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» Santafeactual
Fecha: 27/09/2025 15:20
Con un marcado hermetismo, el juicio a la banda del hampón Claudio Daniel Coto llega a su final en los Tribunales Federales de Rosario. El grupo salió a la luz en diciembre de 2023 por los secuestros de familiares de un empresario residente en la Torre Aqualina. También son juzgados por otro hecho ocurrido en Villa Ramallo. En el marco de los alegatos de cierre del juicio que se desarrolla en los Tribunales Federales de Rosario contra seis personas que integraban una banda de secuestradores que operaba en San Nicolás y Rosario, la acusación solicitó penas de prisión de cumplimiento efectivo para todos los imputados, con la máxima gravedad para Claudio Daniel Coto, para quien se requirió una pena de 20 años de prisión, y para Néstor Santabaya, de 18 años de prisión, por considerarlos jefes de la asociación ilícita y responsables de los secuestros extorsivos. El juicio oral y público seguido a la sofisticada banda de secuestradores que protagonizó la crónica policial en diciembre de 2023 entró esta semana en su etapa final en los Tribunales Federales, con una marcada reserva y perfil bajo de las partes. “No se trata de hechos aislados, estamos frente a una organización criminal jerarquizada y persistente en el tiempo”, dijo el martes el fiscal general Federico Reynares Solari, que estuvo acompañado por el auxiliar Rodrigo Romero y la fiscal coadyuvante María Virginia Sosa, del Área de Investigación y Litigio de Casos Complejos de la Unidad Fiscal Rosario. Delito sofisticado De acuerdo con la acusación, la banda planificó y ejecutó secuestros extorsivos, amenazas y extorsiones en Rosario y San Nicolás, con una logística digna de una “fuerza de seguridad paralela”: selección de víctimas de alto perfil patrimonial, tareas de inteligencia, alquiler de casas para cautiverio, vehículos con patentes cambiadas, teléfonos analógicos para evitar rastreos y hasta un distorsionador de voz. Los acusadores ubicaron como jefe de la organización a Claudio Daniel Coto, quien manejaba la estrategia general y utilizaba identidades falsas para camuflar la autoría de los delitos perpetrados. Su segundo en la cadena de mando fue Néstor Adrián Santabaya, definido por los investigadores como “jefe operativo”. En un rol de “soldados” o mano armada se encuentran Emiliano Mario Andrés Acuña y Sebastián Ezequiel Pugliese, mientras que Silvia Beatriz López actuaba en las tareas de inteligencia y logística, y Nicolás Adrián Santabaya colaboraba en funciones de apoyo. Secuestros en Rosario y Villa Ramallo A cargo de la investigación de los hechos estuvieron el fiscal general Javier Arzubi Calvo, con funciones de coordinación del Distrito Rosario, por secuestros ocurridos en Rosario, y Matías Di Lello, por un hecho ocurrido en la ciudad de Ramallo, con la colaboración de Santiago Marquevich, quienes pudieron desmantelar a la organización criminal realizando un trabajo conjunto con el Departamento Antisecuestros Norte de la Policía Federal Argentina. El primero de los hechos por los que Di Lello y Marquevich requirieron la elevación a juicio ocurrió el 24 de enero de 2023 en la ciudad bonaerense de Villa Ramallo y tuvo como víctima a uno de los hijos del fallecido empresario Gustavo Degliantoni. La víctima fue secuestrada cuando circulaba en una camioneta por un camino de tierra y se montó un falso operativo policial que incluyó vehículos y hombres con uniformes de la Policía Federal. El joven fue trasladado hasta un domicilio de San Nicolás. Los captores se comunicaron a través de mensajes de texto con un familiar del cautivo y le hicieron saber la ubicación de la camioneta, donde habían dejado un bolso con teléfonos celulares y una nota donde daban instrucciones y pedían un millón de dólares de rescate. El familiar comenzó a recibir llamados y las negociaciones se extendieron hasta que, al día siguiente, se acordó el pago de 580 mil dólares. Lo obligaron a hacer un recorrido de varias postas que culminó en una estación de servicio de la localidad bonaerense de Wilde (partido de Avellaneda), donde por la noche un motociclista pasó a retirar el dinero. Los delincuentes se comunicaron a las 2 de la madrugada del 26 de enero de 2023 para avisar que habían liberado a la víctima en el puente de la ruta nacional N° 9 de ingreso a la localidad santafesina de Theobald, a unos 60 kilómetros de Rosario. El segundo y el tercero de los secuestros, uno en grado de tentativa porque la captura resultó fallida y el otro consumado, ocurrieron con cinco días de diferencia, en el mismo sitio y tuvieron como víctimas a la pareja y el hijo adolescente del empresario farmacéutico Roberto Zórzoli. El 5 de octubre de 2023, a las 6.43, la mujer y su hijo se dirigieron a la cochera de la Torre Aqualina, donde residen, para subirse a su auto. En ese marco, los imputados “intentaron ingresar al área de cocheras para sustraer, retener y ocultar a las víctimas y exigir un rescate a cambio de su liberación, pero la maniobra se vio frustrada porque el techo del utilitario quedó atascado con el portón del edificio, motivo por el cual se retiraron”. El 10 de octubre siguiente, a las 6.44, una camioneta Renault Trafic blanca logró ingresar a las cocheras del mismo edificio y, cuando la mujer y el adolescente bajaron, fueron capturados por tres sujetos con los rostros cubiertos que los obligaron a subir al rodado. Según la investigación, los captores trasladaron a las víctimas al barrio Parque Avambaé de San Nicolás, donde las hicieron permanecer durante todo el cautiverio en una habitación. El empresario recibió una llamada y tres mensajes de WhatsApp en los que le advertían sobre sus familiares secuestrados y que, a cambio de su liberación, exigían 3 millones de dólares. Luego, le indicaron que pasara a retirar por un restaurante de zona norte un bolso con celulares. Sin que se pagara rescate, la mujer y su hijo fueron liberados ilesos alrededor de las 20 del mismo día, sobre la ruta nacional 188, en una zona rural de la localidad de Campo Salles, partido de San Nicolás. Para la fiscalía, la Trafic blanca empleada en este hecho es la misma que fue utilizada, ploteada como ambulancia, el 21 de octubre de 2023 en un robo de 530 millones de pesos a una financiera del microcentro porteño, y que apareció incendiada en el partido bonaerense de Lanús. Durante la instrucción de la causa, los involucrados recibieron la falta de mérito en el secuestro del financista rosarino Jorge Oneto, perpetrado en julio de 2021, un hecho que en su momento no fue denunciado, según indicaron las fuentes del caso. Pedido de penas El alegato de la fiscalía ante los jueces del Tribunal Oral Federal N° 3, integrado por Eugenio Martínez (presidente), Osvaldo Facciano y Mario Gambacorta, reconstruyó un cuadro probatorio “contundente”, en el cual estuvieron presentes los testimonios de las víctimas y sus familias, escuchas telefónicas, pericias técnicas, cámaras de seguridad, cotejo de voces y análisis de equipos secuestrados. Todo encajó como “un rompecabezas que conduce a los mismos nombres y la misma firma criminal”. La acusación solicitó penas de prisión de cumplimiento efectivo para todos los imputados, con la máxima gravedad para Coto, para quien se requirió una pena de 20 años de prisión, y para Néstor Santabaya, de 18 años de prisión, por considerarlos jefes de la asociación ilícita y responsables de los secuestros extorsivos. En tanto, para Acuña y Pugliese se pidió una pena de cumplimiento efectivo de 15 años de prisión. Y en relación con Silvia López y Nicolás Santabaya, una pena de 6 años de prisión para cada uno de ellos. Además, los fiscales pidieron el decomiso de bienes, vehículos, armas y dinero secuestrado durante los procedimientos, al considerar que provienen de la actividad criminal. El juicio proseguirá la semana próxima con el alegato de la defensa, en una audiencia pautada para el 3 de octubre, mientras que el veredicto podría darse a conocer antes del 10 de este mes. Fuente: rosario3
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