siglo XV. Lo más impresionante de todo, sin embargo, es la fuerza con que estaba dotada, pues su alimento principal eran las moas, aves gigantes también extintas que pesaban un cuarto de tonelada. Originaria de la isla Sur de Nueva Zelanda, el águila de Haast habría desarrollado este tamaño como respuesta evolutiva a las dimensiones de las moas, que eran sus principales presas. Y es que la moas gigantes no podían volar al carecer de alas, pero medían tres metros de altura y pesaban 250 kilos. Casi un metro y medio de pico a cola De hecho, la extinción del águila de Haast fue paralela a la desaparición de las moas. La llegada de los maoríes a esta región del Índico fue el inicio del proceso de extinción de las moas y, consiguientemente, de su gran depredador. Tamaño de una garra del águila gigante en comparación con la de una especie más pequeña / Plos Biology Las águilas hembras eran significativamente mayores que los machos. Varias estimaciones sitúan a las águilas de Haast hembras en el rango de los 10 a 15 kg y a los machos en alrededor de 9 a 12 kg. Incluso las mayores águilas vivas son cerca de un 40% por ciento menores en tamaño corporal comparadas con el águila de Haast. Más allá de su envergadura, su porte era impresionante. Se estima que la longitud corporal total superaba los 1,4 metros en las hembras, y su altura en posición erguida era de aproximadamente 90 centímetros o quizás más. El pico de esta especie era realmente devastador, como lo evidencia la longitud de su mandíbula inferior: 11,4 centímetros de largo, mientras que las águilas contemporáneas con mayores picos (el águila filipina y la harpía de Nueva Guinea) alcanzan un poco más de 7 centímetros. Tamaño de una moa gigante, que era presa del águila de Haast / wikimedia Las fuertes patas y los enormes músculos de estas águilas le pudieron haber permitido despegar simplemente con un salto inicial desde el suelo, a pesar de su gran peso. La cola era seguramente muy larga, de más de 50 centímetros en los especímenes hembra, y muy ancha. Los humanos responsables de la aniquilación de estas aves no fueron los europeos, sino los maoríes, que llegaron a Nueva Zelanda alrededor del año 1280. Hacia el año 1400 ya no queda ningún ejemplar.
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