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» La Capital
Fecha: 25/09/2025 12:13
En medio del bajón generalizado del equipo, el Canalla extraña aquellos viejos tiempos en los que Nacho y el Bicho mostraban un mayor desequilibrio En un fútbol tan parejo y exigente como el argentino, un equipo que pueda garantizar al menos una sociedad futbolística estará en condiciones de marcar la diferencia. Central tuvo algunas en estos últimos años y una en la que muchas veces se hizo hincapié: Ignacio Malcorra-Jaminton Campaz . Hoy ya no es tal, ya no se la ve como en tiempos anteriores. ¿Los motivos? Se pueden hallar decenas, pero lo concreto es que a Nacho y al Bicho les está costando congeniar, al menos en la medida en la que el hincha sabe que pueden hacerlo, sencillamente porque ya lo demostraron. Desconocer la presencia de Ángel Di María en este equipo, con todo lo que ello significa, no es el mejor ejercicio. Sobre todo a la hora de sopesar que Angelito es quien verdaderamente está marcando una real diferencia: no sólo es el goleador del equipo (convirtió cuatro de los seis goles que lleva el Canalla en el torneo), sino que fue partícipe directo en uno de los otros dos, marcado por Alejo Veliz. Fideo tiene la capacidad de establecer sociedad con cualquiera que se anime a hacerlo y es algo que intenta en cada partido, amén de que su verdadero desequilibrio, además del liderazgo, por supuesto, lo haya logrado a través de jugadas con pelota detenida. Pero cuantas más sociedades pueda generar un equipo, la traslación al resultado resultará inevitable. >>Leer más: A Central se le fue el veranito de la localía y debe empezar a sacar pecho fuera del Gigante La merma futbolística del Canalla Uno de los primeros detalles en los que hay que reparar es que el equipo completo sufrió una merma futbolística, al menos en lo que hace a los resultados, que dista de aquel gran primer semestre de 2025 que tuvo. En esa entran todos, desde el lateral derecho hasta el extremo izquierdo. MacorraSSM Hace varios partidos que Nacho Malcorra viene actuando como doble 5, en el anillo central. Sebastián Suárez Meccia / La Capital En medio de esa merma están Malcorra y Campaz, a quienes les cuesta congeniar como lo venían haciendo. El dato de que el colombiano sea aún el máximo goleador (tiene cinco anotaciones) del equipo y que Nacho lo siga (ahora junto a Di María) con cuatro es evidente. A ello llegaron después de haber sido las armas más punzantes del equipo en ese torneo Apertura en el que Central lo transitó prácticamente caminando hasta los partidos de eliminación directa, sobre todo el de Huracán (cuartos de final). Al poco tiempo de haber comenzado a jugar juntos (Malcorra venía del proceso de Carlos Tevez y Campaz llegó de la mano de Miguel Ángel Russo) entablaron un diálogo futbolístico evidente. Hubo partidos en los que dejaron en claro que uno vivía para el otro y viceversa. Hoy la historia ya no es la misma. A los dos les cuesta plasmar ese entendimiento. >>Leer más: Central, entre la buena salud y algunas deficiencias que está obligado a mejorar Rendimientos individuales Lo del rendimiento individual es claro, de hecho Campaz se quedó afuera del partido frente a Boca porque el entrenador Ariel Holan entendió que eran mejores opciones Gaspar Duarte o Santiago López. En el medio, un cambio de posición de parte de Malcorra que colaboró para que el distanciamiento entre ambos en cancha fuera más notorio. Esto se dio a partir del clásico, en el que Holan dispuso que Nacho se retrasara unos cuantos metros en el campo de juego, a la altura de Franco Ibarra, para que la salida desde el fondo luciera más limpia. En cierta forma lo logró. CampazSSM Campaz no está en el nivel que el hincha está acostumbrado a verlo. El equipo lo necesita más enchufado. Sebastián Suárez Meccia / La Capital La nueva función de Nacho Malcorra En esa nueva función de Malcorra se podría hallar una de las razones por las cuales les está costando demasiado. Después, cuestiones propias de cada partido, como lo que sucedió, por ejemplo, en el último encuentro ante Talleres. Quizá haya sido por orden del técnico o simplemente porque el juego así lo estableció, pero la mayoría de las veces que Nacho fue hacia adelante con pelota al pie lo hizo volcándose sobre el sector derecho. Para meter un pase profundo debía hacerlo de manera exigida o realizar un par de movimientos extras para ensayar algún cambio de frente. Mientras eso sucedía, Campaz se aislaba por el otro sector. >>Leer más: Central hizo un partido chiquito con Talleres y el premio mayor le quedó grande Pero esto de Talleres es simplemente un detalle. Antes de eso hubo muchos otros partidos en los que no se recuerdan de manera sencilla jugadas desequilibrantes protagonizadas por ambos. Tampoco abundaron las situaciones en las que hayan quedado de cara al gol. Central sigue siendo un equipo al que es difícil ganarle, pero también al que le cuesta más que antes ganar. Grosero error pensar que esto le sucede porque Malcorra y Campaz ya no congenian como antes, pero sí que es una sociedad que, cuanto antes, debiera volver a ser, por el bien del equipo.
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