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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 30/09/2025 02:42
La vulnerabilidad infantil se incrementa drásticamente ante el paso de ciclones tropicales en regiones costeras de bajos ingresos (Imagen Ilustrativa Infobae) Los ciclones tropicales en el siglo XXI se han asociado con la muerte de aproximadamente 850.000 niños menores de cinco años en 34 países de ingresos bajos y medios, según un estudio internacional publicado recientemente en PLOS Medicine. Esta estimación, que contiene datos desde el año 2000 hasta el 2020, se basó en modelos estadísticos y datos de encuestas demográficas. Los expertos revelaron el impacto oculto y devastador de los desastres naturales en la mortalidad infantil, especialmente en regiones con recursos limitados y sistemas de salud frágiles. Las regiones con mayor proporción de muertes El análisis, liderado por Renjie Chen, se centró en países de Asia, África y América Latina, donde los ciclones tropicales, incluyendo huracanes y tifones, son cada vez más frecuentes y severos debido al cambio climático. El estudio destacó que la mayoría de las muertes infantiles atribuibles a ciclones se concentran en zonas costeras densamente pobladas, donde la vulnerabilidad social y la falta de infraestructura agravan los riesgos. El acceso limitado a servicios de saneamiento y agua potable agrava la mortalidad infantil tras los desastres naturales (Imagen ilustrativa Infobae) La magnitud del problema se reflejó en los datos: de los 348.243 niños menores de cinco años analizados, 100.798 fallecieron y 247.445 sobrevivieron en un periodo que abarca dos décadas. Los investigadores estimaron que la exposición a ciclones en el mes previo al fallecimiento incrementa el riesgo de muerte infantil, con un odds ratio (OR) —razón de probabilidades— global de 1,101 (intervalo de confianza del 95%: 1,039–1,166). En términos absolutos, se calculó que el 8,67% de las muertes infantiles en los países estudiados durante ese periodo pueden atribuirse a la exposición a ciclones, con una proporción aún mayor en África (17,56%). El estudio de PLOS Medicine detalló los mecanismos a través de los cuales los ciclones afectan la salud infantil. Los niños pequeños son especialmente susceptibles a ahogamientos y lesiones causadas por vientos fuertes y escombros, así como a enfermedades infecciosas derivadas de la contaminación del agua y la interrupción de los servicios de salud. Los ciclones tropicales representan una amenaza significativa para la supervivencia de niños menores de cinco años (Imagen Ilustrativa Infobae) Luego de un ciclón, la destrucción de infraestructuras sanitarias y la falta de acceso a agua potable y saneamiento seguro aumentan la incidencia de enfermedades como la diarrea, una de las principales causas de mortalidad infantil en estos contextos. La vulnerabilidad infantil aumenta en familias con menos recursos Los datos mostraron que los riesgos se amplifican en hogares que dependen de fuentes de agua inseguras, carecen de inodoros adecuados o viven en viviendas construidas con materiales rudimentarios. La vulnerabilidad de la población infantil se ve agravada por factores socioeconómicos. El análisis reveló que los niños de familias con menor nivel educativo materno, menor acceso a recursos médicos y que residen en regiones con bajo producto interno bruto per cápita presentan un riesgo mayor de morir tras la exposición a un ciclón. Además, la mayoría de los casos analizados corresponden a áreas rurales, donde el acceso a servicios básicos es aún más limitado. El cambio climático aumenta la frecuencia e intensidad de ciclones tropicales en países vulnerables (Imagen Ilustrativa Infobae) En cuanto a la distribución geográfica, el impacto de los ciclones sobre la mortalidad infantil es especialmente pronunciado en Asia y África, mientras que en América Latina no se encontró una asociación estadísticamente significativa. Asia concentra el mayor número absoluto de muertes atribuibles a ciclones, aunque las tasas de mortalidad por cada 10.000 niños son más elevadas en África y América Latina. Las regiones costeras y las islas del Caribe figuran entre las más afectadas, lo que subraya la sensibilidad de estas zonas al aumento de eventos climáticos extremos. Recomendaciones de los especialistas Los autores del estudio insistieron en la necesidad de fortalecer la preparación ante desastres en las comunidades vulnerables. Recomendaron priorizar la mejora de la infraestructura de agua potable y saneamiento, así como garantizar el acceso a servicios de salud, como estrategias clave para reducir la mortalidad infantil asociada a ciclones. El trabajo también señaló que la falta de datos en algunos países y las limitaciones metodológicas, como el posible sesgo de recuerdo y la clasificación dicotómica de la exposición, pueden afectar la precisión de las estimaciones, aunque la robustez de los resultados se mantiene tras diversos análisis de sensibilidad.
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