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» El Ciudadano
Fecha: 23/09/2025 18:18
Catalina Duque Victorica / Especial para El Ciudadano El fútbol tiene esas historias que trascienden el juego que, sin hacer mucho ruido, dicen mucho más que un título o un récord. Así fue el gesto de Lionel Messi con su ex compañero Ousmane Dembélé, quien este lunes se consagró ganador del Balón de Oro 2025, en una gala que quedará marcada por varias sorpresas, polémicas y por una felicitación que emocionó a más de uno. Después de que el extremo francés del PSG levantara el trofeo, Messi decidió dejar un breve pero sentido mensaje en redes sociales que se viralizó en cuestión de minutos: «Grande Ous!!! Felicidades, me alegro mucho por vos. Te lo merecés». El comentario de Messi en la cuenta oficial de Instagram de Dembélé generó una oleada de reacciones en cuestión de minutos. Millones de usuarios destacaron la humildad del astro argentino y el vínculo que construyó con el delantero francés, con quien compartió vestuario durante varias temporadas en el FC Barcelona. Del potrero al trono: el camino de Dembélé Para muchos, el nombre de Dembélé no estaba en las apuestas más populares para este Balón de Oro. Sin embargo, el futbolista de 28 años completó una temporada brillante con el Paris Saint-Germain: fue clave para que el equipo conquistara la tan ansiada Champions League y tener una destacada actuación en la Ligue 1 y la Eurocopa. Su talento explosivo, su gambeta en velocidad y una evolución táctica notable bajo las órdenes de Luis Enrique le permitieron consolidarse como una de las figuras del año. A pesar de que su potencial siempre fue valorado, muchos dudaban que pudiera alcanzar el nivel necesario para competir con nombres más rutilantes como Lamine Yamal, Erling Haaland o Kylian Mbappé. Esta vez, el fútbol premió la constancia y la madurez. En su discurso de agradecimiento, Dembélé expresó su emoción: «Es increíble, no tengo palabras. Nunca fue un objetivo ganar esto, pero trabajé mucho para mejorar cada día. Gracias a los entrenadores, a mi familia, y a todos los que confiaron en mí cuando pocos lo hacían». También tuvo palabras para sus clubes anteriores, en especial para el FC Barcelona, donde convivió con figuras como Messi e Iniesta y superó una racha de lesiones que puso en duda su futuro en la élite. Messi y Dembélé: respeto de cracks Messi y Dembélé compartieron el vestuario del Barca entre 2017 y 2021. No fueron amigos íntimos, pero siempre se notó un respeto mutuo. El ídolo rosarino supo defenderlo públicamente cuando el francés era cuestionado por sus lesiones. También lo ayudó a integrarse a un plantel lleno de estrellas en un momento de mucha presión para el joven que llegaba del Borussia Dortmund por una cifra millonaria. Hoy, esa relación se consolida en este gesto de reconocimiento. El mensaje de Messi no sólo da cuenta de un gesto deportivo noble sino también de una mirada comprensiva hacia un compañero que, pese a las adversidades, encontró su lugar en la cima. Un premio que rompe con la lógica La elección de Dembélé también marca un cambio en la dinámica del Balón de Oro. En los últimos años, el trofeo estuvo dominado por nombres más mediáticos. Este 2025, en cambio, se premió un perfil más silencioso pero igual de talentoso y determinante. La votación final dejó a Dembélé por encima de Lamine Yamal, la aparición más determinante de la temporada, y de Kylian Mbappé, quien tuvo un año mas irregular. Lautaro Martínez, el argentino mejor ubicado, terminó en el vigésimo puesto. Al final, todo fue para PSG: el conjunto parisino fue elegido como el mejor equipo masculino del año, su arquero Gianluigi Donnarumma recibió el premio Lev Yashin, y Luis Enrique fue reconocido como el mejor entrenador del mundo. Lo que deja este Balón de Oro Lo de Dembélé no es sólo un triunfo personal. Es también un símbolo de cómo el talento, si se acompaña con trabajo y paciencia, puede florecer incluso después de años de frustraciones. Y el saludo de Messi, breve pero cargado de historia, recuerda que el fútbol también es esto: compañerismo, respeto y la alegría por el logro ajeno. En un año en el que muchos esperaban un nuevo capítulo del duelo Mbappé-Haaland, fue Dembélé quien se llevó todos los aplausos. Y desde Miami el más grande de todos también se levantó para aplaudir.
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