01/10/2025 15:44
01/10/2025 15:43
01/10/2025 15:43
01/10/2025 15:43
01/10/2025 15:43
01/10/2025 15:42
01/10/2025 15:42
01/10/2025 15:42
01/10/2025 15:42
01/10/2025 15:42
Parana » AnalisisDigital
Fecha: 01/10/2025 14:14
No hay capitalismo sin crimen. Los mercados criminales no constituyen una disfunción, tampoco un mundo separado y separable del resto los mercados. En el mundo que nos toca, el capital se apoya de manera sistemática en una compleja trama de ilegalismos. No solo se valoriza con la especulación financiera sino con la expansión de los mercados informales y criminales. Muchas empresas económicas encuentran en la economía subterránea un punto de apoyo para mejorar su performance financiera. Pongamos un ejemplo: los mercados criminales (de drogas) financian a los mercados informales (talleres textiles informales) que a su vez les resuelven muchos problemas a los mercados legales (grandes marcas o marcas de alta costura). Es decir, los empresarios de mercados legales optimizan sus costos financieros tercerizando parte de sus tareas (corte y confección) en los mercados informales que a su vez se sostienen con los aportes de los empresarios criminales donde se reinvierten parte de sus ganancias. El comercio local de drogas ilegalizadas es un mercado socialmente estructurado. Los plebeyos son los que se encargan de las tareas más riesgosas como la guarda, fraccionamiento, venta al público, y la negociación con las policías. Mientras las elites se encargan de montar las estructuras jurídicas y contables para desviar o lavar el dinero. Una actividad que involucra a las cuevas financieras, la obra privada, desarrolladores inmobiliarios, representantes de jugadores de futbol, al turismo, la gastronomía, pero también a sectores del campo. En efecto, gran parte de esas estructuras jurídicas y contables se crearon alrededor del campo, para lavarle la plata que produce el agronegocio al margen del erario público. Pongamos otro ejemplo: Si la mitad de la cosecha que se vende al molino no se la declara al fisco, si la mitad de la cosecha que el molino vende a la cerealera o la aceitera tampoco se declara, y estas sacan por Paraguay o los puertos de controles rápidos que surcan el Paraná también sin declarar, eso quiere decir que existe un montón de plata sucia que reclama mecanismos de blanqueo para reingresarla luego al sistema. Dicho de otra manera: detrás del tráfico ilegal de drogas está el tráfico ilegal de granos. Porque gran parte de las estructuras financieras que se montaron para blanquearle el dinero al campo fueron referenciadas por los empresarios del mundo transa como una oportunidad para lavar también sus dividendos. Vaya por caso los fideicomisos que suelen montarse alrededor de la obra privada diseñada por desarrolladores inmobiliarios. Pero el universo de las drogas ilegalizadas es un mundo cortado en dos: el mundo de las elites casi nunca se junta con el mundo plebeyo, son espacios sociales que tienen que estar aislados. Y para eso existen una serie de obstáculos que impiden y tabican la movilidad ascendente de las minorías plebeyas. Por más exitosos sean los transas de los barrios plebeyos siempre chocarán contra una pared hecha de linajes, círculos y ambientes distintos. Los transas siempre tendrán muchos obstáculos para mudarse a un countrie, andar en autos lujosos, comprarse un yate, aviones, pasearse por las fiestas de la high society. Sus bienes y propiedades tienen fecha de vencimiento, son lujos esporádicos que llaman la atención y atraen al fisco, los expone y delata. Encima no tienen una trama social que proteja o disimule sus riquezas. Podrán contratar los servicios de un importante buffet, asesores financieros y contadores, pero a diferencia de las elites que juegan en otras ligas, van a otras fiestas, vienen de una estirpe que los preserva e invisibiliza, los transas de los barrios plebeyos son morochos y tienen otros estilos. Ahora bien, cuando el capital se valoriza en los mercados ilegales, el capital le reclama al Estado otras tareas: que exceptúe a las policías a rendir cuentas cuando operan al margen de la legalidad, toda vez que serán estas agencias las encargadas de regularlos. Regular significa liberar zonas, pero, sobre todo, aportar los marcos de previsibilidad que organizan los intercambios entre los actores, pero también los marcos para resolver las eventuales contradicciones que pueden llegar a suscitarse entre ellos. Para evitar que los conflictos se desmadren. Las policías son la mano invisible de las economías criminales. Impiden que los actores que componen el mundo transa prosperen de manera exorbitante. Saben que si los transas crecen demasiado o aparecen grupos rústicos no solo pueden autonomizarse o quedar fuera del radar policial, sino resolver sus contradicciones apelando a la violencia y escalar los conflictos hacia los extremos. Si la policía no regula ese mercado lo regularán los transas aún con mayores grados de violencias. La regulación policial, entonces, es una forma de reducción de daños, la forma que asume la tolerancia estatal. Una tolerancia que se logra mediante una “debilidad calculada del Estado”. Pero el sistema de regulación no constituye un sistema de recaudación, no es un mero “mecanismo de corrupción”. Quizá algunos policías puedan enriquecerse ilegalmente, al igual que algunos funcionarios de los distintos poderes. Pero no hay que confundir los efectos con la finalidad. El objetivo sigue siendo la regulación de los mercados ilegales plebeyos, es decir, garantizar a los mercados legales que puedan optimizar sus ganancias. Abordar la regulación en términos de corrupción implica esconder los problemas debajo de la alfombra, una manera de evitar que los problemas salpiquen a las autoridades cuando salen a la luz. Todo eso en el corto plazo, hasta que algún día se legalicen las drogas y pasemos a otro sistema de regulación semejante a los que tienen el resto de los mercados legales. (*) Docente e investigador de la UNQ y la UNLP. Autor del podcast Mundo Transa y del libro Desarmar al pibe chorro. (Artículo publicado originalmente en Perfil, el 28 de septiembre)
Ver noticia original