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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 05/10/2025 12:31
En tres décadas, CABA y Buenos Aires fueron las únicas jurisdicciones que aumentaron su peso en el reparto de impuestos nacionales. Durante las últimas tres décadas, el mapa de la coparticipación federal de impuestos en la Argentina dejó claros ganadores y perdedores. Según un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), entre 1993 y 2024 las únicas jurisdicciones que mejoraron su participación relativa en la distribución secundaria de los recursos fueron la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y la provincia de Buenos Aires, mientras que La Rioja resultó la más perjudicada. El estudio analiza la evolución de los fondos automáticos y no automáticos transferidos desde la Nación hacia las 23 provincias y CABA. En términos simples, la distribución secundaria refleja cuánto recibe cada jurisdicción dentro del total destinado a los gobiernos subnacionales. Un juego de suma cero “En los últimos 10 años, CABA y Buenos Aires fueron las únicas ganadoras y La Rioja la que más perdió”, resume el Iaraf. Esta dinámica se explica por una serie de modificaciones en los coeficientes de reparto, compensaciones fiscales y fallos judiciales que alteraron el equilibrio del esquema original. En los primeros años de la década del 90, Buenos Aires concentraba cerca del 25% de la distribución secundaria gracias al Fondo del Conurbano Bonaerense. Sin embargo, el tope nominal de $650 millones fijado en 1996 y nunca actualizado provocó una pérdida progresiva de participación, que llegó a su punto más bajo en 2016, con apenas 18 por ciento El giro llegó con el Consenso Fiscal 2017, que incorporó compensaciones para la provincia. Gracias a esos ajustes, su participación efectiva automática subió al 22,2% en 2024, lo que representó una mejora de 3,5 puntos porcentuales respecto de 2015, aunque aún 7,5 puntos por debajo de 1993. CABA, por su parte, vivió un proceso inverso. En 1993 recibía apenas 0,7% del total; en 2016, tras el decreto 194/2016 que elevó su coeficiente primario al 3,75%, su participación secundaria se disparó hasta el 5%. Luego se redujo al 1,4% en 2021, pero volvió a crecer en 2024 con la aplicación del fallo de la Corte Suprema, que fijó un coeficiente del 2,95%. Al cierre del período, su participación secundaria efectiva era del 2,2%, es decir, un 214% superior a la de 1993. Transferencias no automáticas El informe del Iaraf incorpora además las transferencias no automáticas —fondos enviados a través de la cuenta “Obligaciones a Cargo del Tesoro”— que, aunque no forman parte formal de la coparticipación, funcionan como compensaciones de hecho. Entre 2015 y 2022, esos giros representaron el 23,5% del total de transferencias no automáticas a provincias y CABA. La provincia de Buenos Aires, que prácticamente no recibía fondos bajo este concepto antes de 2015, pasó de $2.400 millones ese año a $40.000 millones en 2017. En 2021 comenzó a recibir fondos del Fondo de Fortalecimiento Fiscal, creado con los recursos retirados a CABA. La situación cambió drásticamente en 2024: Buenos Aires no recibió transferencias por esta vía, mientras que CABA concentró la totalidad de los envíos —$488.649 millones— como cumplimiento del acuerdo con la Corte Suprema. “La concentración de las transferencias de la cuenta Obligaciones del Tesoro en CABA transformó un esquema antes distribuido entre las 24 jurisdicciones en uno completamente focalizado en una sola”, señala el informe. Esa reasignación explica que, al considerar las transferencias automáticas y las no automáticas, CABA y Buenos Aires fueron las únicas jurisdicciones que aumentaron su participación secundaria efectiva entre 2015 y 2024, con incrementos del 73% y del 15%, respectivamente. En cambio, La Rioja perdió el 18% de su participación, la caída más pronunciada del país. El motivo fue la eliminación, en 2024, de los envíos extraordinarios que la provincia venía recibiendo desde 1988 bajo el rótulo de “extra coparticipables”. Los cambios en el mapa provincial El Iaraf divide a las provincias en cuatro grupos según su nivel de ingreso y densidad poblacional. En el grupo de altos ingresos y alta densidad —que incluye a Buenos Aires, CABA, Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos— las dos primeras fueron las únicas con ganancias netas en el período 2015-2024. Córdoba y Santa Fe mostraron mejoras temporales tras los fallos de la Corte Suprema de 2016, pero luego su participación volvió a estabilizarse. En el grupo de altos ingresos y baja densidad —con provincias como Neuquén, Chubut, La Pampa o Tierra del Fuego—, la variación fue mínima, aunque todas registraron descensos leves por el mayor peso relativo de Buenos Aires y CABA. Tierra del Fuego fue la más afectada por la pérdida de participación tras 2016. Entre las jurisdicciones de bajos ingresos y alta densidad (Chaco, Corrientes, Mendoza, Jujuy, Misiones y Tucumán), la tendencia fue de estabilidad hasta mediados de la década pasada, con ligeras caídas en los últimos años. Y en el grupo de bajos ingresos y baja densidad (Catamarca, Formosa, La Rioja, Salta, San Juan y Santiago del Estero), el patrón fue similar: estabilidad hasta 2015 y retroceso posterior. En total, 22 de las 24 jurisdicciones sufrieron descensos en su coeficiente secundario efectivo entre 2015 y 2024.Según el IARAF, cinco provincias —La Pampa, Catamarca, Santa Fe, La Rioja y Entre Ríos— tuvieron bajas de entre 1 y 4%; doce provincias —Formosa, Córdoba, Chaco, Río Negro, Jujuy, Mendoza, Tierra del Fuego, Tucumán, Santa Cruz, Santiago del Estero, Corrientes y San Luis— perdieron entre 4 y 6%; y cuatro —Chubut, Neuquén, Misiones y Salta— retrocedieron entre 6 y 7%. El efecto del fallo a favor de CABA El informe también compara los dos últimos años del período analizado. Sin contar las transferencias del Tesoro, Buenos Aires fue la única provincia que perdió participación secundaria en 2024 (-1,4%), mientras que las demás jurisdicciones mostraron leves incrementos. Con las transferencias incluidas, la situación se revierte: CABA pasó del 2,5% al 3,3%, un aumento del 30%, mientras que Buenos Aires cayó 9% y La Rioja 10,6%. El Iaraf explica que el aumento de CABA se debió a la aplicación plena de la medida cautelar que elevó su coeficiente primario al 2,95%, mientras que Buenos Aires perdió peso por la reducción de las compensaciones del Consenso Fiscal. En términos reales, las transferencias automáticas y no automáticas hacia Buenos Aires y La Rioja cayeron entre 18% y 19% en 2024. En el resto de las provincias, la baja fue menor (entre 7% y 8%), lo que implicó una mejora relativa en su participación. Hacia una nueva ley de coparticipación El informe concluye que la redistribución de fondos observada entre 1993 y 2024 deja en evidencia la necesidad de revisar el régimen vigente. “Esta distribución efectiva de recursos nacionales debe servir de base para una discusión sobre cambios en la coparticipación federal de impuestos”, señala el IARAF, aunque advierte que cualquier reforma deberá considerar no solo los ingresos, sino también las responsabilidades de gasto de cada provincia. “En Argentina hay pocas jurisdicciones que aportan más recursos que los que terminan recibiendo de la Nación por todo concepto. La resolución de un nuevo orden es muy compleja”, sostiene el instituto. Después de 32 años de vigencia, el esquema de coparticipación muestra un marcado desplazamiento del equilibrio inicial: CABA y Buenos Aires son hoy las grandes ganadoras del reparto, mientras que La Rioja encabeza la lista de provincias relegadas.
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