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» Diario Cordoba
Fecha: 02/10/2025 12:27
En España tendremos nuestras cosas, pero sabemos hacer rotondas. No circular por las rotondas, que no sabemos, sino construir rotondas. Nosotros pensamos en una rotonda y construimos una rotonda, y por tanto la rotonda que vemos y atravesamos en diagonal y en la que impedimos que otros se incorporen y que cogemos por el carril de fuera cuando no es, esa rotonda que no sabemos tomar; coincide con lo que sabemos que es una rotonda, porque la sabemos construir. Primero está el concepto de rotonda y luego la construcción de la rotonda, y en que no haya pérdidas en la materialización está un poco en juego la humanidad, porque somos el único bicho que hace rotondas y piensa en rotondas; y la pureza del pensamiento, porque cuanto más distintas sean la idea de rotonda y la rotonda construida menos rotonda será la segunda y más otra cosa adulterada, como las drogas que se cortan con talco. Pues España es así, tradicional y tomista y suarista y con rotondas concretas. Y yo, que veo a España como una rica mal administrada comida de pobreza, y que a veces pienso en inglés y miro a Inglaterra como un niño maltratado miraría a la madre cariñosa de un amigo; tengo que reconocer que en Inglaterra no saben hacer rotondas, y hacen unas rotondas nihilistas, que son un punto en el suelo, ni siquiera un punto grande, como si no tuvieran importancia porque algún día todo terminará y el mero punto ya cumple su función. Que un punto pueda funcionar como rotonda no significa que esa mínima expresión sea suficiente, es como atornillar con un cuchillo de cocina. En Galicia, este verano, vi rotondas de punto. Mantente fuerte, Galicia. *Abogado
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