Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • Los temores que acecharon a la primera peregrinación juvenil a Luján hace 50 años en medio de un país convulsionado

    » TN corrientes

    Fecha: 05/10/2025 06:58

    Sociedad Los temores que acecharon a la primera peregrinación juvenil a Luján hace 50 años en medio de un país convulsionado Sábado, 4 de octubre de 2025 En 1975 el país estaba inmerso en una intensa violencia política enmarcada en una profunda crisis política y económica. La gran convulsión que vivió el país desde fines de la década del ’60 estaba llegando a su punto más alto a mediados de 1975. A la situación de un gobierno con una severa crisis de gobernabilidad y un colapso económico tras el estallido inflacionario que pasó a la historia como el “Rodrigazo” se sumaba una inaudita violencia política. Entre el idealismo híper ideologizado de una parte de los jóvenes, con frecuencia mal encaminado, y el desaliento de muchos otros, un grupo de sacerdotes quería encauzar los anhelos de cambio por los caminos de paz y unidad que la religión podía aportar y que, además, contribuyera a evitar que se cayera en una dictadura sangrienta. “Había que dar cabida a la juventud desalentada y abandonada a una nueva forma de cambiar la realidad: desde el Evangelio y desde la Iglesia. Pero no desde lo que el imaginario popular tenía por Iglesia: la jerarquía, los curas, las tranzas con los poderosos de turno, el ‘no innovar que te fichan’. La Iglesia tal cual es: los sencillos, los humildes, los pobres, los que sirven… Y de eso había bastante en la Iglesia. De entonces, de ahora y de siempre", escribió hace unos años el padre Ricardo Larken, miembro de la generación de sacerdotes y jóvenes porteños que comenzaron a pensar una iniciativa concreta que uniera a los jóvenes. ¿Y cuál sería esa acción? Por lo pronto, se pensó en algo muy acendrado en el pueblo cristiano. Rápidamente se concluyó en el amor por la Virgen de Luján. Fue entonces que un sacerdote, prestigioso teólogo y profesor que trabajaba con grupos juveniles de la ciudad de Buenos Aires, el padre Rafael Tello, en medio de una reunión de los curas que coordinaban grupos en parroquias y otros de villas, sorprendió a todos los presentes con una propuesta que en ese momento resultaba audaz: una peregrinación juvenil al santuario de la patrona de los argentinos. Una caminata desde Liniers a Luján a lo largo de 63 km. “Cuando el padre Tello nos presentó esa idea nos cayó como un baldazo de agua fría. ¿Cómo íbamos a invitar a otros compañeros a caminar de día y de noche hasta Luján? Nosotros mismos no sabíamos lo que significaba peregrinar porque no teníamos la costumbre ir a ese santuario”, contó una vez el padre Raúl Canali sobre aquel momento cuando, con 19 años, participaba de un grupo juvenil en el Colegio Episcopal de Devoto. Pero admitió que la idea los terminó entusiasmando. “Fue una inspiración divina que apelaba a la Virgen María, que es clave para la fe católica”, señaló. La aceptación de la profética idea del padre Tello se extendió rápidamente a muchos otros grupos juveniles. Pero no fue fácil convencer a las autoridades de la Iglesia. “Era un momento muy particular de la Argentina. Queríamos meternos en la realidad desde el amor, pedirle a la Virgen que nos ayude y nos una, pero nos costó mucho convencer a algunas personas de la iglesia”, reveló hace unos años Elba Romitelli, que integró la organización de la primera peregrinación. De hecho, el arzobispo porteño, el cardenal Antonio Caggiano, fue informado, pero no la autorizó. Los propios impulsores tenían sus dudas. Aunque no tanto por posibles expresiones políticas que la desnaturalizaran o hechos de violencia como temían las autoridades eclesiásticas, sino de participación y organizativas. ““Creíamos que íbamos a ser unos 2500 o 3000 jóvenes, pero llegamos a ser 30.000. Era una locura. Algunos hablaban de 50.000”, dijo una vez el padre Larken. “Caminábamos por la avenida Rivadavia que era una mano de ida y otra de vuelta, avanzando. la mayoría por la mano derecha, dejando libre la de la izquierda para el tránsito”, recordó. Como no había asistencia de ningún tipo, ni puestos organizados en el camino, los peregrinos iban a los baños de las estaciones de servicio o a casas particulares de personas que se los ofrecían. Muchas familias sacaban las mangueras de sus jardines para abastecerlos de agua. La solidaridad del pueblo estaba en marcha. Allí empezó a popularizarse un cántico que era un pedido: “A la dere, a la dere, a la derecha por favor”. Otro de los primeros organizadores, Marcelo Michel, evoca feliz: “La Virgen logró unir a todos los jóvenes”. Con un crecimiento exponencial, la peregrinación juvenil a Luján estuvo acompañada a lo largo de los 50 años de situaciones que marcaban cada época. Desde la primera con leyendas violentas estampadas en las paredes de casas y predios a la vera del camino, pasando por una atenta observación de los militares durante la dictadura, con presencia de ex combatientes de Malvinas y puntuales expresiones partidarias en tiempos electores. Pero sin que perdiera su esencia religiosa y con una cada vez más minuciosa organización. El lema de la primera peregrinación fue “La juventud peregrina a Luján por la Patria”. El año pasado, el de la edición 50º fue “Madre, bajo tu mirada buscamos la unidad”. Este año fue “Madre, danos amor para caminar con esperanza”. O sea, el ruego de una mayor fraternidad que permita la unidad de los argentinos sigue vigente medio siglo después. Pero por un fin de semana una multitud marcha unida y solidaria en pos de un mismo objetivo en lo que terminó siendo prontamente la manifestación de fe más grande del país. Sábado, 4 de octubre de 2025

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por