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  • Milei negocia con Estados Unidos, pero con las retenciones favoreció a China

    Parana » Informe Digital

    Fecha: 26/09/2025 18:56

    La decisión del gobierno de Javier Milei de eliminar de forma temporal las retenciones a la soja y sus derivados tuvo un ganador inesperado y contundente: Cofco, el gigante estatal chino que representa al régimen de Pekín en el comercio global de granos. La compañía aprovechó la medida para declarar exportaciones por más de 2,5 millones de toneladas de harina de soja —el principal producto del complejo sojero argentino— por un valor superior a los USD 1.200 millones, sin pagar derechos de exportación. La harina de soja representa alrededor del 16% del total de las ventas externas del país y más del 40% del complejo sojero. Argentina es líder mundial en la industrialización de este cultivo gracias a su capacidad de “crushing”, con enormes plantas de molienda ubicadas en el cordón industrial del Gran Rosario y sobre el río Paraná, que pueden procesar más de 200.000 toneladas por día. El movimiento de Cofco tiene implicancias geopolíticas. La empresa, uno de los mayores compradores globales de soja, ha priorizado sus compras en Argentina en el marco de la guerra comercial entre China y Estados Unidos. Esta decisión, potenciada ahora por el beneficio fiscal, podría generar tensiones con la administración de Donald Trump, que cuenta entre sus principales bases de apoyo con productores estadounidenses directamente competidores del gigante asiático. La reacción del sector agropecuario local no tardó en llegar. Diversas entidades calificaron la operatoria como una “estafa”, ya que el beneficio no alcanzó a todos por igual. Solo las seis grandes comercializadoras —Cargill, Bunge, ADM, Viterra, Louis Dreyfus y Cofco— pudieron aprovecharlo, declarando exportaciones anticipadas y obteniendo ventajas impositivas sin contar aún con el grano. Luego, comprarán la soja a los productores, descontando las retenciones que el Gobierno volvió a aplicar desde esta semana. “Fue un acuerdo cerrado entre pocos. Ganaron cerca de 2.000 millones de dólares en tres días. El Gobierno buscó esto”, sostuvo un dirigente de la Mesa de Enlace. Según datos del sector, apenas el 15% de las exportaciones declaradas se cargará en octubre, un 50% lo hará entre octubre y noviembre y el resto recién en 2026. Para los productores medianos y pequeños, la maniobra representa un golpe duro. Además del beneficio fiscal, las grandes exportadoras aprovecharon el diferencial financiero: vendieron anticipadamente, colocaron el dinero en instrumentos en pesos con tasas positivas y luego se dolarizaron antes de la devaluación que el mercado descuenta como inevitable. En la city llaman a esta operatoria “carry sojero”, un negocio financiero que se disfraza de exportación. Buena parte de las ganancias extraordinarias terminará en China. Cofco no solo adelantó compras, sino que también aseguró el abastecimiento de sus plantas de molienda y aceiteras, claves en el comercio global de granos. La magnitud del beneficio llevó al secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, a exigir a Milei el restablecimiento de las retenciones. La presión de Washington obedece a un trasfondo estructural: las economías de Argentina y Estados Unidos compiten directamente en la producción de soja y petróleo. Cada modificación impositiva altera el equilibrio en los mercados globales. Las retenciones funcionan como un mecanismo para nivelar la competitividad interna, pero su eliminación refuerza la posición de los exportadores argentinos y afecta a sus pares norteamericanos. En ese contexto, la medida libertaria, lejos de beneficiar al conjunto del agro argentino, terminó fortaleciendo a un jugador estatal extranjero y profundizando las tensiones comerciales entre dos potencias agrícolas.

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