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» Elterritorio
Fecha: 10/10/2025 12:00
Un gaucho desertor y un joven guaraní protagonizan este western misionero filmado en Colonia Alberdi y General Alvear. El director, Leonel Benítez, contó el proceso y reivindicó el cine universitario. jueves 09 de octubre de 2025 | 20:10hs. El corto se estrena en la competencia universitaria. //Fotos: Producción "Misiones, 1756" - Oberá en Cortos (Gastón López/Yoana Nacimento). Mañana se estrena "Misiones ,1756", un cortometraje misionero que competirá en el Certamen Universitario Entre Fronteras del Festival Internacional de Cine "Oberá en Cortos". La obra, dirigida por Leonel Benítez y realizada junto a un grupo de estudiantes egresados de la Tecnicatura en Medios Audiovisuales y Fotografía de la Facultad de Arte y Diseño de la UNaM, reconstruye un episodio poco explorado de la historia del territorio, como lo fueron las guerras guaraníticas ocurridas en 1756, cuando los pueblos originarios de las Misiones Orientales se levantaron en armas contra el dominio europeo. "Es una historia de época que trata sobre el período de las guerras guaraníticas, que fue un conflicto en el cual la corona española le cedió todo el territorio de las misiones orientales al imperio de Portugal mediante el Tratado de Madrid de 1750", explicó Benítez en diálogo con El Territorio. "Ante la resistencia de los pueblos originarios, los imperios enviaron fuerzas para desplazarlos, siendo comunidades que se negaban a aceptar la soberanía europea, a adoptar su religión o su idioma, porque estaban cansados de la esclavitud y de los abusos de los bandeirantes, que secuestraban a los nativos para venderlos como esclavos", añadió. En ese contexto, el corto sigue la historia de un gaucho desertor que, tras abandonar el ejército, se cruza con un joven guaraní que escapa de la destrucción de las misiones jesuíticas. Juntos emprenden una huida a través de un territorio devastado, perseguidos por antiguos compañeros del gaucho, quienes lo consideran un traidor. "El protagonista carga con la culpa de los crímenes que fue obligado a cometer en nombre de una Patria que todavía no existía del todo. Cuando decide desertar, adopta a este joven guaraní y entre ambos se produce una especie de intercambio de saberes, una transmutación cultural", detalló Benítez. De época El director explicó que el corto también busca reflexionar sobre el nacimiento del gaucho como figura híbrida entre lo europeo y lo americano. "Un gaucho es un crisol de razas y costumbres. Toma cosas del europeo, como el uso del mate o la vestimenta; pero también del nativo, su relación con la naturaleza, su forma de vida. En esa mezcla se forma algo nuevo, y eso quisimos contar con estos dos personajes, uno de cada mundo, que se encuentran y dan origen a la tradición gaucha". El proyecto, de 15 minutos de duración, fue el trabajo final de la carrera, pero pronto creció hasta convertirse en la producción más ambiciosa del grupo. "Ya sabíamos que queríamos terminar la carrera con una gran producción, la más desafiante que hubiéramos hecho. Empezamos un año antes con los preparativos del guion y una investigación enorme que nos llevó meses", contó el realizador. "No hay mucha información online sobre esa época, así que tuvimos que buscar en bibliotecas populares de la ciudad de Oberá. Fue clave entender cómo vivían, cómo comían, cómo hablaban. Todo eso se refleja en los detalles del corto". El equipo presentó el proyecto en la convocatoria de cortometrajes estudiantiles del IAAviM, el Instituto de Artes Audiovisuales de Misiones, que en su primera edición otorgó un fondo de dos millones de pesos para producciones universitarias. "Nosotros estábamos acostumbrados a hacer todo con cero presupuesto, con dos pesos o poniendo plata del bolsillo. Pasar de eso a tener ese apoyo fue una diferencia enorme. Cada peso lo invertimos en mejorar la calidad técnica y estética. Y creo que eso se nota en pantalla", expresó Benítez. En los montes de Alvear y Alberdi El rodaje se llevó a cabo en la zona rural de Colonia Alberdi y General Alvear, localidades situadas a pocos kilómetros de Oberá. "Elegimos esas locaciones porque el paisaje se parecía mucho al que imaginábamos para la historia. Además, tuvimos un gran apoyo de la Municipalidad de Colonia Alberdi, que nos ayudó con transporte, viandas y logística", señaló. El equipo técnico estuvo compuesto por unas veinte personas, la mayoría estudiantes, pero también se sumaron amigos y colaboradores. "Fue una producción autogestiva, con mucho esfuerzo colectivo y muchas manos solidarias. Lo más lindo es que el corto parece mucho más costoso de lo que realmente fue", dijo el realizador entre risas. La filmación se desarrolló después de meses de ensayos, pruebas de vestuario y casting. "Nos recomendaron no hacer todo lo que hicimos, o sea, no grabar con animales, ni con niños, ni de época, ni en exteriores, y lo hicimos igual. Fuimos al medio del monte, sin señal ni electricidad, con caballos y actores debutantes. Pero teníamos un equipo que lo dio todo y una energía increíble", recordó Benítez. Entre los intérpretes se destacan Matías, joven integrante de la comunidad mbya guaraní de El Chapá, quien debuta en la actuación; Julian Aguirre, Ariel Laporta, Enrique Penz y Omar Holz, director del Instituto Provincial de Teatro, que interpreta al villano del corto. "Con Matías tuvimos que hacer un trabajo previo de acercamiento a la comunidad. No podés ir y hacer un casting así nomás. Visitamos varias veces El Chapá, hablamos con el cacique, con el director de la escuela, con el intendente, y recién después hicimos la convocatoria. Fue un proceso de confianza mutua. Matías, además, tiene una presencia muy natural frente a cámara y le dio mucha verdad al personaje", destacó el director. El estreno de Misiones 1976 será mañana a las 20 horas en el Cine Teatro Oberá, con repetición el sábado a las 16 en la Sala 1 del cine del Casino. Aunque el corto tuvo una primera versión académica presentada en diciembre pasado, esta será la versión definitiva. "En diciembre tuvimos solo diez días para editar y entregar a la facultad, así que esta versión es la que realmente queríamos mostrar. Mejoramos el sonido, la música y la imagen, y creo que ahora sí refleja todo el trabajo que hicimos", aseguró. La importancia del apoyo El realizador también reflexionó sobre el lugar del cine universitario y la importancia del apoyo institucional. "La línea estudiantil del IAAviM es fundamental porque te enseña a presentar un proyecto, a armar una carpeta, un dossier. Es el primer paso hacia la producción profesional. En este contexto tan complicado para la cultura, el instituto se mantiene como un espacio de resistencia dentro del país". Benítez concluyó la charla con un mensaje de orgullo colectivo, manifestando que "somos parte de la primera convocatoria de esta línea y creemos que 'Misiones, 1976' demuestra lo que se puede lograr cuando se confía en los estudiantes. Si se les da la oportunidad y las herramientas, los chicos pueden hacer cosas enormes. Nosotros exprimimos cada recurso, y todo eso está en pantalla. Este estreno no es solo nuestro, sino de todos los que apuestan al cine misionero y a seguir contando nuestras propias historias".
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