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Parana » El Once Digital
Fecha: 10/10/2025 09:30
En Brasil una mujer confesó haber realizado experimentos mortales con animales para perfeccionar el uso de un pesticida prohibido para matar a su padre. Las autoridades brasileñas investigan un caso que ha conmocionado a la opinión pública: la muerte por envenenamiento de Neil Corrêa da Silva, presuntamente orquestada por su propia hija, precedida por crueles experimentos con animales para determinar la eficacia del veneno. El proceso judicial en curso involucra desde una confesión sobre la muerte deliberada de animales hasta la exhumación del cadáver de la víctima, con cada avance arrojando nueva luz sobre una compleja red de relaciones y motivos. Durante las indagatorias, la policía obtuvo la confesión de Ana Paula Veloso, una de las principales implicadas en la trama. Según el informe policial, Ana Paula admitió haber causado la muerte de al menos diez perros utilizando perdigones de plomo antes de aplicar el veneno a la víctima humana. El objetivo era testar la eficacia letal de la sustancia seleccionada, comprobando así cuál sería la dosis indicada para ser utilizada en personas. Esta declaración revela una determinación metódica y una ausencia de escrúpulos en la ejecución del plan, lo que reforzó la gravedad de los cargos en su contra. El detective Halisson Ideiao, responsable de la investigación, describió la actuación de Ana Paula como la de una persona con rasgos psicopáticos, remarcando la frialdad y la sistematicidad con la que llevó a cabo estos experimentos previos al crimen principal. Hallazgos durante la investigación En el allanamiento de la vivienda de Ana Paula Veloso, los agentes localizaron terbufos, un pesticida prohibido cuyo uso implica altos riesgos para la salud humana. Esta sustancia, utilizada en el sector agrícola y de saneamiento, fue descrita por la policía como un "tipo de plomo más suave", aunque su toxicidad y peligrosidad fueron suficientes para ser utilizada como agente letal en el presunto asesinato. Halisson Ideiao puntualizó que Ana Paula poseía conocimientos en temas sanitarios, lo que le habría facilitado la manipulación y administración del veneno con precisión premeditada. El hallazgo de terbufos en el domicilio resultó decisivo, ya que permitió vincular directamente a Ana Paula no solo con el acto de envenenamiento, sino también con un modus operandi basado en el cálculo y la experimentación. La implicación de Michele Paiva da Silva Ana Paula Veloso ha sido descrita por los investigadores como una figura central en la ejecución material del crimen. Con antecedentes en el ámbito sanitario, su perfil revela conexiones con otros casos en los que el envenenamiento ha sido empleado como método de acción. La policía identificó su traslado desde São Paulo a Río de Janeiro, financiado por Michele Paiva da Silva, hija de la víctima, como parte de un plan premeditado para acabar con la vida de Neil Corrêa da Silva. La implicación de Michele Paiva da Silva añade un giro dramático, ya que la relación filial se encuentra en el centro de la trama. Los reportes policiales y judiciales apuntan a una relación distante y conflictiva entre padre e hija, lo que habría motivado a Michele a buscar la colaboración de Ana Paula en la ejecución del crimen. Ambas mujeres están detenidas, enfrentando cargos que pueden derivar en condenas severas. Exhumación del cuerpo y pruebas periciales Ante la sospecha de envenenamiento, la Policía Civil de Río de Janeiro solicitó y ejecutó la exhumación del cadáver de Neil Corrêa da Silva en el Cementerio Memorial do Río, en la zona norte de la capital. El examen forense fue considerado imprescindible para establecer, con base científica, la presencia de sustancias tóxicas que confirmaran o descartaran la hipótesis del envenenamiento, dado que el certificado de defunción inicial atribuía la causa de muerte a insuficiencia respiratoria aguda, cetoacidosis diabética, paro cardiorrespiratorio y crisis convulsiva. La diligencia forense se inscribió dentro de una investigación que, desde un inicio, estuvo marcada por la sospecha derivada tanto de los síntomas presentados por el fallecido como por los antecedentes detectados en las personas de su entorno inmediato. Neil Corrêa da Silva murió en abril tras ingerir una "feijoada", guiso tradicional de frijoles, en la que se presume que la sustancia tóxica fue añadida. El episodio ocurrió en su residencia de Duque de Caxias, mientras Neil compartía comida con Michele y Ana Paula. Pocas horas después del consumo, Neil fue ingresado al hospital Adão Pereira Nunes de Baixada Fluminense, donde murió a los pocos días, reforzando las sospechas sobre la comida que había ingerido y quienes lo acompañaban. Conexión con otros envenenamientos previos La policía identificó una relación directa entre el caso de Neil y otros tres episodios de envenenamiento ocurridos en Guarulhos, São Paulo, todos atribuidos a Michele y Ana Paula. Esta coincidencia llevó a la policía de São Paulo a alertar a sus homólogos en Río de Janeiro, facilitando el cruce de expedientes y el fortalecimiento de las investigaciones que desembocaron en la detención de las dos sospechosas. El Ministerio Público de São Paulo ya había denunciado a Ana Paula por muertes relacionadas con envenenamiento, consolidando el patrón delictivo y vertebrando la acusación de asesina serial planteada por los investigadores. Detención y pruebas incriminatorias Las detenciones de Michele Paiva da Silva y Ana Paula Veloso fueron resultado de una acción coordinada entre diferentes jurisdicciones estatales. La investigación judicial se apoyó en la ruptura del secreto telefónico, autorizada por un tribunal, que permitió el acceso a conversaciones privadas en las que se hacía referencia al consumo de "feijoada" envenenada y a la intención de provocar la muerte del padre de Michele. Las escuchas revelaron la falta de armonía entre la fallecida y su hija, así como la planificación compartida del asesinato. Por el momento, ambas inculpadas permanecen bajo arresto, aguardando el avance del proceso judicial. Los equipos legales defensores no han sido localizados para ofrecer su versión, según lo documentado por medios brasileños.
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