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Parana » El Diario
Fecha: 07/10/2025 22:21
El británico John Clarke, el francés Michel Devoret y el estadounidense John Martinis fueron distinguidos por la Real Academia de Ciencias sueca por demostrar que las propiedades de la mecánica cuántica pueden hacerse concretas a escala macroscópica. Los tres participaron hace 40 años de un grupo de investigación comandado por el propio Clarke en Berkeley. “Ha sido la sorpresa de mi vida”, dijo tras la noticia del premio Los ganadores compartirán los 1,2 millones de dólares con que están dotados este año todos los Nobel. (EFE) Tres físicos de distintas nacionalidades que coincidieron en un momento dado en la universidad norteamericana de Berkeley, ganaron este martes el Nobel por sus hallazgos sobre fenómenos cuánticos. El británico John Clarke, el francés Michel H. Devoret y el estadounidense John M. Martinis fueron distinguidos por la Real Academia de Ciencias sueca por demostrar que las propiedades de la mecánica cuántica pueden hacerse concretas a escala macroscópica. Este miércoles se conocerá los ganadores de Química. Según informó EFE, el fallo de la Real Academia de las Ciencias sueca resalta “el descubrimiento del efecto túnel cuántico macroscópico y la cuantización de la energía en un circuito eléctrico”, que se aplican ya en las tecnologías que incorporan muchos teléfonos móviles, por ejemplo. “Es maravilloso poder celebrar la forma en que la mecánica cuántica, que tiene ya un siglo de existencia, ofrece nuevas sorpresas de forma continua. Y es también muy útil, ya que es la base de toda la tecnología digital”, dijo el presidente del comité Nobel de Física, Olle Eriksson. Los hallazgos de Clarke, Devoret y Martinis han posibilitado el desarrollo de la nueva generación de tecnología cuántica, incluyendo criptografía, computadores y sensores, que podrán operar con mucha mayor rapidez. Los tres científicos realizaron a mediados de la década de 1980 una serie de experimentos con un circuito eléctrico construido por superconductores en la Universidad de Berkeley, donde Clarke había creado un grupo investigador para explorar fenómenos cuánticos. El grupo incluía a Devoret, que realizaba un posdoctorado allí tras finalizar estudios en París, y a Martinis, un estudiante de doctorado. El efecto túnel cuántico En sus experimentos, los componentes superconductores fueron separados por una fina capa de material no conductor (un sistema conocido como la unión de Josephson): refinando y midiendo todas las propiedades del circuito pudieron controlar y explorar el fenómeno obtenido cuando una corriente lo atraviesa. El “efecto túnel cuántico” se produce cuando una partícula atraviesa una barrera que parece imposible gracias a las reglas de la mecánica cuántica. Y demostraron también que el sistema absorbía y emitía energía en dosis de tamaños específicos, tal y como predice la mecánica cuántica. Tanto el efecto túnel como la cuantización de la energía habían sido estudiados con anterioridad en sistemas con pocas partículas, pero no en una escala macroscópica. En este caso, estos fenómenos aparecieron en un sistema cuántico con miles de millones de pares de Cooper (electrones enlazados) que llenaban todo el superconductor del chip, de un tamaño de un centímetro, aproximadamente. Científicos de distinto origen reunidos en Berkeley Nacido en Cambridge (Reino Unido, 1942), Clarke se formó en la prestigiosa universidad local, donde se doctoró en Física en 1968, y se trasladó luego a la de Berkeley (EE.UU), a la que ha estado ligado durante más de cinco décadas. Su trabajo ha impulsado la neuroimagen (que usa técnicas para obtener imágenes del cerebro y el sistema nervioso), la computación cuántica, la búsqueda de materia oscura y los dispositivos de interferencia cuántica superconductora. Devoret (París, 1953) se formó como ingeniero en la Escuela Nacional Superior de Telecomunicaciones de la capital francesa y desarrolló luego estudios en óptica cuántica, física atómica y molecular. Tras doctorarse en París viajó a Berkeley, donde conoció a sus dos colegas, para volver luego a su país de origen y desarrollar una sólida carrera científica allí y en la Universidad de Yale (EE.UU). El estadounidense Martinis, cinco años menor que Devoret, se doctoró en Física por la Universidad de California, después de haber formado parte del grupo investigador de Clarke en Berkeley. Su carrera se ha centrado en la física de los dispositivos superconductores y, en concreto, en la construcción de un ordenador cuántico. “La sorpresa de mi vida” La noticia fue recibida de forma inesperada por Clarke, según admitió él mismo por teléfono durante la rueda de prensa de presentación del galardón. “Por decirlo suavemente, ha sido la sorpresa de mi vida”, reconoció Clarke. El científico británico confesó que nunca había pensado que los descubrimientos obtenidos por su equipo hace 40 años fueran a ser la base de un futuro premio Nobel o que su impacto fuera “tan grande”. “Este descubrimiento nunca habría podido ocurrir sin sus aportaciones”, dijo Clarke sobre el trabajo de Devoret y Martinis. Los tres galardonados suceden en el palmarés del premio al estadounidense John J. Hopfield y al británico Geoffrey E. Hinton, distinguidos el año pasado por métodos que son la base del aprendizaje automático, una herramienta clave en la evolución de la inteligencia artificial (IA). Los ganadores compartirán los 11 millones de coronas suecas (1,2 millones de dólares) con que están dotados este año todos los Nobel, que se entregan el 10 de diciembre en una doble ceremonia en Oslo, para el de la Paz, y Estocolmo, para el resto.
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