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» RosarioNet
Fecha: 06/10/2025 02:31
El paso de Javier Milei por la ciudad de Santa Fe duró menos de lo que le tomó al presidente bajarse del avión y asomarse al balcón del hotel del Puerto. En apenas una hora, el mandatario debió modificar su agenda, suspender la caminata por la peatonal San Martín y replegarse ante un escenario que combinó disturbios, repudios y un fuerte operativo de seguridad. La visita —parte de una mini gira proselitista por la región centro, con escalas en Paraná y Santa Fe— tenía como objetivo apuntalar a los candidatos de La Libertad Avanza de cara a las elecciones legislativas de 2025. Pero el clima social y político que encontró lo obligó a una retirada anticipada. Minutos después de las 10 de la mañana, Milei aterrizó en Sauce Viejo junto a la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, y el postulante santafesino Agustín Pellegrini. Su equipo había previsto una caminata por el centro, con paradas breves para saludar comerciantes y tomarse fotos. Sin embargo, ya en los alrededores del Hotel Los Silos, donde se alojó, comenzaron los cruces entre manifestantes opositores y seguidores libertarios. Hubo empujones, y hasta le arrojaron huevos y piedrazos. En los videos difundidos en redes sociales, se veían banderas y pancartas del Partido Obrero, junto con un globo del número tres, en relación a la polémica por un presunto sistema de coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad, donde se habla de un esquema de corrupción atribuido a la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei. En medio de la protesta contra la recorrida que buscaba hacer Milei con militantes para promocionar a su candidato para las legislativas, comenzaron a escucharse insultos. “Hijo de puta, hijo de puta”, repetían quienes se habían congregado en la zona. Los manifestantes continuaron cantando otros temas ya entonados en protestas contra el Presidente. “Milei, basura, vos sos la dictadura”, decían y seguían: “Como a los nazis, les va a pasar; a donde vayan los iremos a buscar”. El grupo se había concentrado en los accesos del puerto para esperar la llegada del Presidente. Los incidentes comenzaron cuando la Policía quiso despejar la zona. Quienes protestaban rompieron finalmente una carpa de La Libertad Avanza que estaba en las inmediaciones para proteger a los presentes del sol. Luego, se escucharon los festejos de quienes estaban alrededor. La Prefectura Naval y la Policía Federal detuvieron a cinco personas, tres de ellas acusadas de “agresión al personal de seguridad presidencial”. Un militante terminó con heridas en la cabeza. La tensión obligó a cancelar la caminata por la peatonal. “Por razones de seguridad, se decidió modificar la agenda”, admitieron voceros del Ejecutivo. “El presidente no pudo sostener ni una hora la visita a la capital de Santa Fe, por el repudio popular que genera su presencia entre la ciudadanía”, afirmó Carla Deiana, candidata a diputada nacional por el Frente de Izquierda. “Es la reacción de los jubilados que no pueden comprar los remedios, la expresión de la masacre laboral de 15 mil despidos y cierres de fábrica en nuestra provincia, de la bronca por las coimas de Karina Milei y el financiamiento narco de la campaña electoral de Espert”, sostuvo la dirigente de izquierda. “Este gobierno está en franca descomposición y el repudio popular es una expresión más de ese fracaso. Milei no es bienvenido en todas las provincias del país. Llamamos a los trabajadores a votar al Frente de Izquierda, la única fuerza que enfrenta al gobierno liberfacho y al plan colonial del FMI.” Resguardado por un doble anillo de seguridad, Milei se asomó al balcón del hotel para saludar a un grupo estimado de unas 400 personas. Después, descendió brevemente para sacarse fotos con simpatizantes y pronunciar algunas frases frente a las cámaras. “El camino es arduo, pero es el único posible para vivir mejor. Cualquier alternativa es volver al pasado y tirar por la borda todo el esfuerzo de los argentinos”, dijo el presidente, con el tono medido de quien sabe que el entorno no era del todo favorable. “Estamos escuchando a los santafesinos y compartiendo la importancia de estas elecciones. Estamos a mitad de camino, a nada de cambiar Argentina para siempre”, exageró. La escena —más parecida a una parada técnica que a un acto de campaña— duró escasos minutos. Luego, el mandatario partió rumbo a Paraná, donde lo esperaba una actividad con el gobernador Rogelio Frigerio. Por su parte el dirigente rosarino Agustín Pellegrini, candidato a diputado nacional, fue quien ofició de anfitrión en la breve escala. Acompañado por la diputada Romina Diez, defendió la gestión presidencial. “El desafío es avanzar con los cambios que ya inició el presidente. Del otro lado hay una maquinaria kirchnerista dispuesta a hacer cualquier cosa con tal de que el país no avance”, sentenció el candidato, poco conocido en su tierra. Los referentes libertarios insistieron en que las elecciones de octubre “serán decisivas para consolidar el rumbo económico” y prometieron que Santa Fe “tendrá el protagonismo que merece dentro del nuevo modelo de país”. En paralelo al acto improvisado, organizaciones sociales, gremiales y estudiantiles se movilizaron en el microcentro bajo consignas como “Fuera Milei” y “Basta de ajuste”. Según la Presidencia optó por suspender toda actividad callejera “para evitar mayores enfrentamientos”. La medida fue “un repliegue obligado” del oficialismo ante un clima hostil: “Milei tuvo que suspender la caminata de campaña en Santa Fe por protestas en su contra”, reconocieron. El saldo de la jornada, de acuerdo con fuentes policiales, fue de cinco detenidos, un herido y una agenda presidencial recortada a menos de dos horas. El paso de Milei por Santa Fe dejó una postal ambigua: un presidente rodeado por su círculo más cercano, un puñado de seguidores enarbolando banderas amarillas, y una calle tomada por el descontento. En los pasillos libertarios aseguran que fue apenas un “episodio aislado” dentro de una campaña “en expansión”. En la oposición, en cambio, leen la escena como síntoma de un malestar que empieza a desbordar la burbuja de la Casa Rosada. R/12
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