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» Diario Cordoba
Fecha: 25/09/2025 23:19
La infiltración de la corrupción en el Puerto de Valencia a la que ha tratado de poner fin la Policía Nacional con la macrooperación puesta en marcha esta semana y que ha permitido la detención de 73 personas en tres días -y aún faltan arrestos por llevar a cabo- era tal, que nada se movía dentro del recino portuario sin que se enterasen los presuntos cabecillas de las dos redes que constituían el llamado Cartel del Puerto de Valencia. Por ahora, el titular del Juzgado de Instrucción 15 de Valencia, la Fiscalía antidroga y la Policía Nacional consideran a los detenidos responsables de la inroducción de 3.589 kilos de cocaína en siete envíos. Todos ellos han ido cayendo en manos de los investigadores y de Aduanas desde el 19 de abril de 2024 hasta el 18 de julio de este año. Y todas las veces, el Cartel dio por perdidos los cargamentos mucho antes de que Aduanas, la Policía o la Guardia Civil constatasen la existencia de la droga. ¿Cómo se sabe? Gracias a las intervenciones telefónicas ordenadas por el juez instructor a lo largo de esta sigilosa investigación, puesta en marcha a principios del año pasado, en las que se repite siempre la misma frase: "Oye, que el contenedor va a ser revisado". Era el aviso, proveniente de varios de los detenidos -trabajadores del puerto en puntos estratégicos- que tenían bajo control los contenedores que los narcos les habían señalado, para dar por perdido el alijo y prevenir a camioneros y rescatadores designados en cada ocasión para extraer la droga del Puerto. Así evitaban sus detenciones. Por el momento, se sabe que el número de estibadores apresado supera ampliamente la decena, y que a ellos se unen otros trabajadores del Puerto, entre ellos sindicalistas y un responsable dle Centro de Gestión de Empleo, donde se elegía quién y cuándo debía trabajar en función de las necesidades del Cartel, según fuentes de toda solvencia consultadas por Levante-EMV. Prórroga de las detenciones El juez de Instrucción 15 de Valencia, que ha dirigido la operación policial contra el bautizado como Cartel del Puerto de Valencia, ha comenzado a recibir a 44 de los 73 detenidos en la macrooperación desarrollada por el grupo V de la Udyco de Valencia y por la Udyco Central, cuyo objetivo final era el desmantelamiento de dos redes criminales, paralelas e interseccionadas, responsables, presuntamente, de haber tejido una extensa y activa red corrupta entre los trabajadores de los muelles valencianos que les habría permitido la introducción de al menos 3.589 kilos de cocaína en siete envíos a lo largo de 15 meses, entre abril de 2024 y julio de 2025. En ese cómputo, faltarían otros 936 kilos confiscados este domingo y que tiene muchas papeletas de terminar siendo imputado a las dos organizaciones comandadas por dos históricos del narco valenciano, I. T. R., detenido en Ibiza, y B. M. R., arrestado en Alboraia. Ambas organizaciones trabajaban juntas o separadas en función de las necesidades, lo que ha llevado al juez, a la fiscal antidroga y a la Policía a calificarlos como cartel. Agentes de la Policía Nacional en labores de custodia en la Ciudad de la Justicia. / José Manuel López Las prisiones, a partir del jueves En principio, no está previsto que el magistrado decrete este miércoles ninguna decisión procesal sobre esos 44 detenidos del primer días -la operación se ha cerrado con 73 arrestados a los que se le suman otros once detenidos en diciembre de 2024, cuando cayó el capitán de la Guardia Civil del Puerto-, algunos de ellos ya en prisión por otras causas-. Al contrario, lo previsible es que el juez prorrogue su permanencia en los calabozos mientras agota las 72 horas de las que dispone para legalizar su situación, esto es, decretar su ingreso en prisión (con o sin fianza) o su libertad provisional sustentada en medidas cautelares que garanticen que no se sustraen a la acción de la justicia (firmar en los juzgados, retirarles el pasaporte y/o prohibirles que salgan de España) Por esa razón, lo previsible es que el magistrado emplee este miércoles para leer los derechos e informar a cada uno de esos 44 detenidos de los cargos específicos que pesen sobre ellos, y que las comparecencias de prisión no se celebren hasta el jueves (está previsto que se alargue hasta el viernes). Esa decisión no solo daría tiempo al juez a afrontar la legalización de la situación procesal de cada detenido, sino que también garantiza a las defensas la lectura de los elementos esenciales de cada atestado en los que se sustenta la acusación sobre cada uno de los detenidos. Cinco objetivos ya estaban en prisión La causa está abierta, entre otros, por los delitos de tráfico de drogas -en este caso, de extrema gravedad, dadas las cantidades que manejaban-, organización criminal -lo que agrava las penas-, falsedad en documento público, blanqueo de capitales y tenencia ilícita de armas -para aquellos a quienes se han encontrado armas prohibidas en sus domicilios-. Tal como ha venido informando Levante-EMV, la macrooperación, puesta en marcha a las seis de la madrugada del lunes -de ahí la premura en empezar a pasarlos este miércoles ante el juez, para evitar que venzan las 72 horas máximas de detención policial- se ha saldado, según las fuentes consultadas, con la detención de 73 personas, a las que se suman diez que ya estaban en prisión por otras causas, la práctica de 48 registros en domicilios, empresas y centros de trabajo de 45 localizaciones en Valencia, Castellón y Baleares y la incautación de al menos medio millón de euros en metálico, además de joyas, credenciales de criptomonedas, vehículos y otras propiedades. En principio, se cifraba en 86 los detenidos por esta macrooperación en todas sus fases, de las que la más importante es la desarrollada esta semana. Así, a los 73 detenidos ahora -44 el lunes, 25 el martes y los últimos 4, el miércoles- se le suman once arrestados -entre ellos, Bolaños- en diciembre de 2024 con los 1.140 kilos de cocaína confiscados en Beneixida -diez siguen en prisión y uno está en libertad y dos fugados, de los que informó el lunes en exclusiva este diario. En total, 86 imputados, entre los que están las esposas e incluso las madres de alguno de los principales investigados Adiós al Cartel del Puerto Tal como ha venido informando este diario, la histórica macrooperación policial, dirigida sobre todo a acabar con la corrupción dentro del Puerto de Valencia, que ha permitido que este fuese, desde hace más de dos décadas, la principal puerta de entrada a Europa de toda la cocaína producida en Colombia, Bolivia y Perú, se puso en marcha poco antes de las 6.00 horas del lunes de manera simultánea en 45 ubicaciones de Valencia, Castellón e Ibiza para realizar 48 registros -viviendas (la mayoría), sedes de empresas y un centro de trabajo- y ejecutar 86 órdenes de detención, de las que a primera hora de este martes se habían logrado hacer efectivas 52 -con al menos dos de los objetivos en paradero desconocido, ya que huyeron antes de la llegada de la Policía-. Entre los detenidos se encuentran los respectivos cabecillas de las dos redes que formaban el cartel, y que podían actuar independientemente, en sociedad puntual o intercambiándose miembros y colaboradores en función de las necesidades, sus lugartenientes y los integrantes, por escalafones, de cada una de las tramas. Pero eso, en cuanto a las estructuras puramente dedicadas a la importación de cocaína al por mayor a través del Puerto de Valencia que conocían los dos líderes como la palma de su mano, porque han trabajado como portuarios toda su vida. El zarpazo a las finanzas: el blanqueo En paralelo, la macrooperación, en cuya ejecución ha sido clave el uso de ocho agentes encubiertos, ha servido para desmantelar las estructuras necesarias para poder poner en circulación la cocaína, por lo que han sido detenidos miembros de una transitaria, de dos empresas de transporte por carretera (camioneros y el administrador único de una de ellas, ubicada en Aldaia), asesores fiscales (para crear las sociedades a través de las que se ha blanqueado el dinero), miembros de sindicatos que operan en el puerto, estibadores... Todo el entramado necesario para localizar los alijos, sacarlos del puerto, llevarlos a sus destinatarios finales y 'legalizar' después las ingentes cantidades de dinero que les reportaba el negocio a través de la compra de inmuebles, negocios, vehículos y hasta algún barco, amén de viajes, ropa de lujo, joyas... En pocas palabras, el blanqueo de capitales. La Policía halló 120.000 euros oculto en el piso de uno de los estibadores detenidos En los registros practicados el lunes, han sido encontradas fuertes sumas de dinero, cuantías de difícil explicación en un domicilio particular, como es el caso de 120.000 euros, billete sobre billete, localizados en el piso de uno de los estibadores detenidos, por elevado que sea el sueldo de estos profesionales. En total, y a falta del recuento final que están llevando a cabo los agentes del grupo V de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) de Valencia -promotor de esta gigantesca operación policial iniciada en marzo de 2024- y de la Udyco central de la Comisaría General de Policía Judicial, el dinero físico hallado durante ese medio centenar de registros superaría el medio millón de euros, al margen de credenciales de criptomonedas -los narcos también invierten en moneda virtual- y propiedades mobiliarias e inmobiliarias. Siete cargamentos en 15 meses Por lo que respecta a la droga, y a la espera de determinar si los 936 kilos del domingo pertenecen al Cártel bicéfalo presuntamente comandado por I. T. R. y B. M. R., a los detenidos se les imputa la introducción de 3.589 kilos de cocaína en Valencia a través de su Puerto, llegada en siete envíos de contenedores contaminados, con el sistema de gancho perdido (5) o ganchos diferido (2), entre abril del 2024 y julio de este año. El primero de los envíos fue interceptado el 19 de abril de 2024, y fue a raíz de este cargamento cuando el juez de Instrucción 15 de Valencia incoó las diligencias que han dado pie a esta macroinvestigación. Ese día, la Policía Nacional y agentes de Aduanas de la Unidad de Análisis de Riesgos (UAR) de Valencia, confiscaron durante una revisión rutinaria un alijo de 549 kilos de cocaína ocultos en un contenedor. Quince días después, el 4 de mayo, cayó el segundo alijo del Cartel del Puerto, aunque en ese momento aún no se habían reunido pruebas de que les pertenecieran los 200 kilos confiscados en un contenedor, nuevamente traídos mediante el sistema de gancho perdido. El tercer envío que se les imputa es el que estaba oculto dentro de un contenedor que llegó al Puerto de Valencia el 26 de junio de 2024. Esa vez, sin embargo, la Policía y Aduanas se fueron con las manos vacías, porque no quedaba ni rastro de las mochilas del gancho ciego: el contenedor había sido revisado por antinarcóticos de la Policía Nacional de Colombia en Medellín, la tierra de Pablo Escobar. Ahora, destapada la trama de Valencia, es previsible que el juez y el fiscal antidroga ya puedan solicitar formalmente a las autoridades colombianas los datos de esa incautación. Solo cinco días más tarde, el 1 de julio de 2024, la red de redes ahora desmantelada recibía, presuntamente, el cuarto contenedor: otros 460 kilos de cocaína ocultos en forma de gancho ciego -o 'rip off' en su denominación inglesa- junto a una carga legal. La red conectada con el capitán del Puerto A partir de ahí se registra un parón hasta el 4 de diciembre de 2024. Ese día, la Policía Nacional intervenía en un almacén de Beneixida 1.140 kilos de cocaína. Era el quinto envío. Lo importante, sin embargo, no era la droga, a pesar de que superaba la tonelada. Lo extraordinario fue que de las once detenciones practicadas -seis la Policía Nacional y cinco Asuntos Internos de la Guardia Civil- la que destacaba entre todas las demás era la de Jesús Bolaños, capitán de la Guardia Civil y responsable del Puerto de Valencia, donde, según las acusaciones que pesan sobre él y que lo mantienen en prisión se enriqueció a lo largo de años y años en los que presuntamente dio cobertura a los narcos para permitir que entrasen los alijos de quienes le pagaban y cayesen los de los contrarios. ¿Significa eso que el capitán pertenecía al bautizado como Cartel del Puerto? La respuesta que dan quienes conocen el asunto policial y judicialmente es firme: no. Lo que sucede es que, como tantas veces, unas tramas se solapan con otras y hasta comparten mano de obra. Y en esta, los importadores habían contado, presuntamente, con la inestimable colaboración del mando de la Guardia Civil, investigado en paralelo por Asuntos Internos del Instituto Armado. Ochenta kilos y un GPS olvidados La trama permaneció medio año sin mover ficha. La racha se rompió el 6 de junio de este año con el sexto envío. Eran dos contenedores, pero Aduanas solo halló 80 kilos en uno de ellos: el resto ya se lo habían llevado los rescatadores y nadie ha sabido nunca por qué dejaron esos 80 tras de sí, aunque lo más probable es que se acercara alguien y se asustaran. Eso sí, adosado a la cara interna de la chapa metálica de la puerta del contenedor, la Policía recuperó un geolocalizador, lo que refrenda la tesis de la huida precipitada. Y gracias a ello, los investigadores han logrado identificar a los rescatadores. El séptimo y último cargamento, antes del de este domingo si es que finalmente se incluye en las acusaciones contra el cartel desmantelado, fue intervenido el 18 de julio pasado: 1.160 kilos más de cocaína, distribuidos en 25 bolsas, junto a la carga legal de atún en conserva que venía, cómo no, del puerto de Guayaquil, en Ecuador, tal como publicó entonces en exclusiva Levante-EMV. Y cómo no, también, volvía a ser un gancho ciego.
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