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» Diario Cordoba
Fecha: 02/10/2025 12:22
Pues estoy yo tan tranquilo en mi planeta de no sé qué galaxia, cuando de pronto veo venir por el cosmos un no sé qué y… ¡plas!, me da en toda la cabeza. ¡Un mensaje cosmopoético! ¿Para mí, que en mi vida he recibido un mensaje del cosmos? Trae una nota: «Tiene la gran suerte de haber sido invitado a Cosmopoética, en el planeta Tierra». Yo pienso: «¡Por Júpiter!, ¿y esto qué es lo que es? ¿En qué lío quieren meterme desde no sé dónde?». Sigo leyendo: «A continuación le indicamos cómo debe presentarse, porque damos por hecho que lo está deseando. Primero: En cuanto al vestuario. Es obligatorio gorra con visera, una combinación entre marinero en tierra, patán y lord inglés; el color, gris marengo, o a cuadros escoceses, o príncipe de Gales, y no se la quite ni para ir al baño. También son obligatorios los tatuajes, los pendientes en las orejas, en la lengua o en la nariz, a modo de vacuno. El pelo, en rosa, azul, caoba o verde; largo o con moño; si viene con barba, perfilada, pero desarreglada. En cuanto a la pose, fundamental, entre intelectual, ácrata y comprometida; como diciendo: «Mira qué importante soy. Antes de mí, no existía la poseía. Conmigo se inaugura eso de mí para mí que yo llamo poeta, poeto, poete o poyete». Seguimos: Ropa informal, que no falte detalle: camisa entre Mao y gañán, pero de diseño; pantalones deslavazados, incluso cortos, enseñando pelos y rodillas; no calcetines; calzado: sandalias o zapatillas de deporte, pero caras. En cuanto a la construcción de lo que llama poema, cuantos menos puntos, comas, mayúsculas, mejor; no importa si se desliza alguna falta de ortografía, y menos si esa falta es de algún acento; en general, cualquier cosa que llame poema, pero sin ritmo ni rima ni nada, y, sobre todo, que no diga nada y que no haya quien lo entienda, porque lo suyo es de minorías. Temática: Mucho de sexo, de lo mal que estoy, de lo importante que soy, del tiempo del pepino. Sugerimos ejemplos: «Mi sujetador, en la ruina psicodélica»; «Los pajaritos perdidos en color del peine y viento arañado por la oropéndola infantil», o bodrios similares. Si lo entrevistan, hable con soltura, sin parar nunca de decir nada. Siéntese con displicencia, como si fuese a poner el huevo de Colón o a inventar la pólvora. No defraude. Hemos oído de su obra comentarios exóticos. Lo esperamos. En cuanto a los gastos, viene a escote. Un saludo cósmico. Tururú». Me entra la zozobra. ¿Y qué hago yo, Júpiter mío? ¿Yo, cosmopoeto o poeto del cosmos? Y tengo que asistir con gorra y tatuajes. ¿Y cómo me vuelvo yo poeto si en mi vida he escrito nada? ¿Y qué es eso del pelo a colores? ¿Y qué es eso de que lo mío es de minorías? *Escritor
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