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  • Matricidio en Candelaria y una escena del crimen “demasiado ordenada” que hace tambalear la hipótesis de robo

    » Elterritorio

    Fecha: 08/10/2025 21:18

    En la segunda audiencia del juicio oral contra Orlando De Menes (51), acusado de matar a su madre Elsa Díaz en 2019, declararon seis testigos. La voz de un hermano de la víctima y las precisiones de una especialista en Criminalística complicaron al sospechoso: huellas y el hallazgo de objetos supuestamente robados, entre las pruebas. miércoles 08 de octubre de 2025 | 16:15hs. De Menes enfrenta la acusación de homicidio agravado por el vínculo.|Foto: Joaquín Galiano Con detalle y memoria fresca, una perito de Criminalística de la Unidad Regional X describió y explicó cómo fue el hallazgo de evidencia forense y de pruebas digitales en la casa de Elsa Díaz, atacada a garrotazos en la cabeza mientras dormía, entre el 9 y 10 de febrero del 2019, en Candelaria. En el banquillo estaba su hijo, Orlando De Menes, quien enfrenta la instancia de juicio oral después de seis años detenido como principal sospechoso del asesinato. En aquel año denunció que la mujer habría sido víctima de un homicidio en contexto de robo. Sin embargo, y con la recolección de pruebas, su figura se posicionó en el radar de los investigadores, principalmente por las incongruencias entre el relato (la supuesta falta de un televisor y una garrafa) y el hallazgo de esos elementos en el patio de la familia, sumado al cotejo de huellas de calzado tomadas en la escena del crimen. Escena del crimen muy ordenada: perito confirmó que no había ingresos forzados ni evidencia de un robo en la casa de Díaz. | Foto: Joaquín Galiano. Después de que el hermano de Díaz y su cuñada declararan sobre el día del hecho, Andrea Strocen Schelken, licenciada en Criminalística a cargo del procedimiento en el barrio 2 de Febrero de la localidad, recordó que la escena del crimen estaba “bien preservada” y sumó que “me llamó la atención lo ordenado que estaba el lugar porque, pensando en una situación de robo, generalmente hay desorden”. Apenas llegada la comitiva de la UR X, De Menes le señaló a la perito la existencia de pisadas de calzado con barro. “Lo primero que hago es ver la dirección de esas pisadas en el sector del hall (afuera de la casa), que se direccionaban al depósito que estaba al costado de la vivienda”, reconstruyó la especialista. En la escena, identificaron dos tipos de huellas. En la habitación de Díaz, las pisadas presentaban un diseño con ondulaciones, mientras que en el hall de ingreso “las huellas eran lisas”, precisó. Tía del acusado De Menes contó el momento en que arribaron a la vivienda: "Nos llamó y nos dijo que le habían matado a su mamá". Foto: Joaquín Galiano. Orden y limpieza caracterizaron la escena, según describió Schelken. Observación en la que coincidieron los testigos Carolina Rojas y Néstor Lemes, vecinos de Díaz y de De Menes en Candelaria, que fueron los primeros en ser avisados de lo sucedido y que conocían a la víctima hacía años. “El señor había ido a nuestra casa en un mundo de llanto diciendo que encontró a su mamá fallecida, nos pedía que lo acompañemos. Él estaba sentado en la vereda muy acongojado a la vista”, recordó Rojas cuando fue su turno de declarar y responder las preguntas de Fiscalía y de la defensa en el debate de este miércoles, que se desarrolló en el Tribunal Penal Uno de Posadas, presidido por Viviana Cukla. Hallazgo que debilitó la hipótesis del robo A la toma inicial de fotografías le siguió un objetivo puntual: abrir el depósito en busca del arma homicida. La licenciada Schelken recordó que aquel trabajo les tomó al menos 9 horas en terreno, entre la toma de muestras y búsqueda de pruebas en la vivienda, sin descuidar ni contaminar la escena del crimen. Señaló que el principal inconveniente fue ingresar al depósito, ya que De Menes alegaba no tener la llave de ese sector. “Intenté hacer la primera inspección ocular en el depósito, y no se podía ingresar. Que no había llave, que la puerta estaba cerrada, decía el señor (De Menes). El oficial de la comisaría le solicitó la llave y recuerdo que un poco me enojé con el oficial porque teníamos que entrar, le pedía que hicieran algo, sino ¿cómo íbamos a ingresar? Teníamos que forzar la puerta”, narró. Casi finalizada la jornada de inspección, y en un ambiente con movimiento frecuente de personal, la perito contó que “(efectivos de la Policía) comentan que De Menes entregó las llaves: estaban dentro de un tacho con ropa lleno de agua. Tiraron el tacho y ahí aparecieron las llaves”, precisó. Con dos puertas de acceso al depósito, la única habilitada era una trasera. Dentro encontraron muebles varios, herramientas de trabajo -entre ellas una maza con el mango separado, aparentemente roto-, y “veo una marca de contacto digital en una madera, y se notaba la limpieza de los dígitos, por el polvo. Eso me llamó la atención, y cuando cambio la mirada, veo las zapatillas, y al costado la tele y la garrafa, que se había mencionado que faltaban”, precisó Schelken. Según las muestras tomadas por el equipo de Criminalística, las marcas y tamaño de las zapatillas encontradas coincidirían con las pisadas de barro en la habitación donde fue encontrada la víctima. Pisadas que, llamativamente, comenzaban desde la ventana -revelando que el agresor habría ingresado por esa abertura-, con dirección a la sala de la casa. Una billetera con dinero Al hallazgo de los supuestos electrodomésticos robados, la Policía encontró una billetera con dinero en efectivo en la mesa principal de la vivienda. “Estamos en una posible ocasión de robo, y hay dinero en efectivo en una billetera sobre la mesa”, cuestionó la perito. Reconoció que, en el depósito, no se realizaron cotejos en la madera con las marcas digitales por la suciedad en la superficie. También encontraron herramientas de albañilería, entre ellas un corta hierro, secuestrados como posibles armas homicidas. Otro de los puntos que habría debilitado la coartada de un homicidio por robo fue que los ingresos de la casa de Díaz no habían sido forzados. La especialista en Criminalística confirmó que no había roturas de cerraduras ni de ventanas que revelaran una entrada violenta. Tercera jornada Seis testigos comparecieron este miércoles en la sala del Tribunal Penal Uno de Posadas. Está previsto que la tercera audiencia, para este jueves 9 de octubre, comience a las 8:30 de la mañana con la presencia de 7 testigos. Según pudo saber El Territorio, se prevé que declaren otros peritos policiales e interventores en el procedimiento el día del crimen de Díaz. Al igual que jornadas previas, el Tribunal lo presidirá Cukla, acompañada del juez Gustavo Bernie y Miguel Angel Faría, este último como subrogante.

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