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» El Ciudadano
Fecha: 28/09/2025 13:01
Gabriela Sosa es presidenta del movimiento feminista Mumalá, que es parte del espacio Libres del Sur, y hoy ocupa el segundo lugar en la lista del Frente Amplio por la Soberanía (FAS) para las elecciones legislativas del próximo 26 de octubre. Desde el frente que lidera el diputado provincial Carlos del Frade pretende canalizar la crítica a la gestión de Milei, que entiende se expresará en estas próximas elecciones. Como militante de Mumalá plantea llevar al Congreso un proyecto para declarar la Emergencia en Violencia de Género, luego de los recortes del gobierno nacional en esa área, junto con otro proyecto para auditar y reconsiderar los pagos a la deuda externa. En diálogo con El Ciudadano, la candidata a diputada nacional por el FAS habló sobre los ejes de campaña, la situación nacional y escenario que vislumbra para las próximas elecciones. —¿Cómo recibiste la convocatoria para integrar la lista a diputados nacional del FAS? —Venimos trabajando en el Frente Amplio por la Soberanía (FAS) desde el año pasado. Cuando en Santa Fe se dieron las elecciones de la primera etapa del año, que incluyó cargos locales y la posibilidad de tener una participación en la Asamblea Constituyente, discutimos más integralmente las listas y la propuesta política del FAS. Nos interesaba tener una presencia en los lugares donde tenemos posibilidad de concejales, a la constituyente. Nosotras, particularmente yo, vengo con mucha tarea de activismo, en especial por los derechos de las mujeres en el orden nacional. Mi rol actualmente es de directora de las Mumalá a nivel nacional. Venimos planteando una serie de ejes vinculados a las consecuencias del gobierno de Milei, ya no solamente para las mujeres, sino para la ciudadanía. Cuando discutimos en el Frente las opciones y cómo queríamos trabajar las propuestas, desde Libres del Sur nos interesaba acompañar a Carlos Del Frade en lo que está sucediendo en el Congreso, en interpelar y llevar el feminismo como una voz en el planteo de las propuestas. Lo vivimos con mucho orgullo por el recorrido nuestro, pero también por el de Carlos, que es una persona muy conocida en Santa Fe por las características de su trabajo, tanto a la hora de investigar, de denunciar, como de legislar en la provincia. Lo vivimos con orgullo y como un gran desafío. —¿Cómo ves la evolución del Frente? ¿Crees que se pueden sumar nuevos actores en un espacio como el de ustedes? —Inicialmente tuvimos este componente de mucha crítica por no haber gestionado en la dimensión que la gente lo necesitaba. Ese enojo y angustia nos llevó a la actual gestión nacional. Pero también evaluábamos que era muy difícil sostener en Argentina un proyecto económico y político como el de Milei. Efectivamente hay una intención de sembrar, no solamente a nivel político y económico, sino cultural, ideas de derecha, una construcción que creo que nunca la vimos tan fuerte en el país. Pero también empezamos a ver una luz que comienza a abrirse, que tiene que ver con transformar la Argentina. Me parece que ya hay algunas posibilidades de que no sea solamente una búsqueda por derecha, sino darnos una oportunidad a los espacios progresistas. Es un desafío porque la ciudadanía expresó, incluso no yendo a votar, que está muy angustiada, muy agotada, muy sin respuestas, y eso lamentablemente lo aprovechó mejor la derecha. No obstante, creo en los límites del propio modelo económico y, una pequeña muestra, que ojalá se multiplique, fueron las elecciones de la provincia de Buenos Aires. Por lo tanto, con toda esta intención que tiene el gobierno, empieza a haber otras posibilidades de que la elección también acompañe a los sectores progresistas. —¿Creés que el FAS se está consolidando? —Tenemos un bloque interesante en la Legislatura provincial por donde han pasado muchos temas. Tenemos tres diputados, un concejal en Rosario y participación en muchas localidades de la provincia con una referencia muy importante como es Carlos Del Frade, así que confiamos en que vamos a tener un crecimiento, particularmente en estas elecciones. Creo que Carlos es un gran legislador provincial, pero creo que es una voz ineludible. Después de Pino no hubo una referencia de la izquierda nacional con tanta experiencia y contundencia. —¿Cuál es la relevancia de esta elección y el rol que hoy ocupa el Congreso? —El rol del Congreso es determinante para espacios como los nuestros. Creemos que es necesario una voz que vaya a interpelar sobre algunos temas que no se están planteando. Pero también los movimientos que se dan en el interior del Congreso tienen una relación directa con esta preocupación que comienza a tener el gobierno, este proceso de mayor nivel de crítica. En concreto se expresó en el voto en la provincia de Buenos Aires, pero se expresa también en las calles. Quizás cuando empezó el gobierno teníamos muchas ganas de que fuera muy masiva la crítica de trabajadores, de mujeres, de juventudes, pero hubo algunos momentos muy importantes: el 1° de febrero, los 8 de marzo, las marchas por la educación. A nivel de movilización ciudadana hubo una crítica. Algunas fueron muy masivas y contundentes y, por eso quizás, el gobierno no terminó de darles algunas puntadas finales a algunos temas que les interesaban. El Congreso empieza a tener un reflejo hoy de ese crecimiento de la disconformidad con Milei, de las patas de barro del modelo económico. Cuando ya hay algunos sectores que venían comulgando con el gobierno empiezan a observar que esto puede tener algún nivel de cambio. Hay una propuesta que, sin poder articularse cabalmente en estas elecciones, sí hay una intención política, desde los espacios de Schiaretti y Pullaro, que vinieron trabajando con el gobierno y ahora se vuelven a acomodar. Ellos coincidieron con Milei y en algunos casos se adelantaron a Milei, como fue la reforma previsional de la provincia de Santa Fe. Lo que viene sucediendo en el Congreso comienza a ser un reflejo de lo que viene sucediendo a nivel social, y eso abre nuevas posibilidades de pensar algunas estrategias comunes. Y en ese marco, y también gobernando la derecha, la voz de Carlos Del Frade, la voz mía y la de otros compañeros tiene que estar presente y seguramente va a ser muy contundente. —Dijiste que la derecha supo aprovechar el descontento de la sociedad. ¿Qué le faltó a otros espacios para convocarla? —Desde Libres del Sur hemos sido muy críticos a todo el proceso del gobierno de Alberto Fernández, incluso en otros momentos de gobiernos que incorporaban al kirchnerismo. Entendíamos que teníamos que repensar el modelo económico, una construcción política más amplia, que pudiera contener no solamente el peronismo sino a espacios como los progresistas, junto con algunas medidas de fondo como discutir con mayor fortaleza los préstamos del Fondo Monetario o llevar adelante medidas económicas que hubieran sido muy importantes, como por ejemplo para el caso Vicentin. Hubo una serie de complicaciones para el gobierno de Alberto que tenían que ver con la conducción política, más allá de sus internas y cómo se jugó ese gobierno. Hay una responsabilidad de quienes gobernaron desde el campo nacional y popular por no identificar que hay momentos para ser más valientes y para tomar decisiones. Quedaron atrapados en un Estado que no fue eficiente para la gente. Sobre eso no tiene la responsabilidad solamente Alberto Fernández, sino que es algo que acarreamos desde el desmantelamiento del Estado en la década del 90. Si nosotros no logramos tener un modelo económico que repiense las relaciones de poder, que piense en un modelo productivo diferente, que además priorice la equidad social y que identifique que el Estado debe ser eficiente y debe dar respuesta, el cóctel es muy explosivo. Parte de eso es lo que sucedió con los gobiernos anteriores, aún viniendo desde el progresismo nacional y popular. Es momento de esperar que haya una autocrítica más profunda de quienes pudieron gobernar en Argentina para pensar en un futuro con otras características. —¿Qué escenario imaginás para las elecciones? —Esperamos que haya un mayor voto de rechazo a Milei que se puede expresar en distintas opciones. Ya hay algunas encuestas que lo confirman, aunque hay que tomarlas entre comillas. Estamos seguros que va a crecer el rechazo a Milei en el voto. Esperamos que aumente la cantidad de participación electoral y creemos que va a haber más de un sector que canalice esa crítica hacia Milei. El Frente Amplio por la Soberanía va a ser una de las opciones contra este modelo de saqueo y de crueldad, así que estamos preparándonos con distintas propuestas y con mucha militancia. —¿Cuáles serán los ejes de campaña o proyectos que tenés pensado llevar al Congreso? —Tengo dos que son los prioritarios vinculados a tantos años de lucha en espacios con los sectores populares. Uno lo venimos repitiendo mes a mes, cada vez que hacemos los datos de femicidios, que es la Declaración de Emergencia en Violencia de Género. Le debo ese proyecto a las organizaciones, a los datos concretos, a las víctimas. Sin recursos no hay posibilidades de acompañar a las víctimas, a los familiares de víctimas, y ni hablar de la prevención y la sensibilización sobre la violencia machista. Parece que dimos un montón de pasos pero te encontrás con videos virales de empresas de estaciones de servicio donde se tiran las mujeres en bolsas de basura. Además de los datos alarmantes de femicidios y en el caso de Santa Fe se suman las muertas por narcotráfico. Es uno de los primeros proyectos que voy a impulsar porque necesitamos presupuestos a nivel nacional. Y el otro proyecto también lo hemos trabajado desde Libres del Sur y es el planteo de suspensión del pago de la deuda externa. Parece quizás algo abstracto, pero en lo concreto el Estado argentino tiene que auditar esa deuda, identificar cuál fue otorgada de manera fraudulenta. En esta gestión y en la de Macri fue una deuda otorgada y aceptada en términos fraudulentos, saliéndose de los objetivos y de las prerrogativas que habilitan al FMI para otorgar préstamos. Por otro lado, fue convalidada por un gobierno que podría haberla investigado y determinar pagos en función de una negociación mejor para Argentina y, por supuesto, con una necesidad de saldar la deuda interna. Ahora nuevamente el ministro y el presidente van a Estados Unidos a pedir más deuda para seguir pagando los intereses. Por lo tanto, impulsamos la suspensión de los pagos y auditoría de la deuda, y saldar todas estas deudas internas que se tienen con la ciudadanía argentina. En Santa Fe, se puede poner ese dinero al desarrollo industrial, por ejemplo, en una provincia donde si bien tiene un modelo agroexportador determinante, en la industria, particularmente en el Gran Rosario, se ve la precarización del sector. Tanto la violencia hacia las mujeres como la deuda están en íntima relación. Además se ponen en juego las deudas que tenemos en cada uno de nuestros hogares, fruto de esta situación económica. Carlos va a impulsar seguramente proyectos vinculados a la búsqueda de sanear de corrupción el Estado, de pensar estrategias legislativas para frenar el narcotráfico o al menos el control desde el Estado. —¿Cómo ves a los otros frentes? —En La Libertad Avanza un factor que influye es que no tienen un candidato muy conocido y otro factor es la situación nacional. Seguramente van a tener algún tipo de complejidad o algunos resultados que ellos mismos no esperan. Creo que se va a hacer sentir la crítica a Milei. Por el lado del peronismo, ojalá fuera una renovación. Creemos que fue el argumento con el que pudieron juntar a los sectores. Quizás algunos de estos espacios que están integrando ese frente son los que cuestionamos por tener vinculaciones, como el senador Traferri en causas por juego ilegal, para nombrar solo a uno. Por lo tanto, apostamos a que efectivamente se pueda construir en algún momento, no solamente en Santa Fe sino en el país, un sector más coherente, incorporando al progresismo y a los sectores del campo popular vinculados al peronismo, pero hay algunos límites como es este señor que mencioné recién, que pone muchas dificultades para formar un espacio común. Creemos que va a haber varios lugares donde se va a poner un voto opositor a Milei y creo que tanto nosotros como otros espacios vamos a ser un canal para eso. —¿Cómo ves el frente de Provincias Unidas? —El gobierno de Pullaro llevó adelante, junto con su candidata Gisela Scaglia, la reforma previsional muy rápidamente, incluso antes que Milei, algunos límites a los derechos de los trabajadores de expresar críticas y de organizarse pidiendo mejor salario. Habrá que ver si logra despegarse de haber apoyado las propuestas de Milei, tanto en el Congreso como fuera del Congreso. Lo intentan en el discurso, pero no la tienen fácil. Gisela Scaglia tampoco es muy conocida en la provincia, si bien ocupa un lugar de relevancia en la vicegobernación, no es un nombre fuerte en lo legislativo. El gobernador, sabiendo que no iba a tener fácil esta elección, jugó con algún actor que pudiera elegir ese voto de centro derecha. Habrá que verlo. —Hablamos de los casos de femicidio y durante este gobierno se han desmantelado áreas y recortado presupuestos ¿Cuáles fueron los mayores retrocesos? ¿Cómo impactaron estas medidas en la realidad actual? —Fue tal el retroceso que no tenemos nada. No hay ni una política nacional que haya sobrevivido al negacionismo de género de Milei. Podemos desplegar todo lo que se hacía, con todos los límites que siempre hemos marcado porque nunca alcanzó, pero Milei no dejó ni una política. Desde la asistencia económica a los hijos de las víctimas de femicidio, el 144 que era el teléfono donde se llamaba de urgencia, la capacitación obligatoria que debía tener el Estado cuando una mujer se atiende y necesita respeto en sus derechos humanos, hasta lo vinculado con los medicamentos de hormonización para personas trans. Nosotras planteamos que son los gobiernos provinciales quienes deben reemplazar esas políticas, porque no vemos que haya una restitución de lo que eliminó el gobierno nacional. Hay una coherencia ideológica sobre cómo piensan y niegan la violencia de género, y con eso incumplen la Constitución. La situación es dramática y lamentablemente no hay presupuestos nacionales ni son reemplazados. —¿Qué áreas siguen en funcionamiento a nivel nacional y provincial? —Con la decisión de eliminar ministerios Milei anticipó lo que luego, bajo el mismo argumento, se desjerarquizó en toda Argentina, salvo en la provincia de Buenos Aires: los ámbitos que diseñan la política pública. En el caso de la provincia de Santa Fe también desjerarquizaron, pero además quedó muy bajo el presupuesto. Hay trabajadoras muy comprometidas en cada provincia que no tienen recursos para ofrecer a las mujeres que circulan por los municipios y comunas. Estamos en una situación muy dramática. —¿Y tuvieron algún tipo de respuesta? —Según las organizaciones les dijeron que vayan a pedir los recursos al Ministerio de Economía. Una cuestión económica nada más, de presupuesto. Y es lamentable porque me tocó gestionar la política pública de Santa Fe y contábamos con otros recursos. Por supuesto, insisto, muchos gobiernos siguieron estos lineamientos nacionales, algunos por coincidencia en el argumento presupuestario y otros leyendo una ola antiderechos que tuvo un momento de desarrollo. Lo lamentable es que eso no va a transformar absolutamente nada. No se van a evitar las situaciones de violencia, sino que se van a multiplicar y de eso van a tener que dar respuesta los mismos gobiernos que hoy no restituyen políticas.
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