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  • Murió un hombre atropellado y buscan al conductor

    Valle María » Vallemarianoticias

    Fecha: 02/10/2025 18:13

    En la capital entrerriana hay un incremento en las denuncias por acoso sexual contra conductores de vehículos que operan a través de aplicaciones de transporte como Uber y Didi. En las últimas semanas, la ciudad ha sido escenario de un preocupante incremento en las denuncias por acoso sexual contra conductores de vehículos que operan a través de aplicaciones de transporte como Uber y Didi. Las víctimas, en su mayoría mujeres jóvenes y adolescentes, han comenzado a visibilizar una problemática que se agrava día a día. Según datos oficiales del Ministerio Público Fiscal de Paraná, durante la primera semana de septiembre se registró un salto alarmante en la cantidad de denuncias: de dos casos semanales se pasó a un promedio de cuatro a cinco cada siete días relacionadas con acoso sexual en servicios de transporte por aplicación. Esto incluye los llamados “Motouber”, modalidad que implica el traslado de pasajeros en motocicletas. La denuncia contra el exfiscal de Nogoyá y Rosario del Tala, Federico Uriburu, realizada el sábado 30 de agosto en Paraná por acoso sexual y privación ilegitima de la libertad de menores que habían requerido los servicios de Uber, motorizó otras denuncias de mujeres. Esa causa contra el exintegrante del Ministerio Público Fiscal continúa abierta, al igual que la que se inició en 2023 contra Fernando Caviglia, exsecretario de Industria y Comercio Exterior de la provincia. Las usuarias de este servicio relatan situaciones que van desde insinuaciones verbales hasta tocamientos no consentidos durante el viaje. En muchos casos, los hechos ocurren en trayectos cortos, donde el contacto físico es inevitable por la cercanía entre conductor y pasajera. El fiscal Leandro Dato, a cargo de la Unidad de Género, advierte que “el tocamiento configura un abuso simple, y debe ser denunciado sin demora”. El fiscal definió el acoso como el acto de: “verbalizar situaciones, digamos, un varón hacia una mujer, una joven, una adolescente, una niña en donde le hace ver su interés o le dice cosas, ya que tienen que ver con su cuerpo o con situaciones de preferencia o algunas más explícitas de tenor sexual”. Esta conducta implica claramente haber “pasado el límite” del respeto. Las personas que se sientan en esta situación pueden denunciar ante la policía, usar el formulario de la oficina de violencia del Superior Tribunal o acudir a la fiscalía. Si el caso queda solo en el plano del hostigamiento verbalizado, se tramita ante la justicia civil. Si hay tocamientos en partes del cuerpo de una mujer con sentido sexual, esto ya “configuraría en principio un abuso simple de mínima”. Específicamente, el fiscal detalló: “los tocamientos por encima de la ropa, ya en en lugares del cuerpo con un sentido sexual, ya son un abuso simple, primer párrafo del 119”. Cualquier persona que haya sufrido esta situación, como tocamientos en las piernas o la cadera, está “en condiciones de de denunciar”. Respecto a los servicios de traslado, Dato señaló que cualquier desviación del destino original puede configurar el delito de privación ilegítima de la libertad. Advirtió que la acción de “cerrar con seguro las puertas”, una demora injustificada o un recorrido distinto que empiece a dar vueltas por la ciudad, son “conductas totalmente indebidas, inadecuadas”. Dato enfatizó que: “La libre disponibilidad ambulatoria de una persona está protegida por el delito de privación de la libertad”. Finalmente, Dato instó a las víctimas a que “no duden tanto en denunciar como también en hacer reporte a la a quienes contrataron” el servicio de traslado. Grave denuncia contra Moto Uber Una de las denuncias que trascendió fue la de una joven trabajadora del Parque Industrial de Paraná. Según su testimonio, el conductor intentó desviar el recorrido hacia un destino desconocido. En un momento de desesperación, logró tomar el teléfono del chofer, descender del vehículo y llamar al 911. La causa se tramita en la justicia, aunque desde las fuerzas de seguridad se le exigió mayor documentación para avanzar con el proceso. Si bien las denuncias se canalizan a través de la Fiscalía de Género y la Oficina de Violencia de Género del STJ, muchas víctimas enfrentan trabas burocráticas. Las restricciones que pueden imponer los fiscales —como la prohibición de contacto por parte del acosador— tienen carácter temporal y solo escalan al fuero penal si se incumplen. Falta de control en las plataformas Uber exige a sus conductores un certificado de antecedentes penales, pero Didi no solicita dicho documento, alegando que realiza sus propias verificaciones. Sin embargo, muchos acosadores no tienen causas penales previas, lo que permite que sigan operando incluso tras una denuncia civil. La respuesta de las aplicaciones suele limitarse al bloqueo del perfil del conductor, una medida que resulta claramente insuficiente frente a hechos que requieren sanciones más contundentes. Varias víctimas contaron a Canal 9 Litoral que los conductores las contactaron luego del viaje mediante teléfonos, correos electrónicos e incluso redes sociales, utilizando los datos que quedan registrados en las plataformas. Esta situación expone una grave falla en la protección de la privacidad de las usuarias. En Paraná hay una ordenanza que regula los servicios de transporte de aplicaciones. Es la Ordenanza N° 10.170, sancionada el 28 de mayo de 2024, que está en vigencia, pero no tiene decreto reglamentario. Los controles son escasos en la capital provincial. ¿Qué hacer ante un caso de acoso? Las autoridades recomiendan: Documentar el hecho con capturas de pantalla, ubicación y detalles del viaje. Realizar la denuncia en la comisaría o directamente en la Fiscalía de Género. Solicitar medidas de restricción si existe contacto posterior por parte del agresor. Ahora

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