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  • Batidos, suplementos y barras de proteína: cómo afectan al intestino y a la salud de los adolescentes a largo plazo

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 09/10/2025 08:35

    El uso de batidos y barritas de proteína se ha popularizado entre jóvenes, impulsado por la imagen corporal ideal que circula en redes sociales (Imagen Ilustrativa Infobae) El consumo de suplementos de proteína como batidos y barritas se convirtió en una práctica común entre adolescentes y jóvenes, alentada por la influencia de las redes sociales y la cultura fitness. Muchos de estos productos se promocionan como saludables, pero especialistas advirtieron sobre riesgos potenciales para la salud intestinal y general. De acuerdo con un reportaje realizado por The Times, la creencia de que estos suplementos son indispensables para el desarrollo muscular y el bienestar físico está muy extendida, a pesar de que la evidencia científica sobre sus efectos a largo plazo en jóvenes aún resulta limitada. Advertencias sobre los riesgos del consumo de suplementos proteicos La comunidad médica comienza a manifestar inquietud por el uso excesivo de estos productos. El Dr. James Kinross, gastroenterólogo y cirujano colorrectal consultor del Imperial College de Londres, sostuvo en diálogo con The Times que “estos polvos de proteína son una mala noticia y realmente perjudiciales para el intestino”. Médicos y científicos advirtieron que el consumo elevado de suplementos proteicos podría afectar la salud intestinal (Imagen Ilustrativa Infobae) Explicó que una dieta muy rica en proteínas altera el comportamiento de las bacterias del colon, genera metabolitos tóxicos que dañan el revestimiento intestinal y puede asociarse a enfermedades graves, incluido el cáncer. El gastroenterólogo agregó que el consumo de más de dos gramos de proteína por kilo de peso corporal al día durante períodos prolongados eleva el riesgo de cálculos renales, daño hepático, acné, alteraciones del ánimo y síndrome del intestino irritable. El experto en fitness Joe Wicks y el Dr. Chris van Tulleken, profesor asociado del University College de Londres, trabajaron juntos para exponer los peligros de los alimentos ultraprocesados promocionados bajo el atractivo de la proteína. Expertos señalaron que muchos productos protéicos contienen sustancias químicas y metales pesados, cuyo impacto en la salud aún no se conoce (Crédito: Freepik) En un experimento documentado por The Times, crearon una barrita de proteína con 96 ingredientes, muchos de ellos asociados a cáncer, accidentes cerebrovasculares y muerte prematura, todos legales y presentes en productos habituales del mercado. “La proteína se ha convertido en algo presente en todo: yogures, papas fritas, barras de chocolate. Pero muchas contienen aditivos, químicos, edulcorantes, emulsionantes. Básicamente, son solo químicos, solo polvos. No contienen ningún alimento”, destacó Wicks. Composición, aditivos y contaminantes en los suplementos La composición de los suplementos de proteína varía considerablemente. El suero de leche es el ingrediente más habitual y se presenta en versiones aislada, concentrada e hidrolizada, con diferentes niveles de procesamiento y absorción. Otras fuentes incluyen proteínas de caseína, colágeno hidrolizado y alternativas vegetales de arvejas, soja, arroz integral y semillas. Las proteínas en polvo de origen vegetal pueden contener hasta tres veces más plomo que las de suero de leche, y las versiones sabor chocolate (Freepik) The Times señaló que muchos productos contienen estabilizantes y aditivos para prolongar su vida útil, cuyos efectos sobre el microbioma intestinal aún no se comprenden totalmente. Kinross recomendó evitar polvos y barritas con edulcorantes, emulsionantes, saborizantes o espesantes añadidos. El riesgo de contaminación en estos suplementos también preocupa a los expertos. Un análisis realizado en Estados Unidos sobre 70 marcas populares detectó que el 47% superaba los límites de seguridad de California en metales tóxicos, bisfenol A, pesticidas y otros contaminantes asociados a enfermedades graves. Kinross advirtió que los productos orgánicos o vegetales no están exentos de estos peligros: “Las proteínas en polvo de origen vegetal tenían tres veces más plomo que las alternativas a base de suero, y las proteínas en polvo con sabor a chocolate contenían cuatro veces más plomo que las de vainilla”. Comparación entre fuentes de proteína y recomendaciones para una dieta saludable En la comparación entre proteína animal y vegetal, Kinross explicó que las fuentes vegetales como arvejas y soja tienen un efecto intestinal diferente respecto al suero de leche y la caseína. Las proteínas de arvejas y soja ofrecen fibra y nutrientes que benefician la microbiota intestinal (Crédito: Freepik) Estas alternativas aportan algo de fibra, se digieren más lentamente y ofrecen isoflavonas y nutrientes que favorecen microbios beneficiosos en el intestino. Si bien los aminoácidos vegetales pueden resultar menos agresivos para el sistema digestivo, los riesgos de contaminación por metales pesados persisten. Frente a este escenario, los expertos consultados por The Times insistieron en priorizar una dieta variada y rica en fibra, basada en alimentos naturales. El especialista aconsejó que, si se consume proteína en polvo, se prepare en batidos con ingredientes reales, como leche, plátano, yogur griego, miel o avena para conformar una matriz alimentaria completa. Además, señaló que la mayoría de adolescentes y jóvenes pueden obtener toda la proteína necesaria a través de alimentos como pollo, huevos, carne, yogur y legumbres, sin recurrir a suplementos. El impulso por alcanzar un físico musculoso y definido puede llevar a los jóvenes a descuidar el bienestar intestinal, aspecto fundamental para la salud a largo plazo, según advirtió Kinross a The Times.

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