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» Corrientesaldia
Fecha: 05/10/2025 13:48
Los obispos Larregain, Canecín y Montini difundieron un mensaje conjunto en el que advierten que el narcotráfico “hiere el corazón del pueblo” y piden que la nueva ley se aplique con recursos, prevención y acompañamiento a las familias En un pronunciamiento público titulado “La droga es una herida”, los obispos de las diócesis de Corrientes, Goya y Santo Tomé se refirieron al reciente debate y aprobación de la Ley de Narcomenudeo en la provincia. El documento, firmado por Monseñor José Antonio Larregain (Arzobispo de Corrientes), Monseñor Adolfo Canecín (Obispo de Goya) y Monseñor Gustavo Montini (Obispo de Santo Tomé), expresa una mirada pastoral y social ante un tema que, aseguran, “no puede reducirse a lo judicial o policial”. “La droga es una herida en nuestra sociedad que atrapa a muchos y hiere a familias enteras”, recordaron citando al Papa Francisco, y advirtieron que ese drama “también está presente en Corrientes”. “No debe atrapar sólo al más débil” En relación a la reciente ley que permite a la justicia provincial intervenir en casos de venta minorista de drogas, los obispos manifestaron entusiasmo por la decisión, pero también lanzaron interrogantes y advertencias. “Deseamos que esta ley no se contente sólo con atrapar al más débil y vulnerable, sino que logre desenmascarar cualquier tipo de impunidad”, remarcaron. A la vez, plantearon dudas sobre la capacidad del sistema judicial y de salud para sostener la implementación efectiva: “¿Se contará con recursos y estructuras suficientes para atender integralmente a las personas con problemas de consumo, siendo que hoy son insuficientes?”, preguntaron los prelados, e insistieron en la necesidad de que la justicia “actúe con celeridad y transparencia, sin miedo ni corrupción”. El comunicado episcopal va más allá del plano punitivo y reclama una mirada integral sobre las adicciones. Entre los ejes que proponen se destacan: Prevención desde la infancia y la adolescencia , con educación, deporte, cultura y proyectos de vida. , con educación, deporte, cultura y proyectos de vida. Centros de tratamiento y recuperación accesibles , con acompañamiento humano, terapéutico y espiritual. , con acompañamiento humano, terapéutico y espiritual. Oportunidades laborales y sociales que devuelvan dignidad a quienes se sienten sin futuro. que devuelvan dignidad a quienes se sienten sin futuro. Acompañamiento cercano a las familias, “la primera red de contención y muchas veces las más solas frente a este dolor”. “El narcotráfico hiere el corazón de nuestro pueblo” Los obispos correntinos advierten que el narcotráfico no es un problema ajeno, sino un fenómeno que “genera violencia, destruye instituciones y vulnera gravemente la paz social”. Invitan a toda la comunidad a un examen de conciencia colectiva: “¿Qué lugar damos a los jóvenes en nuestras instituciones? ¿Qué testimonio de vida ofrecemos los adultos frente a la cultura del descarte? ¿Estamos dispuestos a priorizar la vida de nuestros niños, adolescentes y jóvenes por sobre cualquier interés político o económico?” En el cierre del documento, los prelados ponen su mensaje bajo el amparo de Nuestra Señora de Itatí, símbolo espiritual del pueblo correntino. “En su corazón ponemos la vida de nuestro pueblo y este nuevo instrumento que el Estado decidió utilizar en la lucha contra las adicciones”, expresaron. Finalmente, convocan a todos —gobernantes, legisladores, jueces, fuerzas de seguridad, educadores, organizaciones sociales y familias— a “un gran pacto por la vida y la dignidad de nuestra gente”.
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