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» El Ciudadano
Fecha: 08/10/2025 21:57
Por Franco Scala Foto: Juan José Cavalcante Julio Alberto Zamora es un jugador muy querido por el público de Newell’s. Hace 35 años, un 8 de octubre de 1990, Zamora gritaba uno de los goles rojinegros en un triunfo leproso por 4-3 en el Clásico que se jugó en el Gigante. Fernando Gamboa, Ariel Boldrini y Lorenzo Sáez también se anotaron entre los goleadores. Mientras que David Bisconti marcó los tres del Canalla. Aquella vez fue el primero de Marcelo Bielsa como DT. Zamora recuerda cada detalle de ese partido. Tenía fecha programada para el domingo, pero una lluvia fuerte que cayó en Rosario obligó a jugarse un día después. Fue tan atípico el resultado que después de ese cotejo nunca más, hasta ahora, se dio ese marcador en el Clásico más pasional de la Argentina. «Se recuerda por un montón de cosas. Ese partido fue la base inicial para ganar el campeonato. Fue ese famoso Clásico en el cual Bielsa le dijo a Gamboa que se cortaría un dedo por ganarlo. Fue un partido extraordinario, que podíamos haber ganado por más goles. Para mi significó mucho porque ganamos y porque tuve la suerte de convertir. En mi carrera deportivo tuve goles muy buenos, pero ese gol a Central fue el mejor de todos», recordó Zamora. Y agregó: «recuerdo que hice un baile en el festejo, pero no para cargar al hincha de Central. Lo arme ante porque se lo dije a mi suegra, una persona a la que quise mucho y que para mí era muy especial». En ese Apertura de 1990, Newell’s, Central y River pintaban para ser candidatos a quedarse con la chapa de campeón. La fecha 8 puso cara a cara al Canalla con la Lepra. Y en la previa la impresión era que quien ganaba salía con el ánimo suficiente para pelear el título. Fue el Rojinegro quien se quedó con los tres y así se encaminó a ganar el torneo. «Junto con el de Unión, ese Clásico sirvió para encaminar el andar del equipo. Sirvieron para demostrarnos que podíamos salir campeones. La gente sabía que ese equipo no perdía. La época del 90 al 93 fue la más gloriosa de Newell’s, de eso no tengo dudas», remarcó el Negro. Los Clásicos se disfrutan, se sufren. Se ganan, se pierden. Para Zamora era una felicidad enorme ser parte del partido más pasional del fútbol argentino. «Todos lo Clásicos te dejan cosas muy lindas. No hay partido en el mundo que se viva como en los Clásicos de Rosario. Me fascinaba tener el público rival porque me agrandaba. Me encantaba vestir la camiseta de Newell’s en el Clásico. Era lo máximo para un hincha», cerró Zamora, un jugador made in Newell’s y que a pesar de los años ese gol en el Gigante no se olvida más.
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