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Parana » Inventario22
Fecha: 23/09/2025 15:17
Los músicos se plantan por Palestina El genocidio en Gaza ya no resulta indiferente: Massive Attack, Björk, Peter Gabriel, Annie Lennox, Damon Albarn y Brian Eno son algunos de los artistas que impulsan festivales y boicots al Estado de Israel y hasta Spotify, por las inversiones de su propietario Daniel Ek en la industria armamentista. Fecha/Hora: 23/09/2025 08:21 Cód. 108514 Tiempo de lectura: 14.93 minutos. El domingo pasado, en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas, diez países reconocieron al Estado palestino. A la iniciativa tomada por Francia se unieron el Reino Unido, Canadá, Australia, Portugal, Andorra, Bélgica, Luxemburgo, Malta y San Marino, mostrando así su apoyo a la llamada “Solución de dos Estados”, que propone la creación de dos Estados independientes en el territorio del antiguo mandato británico de Palestina. Al enterarse del anuncio, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, insistió en que “no habrá un Estado palestino” y afirmó que el gesto es una recompensa al movimiento islamista Hamás. Por su parte, funcionarios de ese país advirtieron sobre posibles represalias diplomáticas y hasta la anexión del 82 por ciento de Cisjordania, territorio ocupado desde 1967. Horas antes, miles de israelíes salieron nuevamente a las calles para pronunciarse contra el gobierno de Netanyahu debido a que no existe un acuerdo que garantice la liberación de los rehenes aún cautivos en la Franja de Gaza. También continuaron los ataques de Israel hacia el territorio vecino. Según cifras oficiales del Ministerio de Salud de Gaza y de las autoridades israelíes, hasta septiembre de 2025, 65 mil personas perdieron la vida en lo que no puede sino ser catalogado como “genocidio”. La fuente más reciente es el informe de la Comisión Internacional Independiente de Investigación sobre el Territorio Palestino Ocupado, que la semana pasada se dio a conocer y concluyó que cuatro de los cinco actos genocidas definidos por el derecho internacional se llevaron a cabo desde el inicio de la guerra contra Hamás. El análisis jurídico de 72 páginas de la comisión de la ONU, basado en la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio de 1948, establece que hubo asesinatos en escala, desplazamiento forzado, destrucción de una clínica de fertilidad y bloqueos a la ayuda. Esto fue corroborado por otros organismos que coincidieron con esa conclusión. Israel desestimó el informe, al que calificó de “antisemita”, y justificó sus acciones como legítima defensa para proteger a sus ciudadanos. Sin embargo, a pesar de que ahora 143 de los 193 Estados miembros de la ONU reconocen a Palestina, para muchos palestinos la condición de Estado es cada vez más intrascendente. Por sí solo, esto no frenará la "guerra" que Israel libra en Gaza desde el 7 de octubre de 2023. A contramano de la burocracia política, el ambiente artístico occidental suele actuar con resultados más efectivos y concienciadores. Para muestra estuvo el recital benéfico organizado por Brian Eno el 17 de septiembre en el Wembley Arena de Londres: Together for Palestine (“Juntos por Palestina”), Previo a su consumación, que reunió a 12500 personas y en la que se vio involucrada la ONG británica Choose Love (apoya a grupos humanitarios locales en zonas de conflicto), el legendario productor y músico inglés describió el evento como “una noche de música, reflexión y esperanza”. Y explicó que lo donado iría a parar a esa organización (se recaudaron 1,5 millones de libras esterlinas), destacando además la ayuda humanitaria de Amnistía Internacional y Médicos Sin Fronteras. “Tuve la suerte de trabajar con algunos de los artistas más sobresalientes del mundo durante más de 50 años, pero una de las cosas que más lamento es que muchos de nosotros hayamos guardado silencio sobre Palestina”, caviló el ex Roxy Music en la antesala del show, que también tuvo entre sus artífices a Khaled Ziada (director del Festival de Cine Palestino de Londres) y Tracey Seaward (productor de la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Londres 2012). “A menudo, ese silencio se debe al miedo, a que hablar sobre ello abiertamente pueda provocar una reacción violenta, cerrar puertas o acabar con una carrera. Pero eso está cambiando porque algunos artistas y activistas iluminaron el camino, pero sobre todo porque la verdad de lo que está sucediendo se ha vuelto imposible de ignorar”. No es la primera vez que este icono de la vanguardia musical sensibiliza sobre la Guerra de Gaza. En mayo de 2024, unió fuerzas con la cantante Nadine Shah y la actriz Maxine Peake en el show humanitario Voices for Gaza, efectuado también en la capital inglesa y del que fueron parte los grupos R.E.M., Fontaines D.C. y Bastille. Días más tarde, se dirigió a Microsoft con una carta abierta en la que pedía que rompiera su relación con Israel y anunció que donaría sus honorarios por componer el sonido de inicio de Windows 95 para ayudar a Palestina. “Si hay un ajuste de cuentas podría ser porque actores, escritores y músicos nos ayudaron a ver a los palestinos como seres humanos, merecedores de respeto y protección como sus vecinos israelíes”, escribió la semana pasada en el diario británico The Guardian. Así como sucedió en la Alemania nazi, en los Estados Unidos hasta mediados de los años 60 y en Sudáfrica, Israel, a partir de la ocupación de los Territorios Palestinos hace 77 años, practicó sistemáticamente el apartheid contra la población palestina. El Tribunal Internacional de Justicia de la ONU ha dictaminado que “las restricciones de movimiento impuestas por Israel a los palestinos, y la demolición de sus casas, constituyen actos de discriminación sistemática” que violan el artículo 3 del Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial, relativo al crimen del apartheid. Esto está respaldado además por la Convención contra el Apartheid adoptada por las Naciones Unidas en 1973, el Estatuto de Roma y el derecho internacional consuetudinario. Al momento de idear Together for Palestine, Eno reconoció que se inspiró en el cumpleaños 70 de Nelson Mandela, celebrado en el estadio de Wembley en 1988. Y recordó el temor que hubo en la BBC por la decisión de transmitirlo en vivo. Stevie Wonder, Tracy Chapman, Eric Clapton, Whitney Houston, George Michael, Sting y Peter Gabriel fueron algunos de los músicos que dijeron presente en este festejo, al que el padre del “ambient music” tachó de “exitoso” porque "la política se sitúa en la base de la cultura”. “Más que cualquier otro conflicto desde el nacimiento de la era moderna de las comunicaciones, incluso más que Sudáfrica en la década de 1980, la ocupación israelí de Palestina se ha llevado a cabo con palabras e imágenes, así como con balas y bombas”, afirmó. La introducción del evento estuvo a cargo de los actores Benedict Cumberbatch, Florence Pugh y Guy Pearce. Mientras que la presentación de los shows corrió por cuenta de los actores Cillian Murphy, Joaquin Phoenix, Penélope Cruz y Javier Bardem. De entre las actuaciones, destacaron las de Paloma Faith, Jamie xx, la DJ palestina Sama Abdulhadi y Annie Lennox, que reinventó su hit “Why?” como “Why? – For Gaza”. Damon Albarn, en cambio, salió a escena dos veces. En la primera, hizo con su proyecto Gorillaz el tema “Damascus”, acompañado por Bey y Omar Souleyman (durante la interpretación, los personajes de animación que dan vida al grupo levantaron la bandera palestina emulando a los soldados estadounidenses en la histórica foto de Iwo Jima, tomada en la Segunda Guerra Mundial). Más tarde, el líder de Blur se unió a Brian Eno, Paul Weller, Adnan Joubran, Nadine Shah y Hot Chip para estrenar una pieza compuesta para la ocasión. Tampoco pasó inadvertida la performance de Portishead, aunque tocó su clásico “Road” pantalla mediante. La anterior vez que se reunió este pilar del trip hop fue en mayo de 2022 (a siete años de su último show), en su Bristol natal, durante otro recital benéfico de las mismas características: War Child UK, cuyas ganancias fueron destinadas a refugiados y afectados por la guerra en Ucrania. En esa oportunidad, compartieron grilla con las bandas IDLES y Heavy Lungs. En ese sentido, un par de meses antes, pero en Birmingham, se registró el evento humanitario Concert for Ukraine, que reunió a figuras como Ed Sheeran, Camila Cabello, Billie Eilish, Anne-Marie y Tom Odell. Si bien músicos como Bono, Elton John, Lady Gaga, Red Hot Chili Peppers e Imagine Dragons mostraron su apoyo a Ucrania a través de campañas de recaudación de fondos, recitales benéficos y publicaciones en redes sociales, existe la sensación de que la Guerra de Gaza opacó a la de Rusia y Ucrania. De todas formas, hay que entender que son apenas dos de los 50 conflictos que actualmente castigan al mundo. Rony Brauman, ex presidente de Médicos Sin Fronteras, en un artículo publicado en la revista Humanitarian Alternatives, dilucida que ambos conflictos “dominan las mentes y la escena pública no sólo por la fuerte implicación europea en ellos, sino también por su tratamiento político contradictorio por parte de las instituciones y gobiernos, fuente de críticas y protestas, sobre todo entre los estudiantes”. La intensidad de los combates en Ucrania y Gaza no oculta las diferencias en el tratamiento político, mediático y humanitario. “Ambas ocupan un lugar central, pero no reciben la misma atención: la repercusión mediática y el impacto político de la Guerra de Gaza en Europa son claramente más importantes”, asevera el médico francés, de origen israelí, quien dice que, en correlación poblacional, la mortalidad directa infligida en Gaza es 20 veces mayor. “Para los trabajadores humanitarios de las ONG, estas dos guerras son diametralmente opuestas. Si en Gaza existe una enorme necesidad de asistencia, en Ucrania se limita a ciertas zonas, donde las autoridades cuentan con recursos, infraestructura, territorio para brindar seguridad a los refugiados internos y aliados vecinos que albergan a 6 millones de refugiados”. El streaming en la mira Pero la Guerra de Gaza no sólo se pelea en las trincheras, sino también en las plataformas digitales de música. Financial Times dio a conocer en junio pasado las actividades empresariales de Daniel Ek, fundador y director ejecutivo de Spotify, luego de que éste anunciara una inversión de 700 millones de dólares mediante su propio emprendimiento, Prima Materia, en Helsing, compañía con sede en Munich especializada en software de inteligencia artificial para aviones de combate. Un portavoz de Spotify manifestó que Helsing y Spotify son empresas independientes, y agregó que Helsing “no está involucrada en Gaza”, nada más que en “defensa europea”. Lo que es irónicamente cierto porque poco antes de la guerra de Rusia y Ucrania realizó su primera inversión importante. Luego de que supiera la noticia, cada vez más artistas eligieron dar de baja su catálogo de Spotify. Los primeros en hacerlo fue la banda de indie rock Deerhoof, justificando que no querían que “nuestra música mate a la gente”. En julio los siguieron Xiu Xiu y King Gizzard & The Lizard Wizard (la banda psicodélica australiana tocó en 2024 en Lollapalooza Argentina), y el pedido fue creciendo, entre los que destacó en agosto el de los post rockeros canadienses Godspeed You! Black Emperor. Pero la cosa no quedó ahí. Bajo la consigna No Music for Genocide (“No a la música para el genocidio”), desde la semana pasada 400 músicos y discográficas pidieron que su música no se escuche en Israel mediante el streaming (esto involucra a Apple, Spotify, Tidal, Amazon y Deezer). Al boicot se sumó en las últimas horas Björk, siguiendo a Amyl and the Sniffers, BADBADNOTGOOD, Black Country New Road, Fontaines D.C, Mogwai, Primal Scream y Massive Attack. Estos últimos reflexionaron al respecto en su perfil de Instagram: “En el caso de Spotify, la carga económica que se impuso durante mucho tiempo a los artistas se ve agravada ahora por una carga moral y ética, por la que el dinero ganado con esfuerzo por los fans y los esfuerzos creativos de los músicos acaban financiando tecnologías letales y distópicas”. Y, de paso, añadieron: “El precedente histórico de acciones artísticas efectivas durante el apartheid en Sudáfrica y el apartheid, los crímenes de guerra y el genocidio que ahora comete el Estado de Israel hacen imperativa la campaña No Music For Genocide”. Aunque Massive Attack pidió que su catálogo se retirara, todavía está disponible en Spotify (tiene 8 millones de reproducciones mensuales). Este pionero del trip hop regresa a Buenos Aires el próximo 2 de noviembre, en calidad de headliner del Music Wins, con una performance que establece una dialéctica entre tecnología y política. Fiel a su impronta. Y en el que además pone el foco en lo que pasa en Palestina. Los de Bristol son uno de los artistas que más trabajaron por concienciar acerca del genocidio en Gaza, al igual que los escoceses Primal Scream (también estarán en el Music Wins). No sólo eso: en 2023 lanzaron un disco de edición limitada, titulado Ceasefire, cuyos beneficios se destinaron íntegramente a Médicos Sin Fronteras para ayudar a las víctimas en Gaza y Cisjordania. Para reforzar su posición, la banda inglesa, en complicidad con Brian Eno, Garbage y los irlandeses Fontaines D.C. y Kneecap, anunció en julio pasado la creación de una alianza de músicos para enfrentar las intimidaciones de la industria musical por su apoyo a Palestina. A razón de lo que les pasó a Kneecap, cuyo rapero, Mo Chara, fue acusado de terrorismo por UK Lawyers For Israel por exhibir una bandera en un recital en apoyo a la organización prohibida Hezbolá. Lo que devino en la cancelación de sus siguientes shows. El dúo de punk rap londinense Bob Vylan fue denunciado por la misma organización por liderar el cántico de “Muerte a las Fuerzas de Defensa de Israel”, en su actuación en el festival de Glastonbury, y a la BBC por retransmitirla. Ni siquiera los festivales musicales pudieron escaparle al conflicto bélico, en especial en España, donde una treintena de estos eventos masivos son financiados por el fondo de inversión proisraelí Kohlberg Kravis Roberts (más conocido por sus siglas KKR). Después de invertir en firmas israelíes de ciberseguridad, aportar capital para centros de datos y participar en la promoción inmobiliaria en los territorios ocupados ilegalmente por Israel en Palestina, la multinacional estadounidense llegó a la música tras hacerse con Superstruct Entertainment, grupo que organiza hasta 80 festivales en todo el mundo. Cuando el medio independiente español El Salto hizo tamaña revelación, la grilla de los festivales estivales de la nación europea comenzó a temblar, a partir de la cancelación de un buen número de artistas. El barcelonés Sónar, uno de los festivales de mayor arrastre y tradición de la temporada, vio con impotencia cómo medio centenar de artistas e incluso socios, entre los que estaba la Universitat Pompeu Fabra, cancelaron su presencia. A través de su web, condenó el genocidio y afirmó que no “enviaron ni enviarían ni un solo euro a KKR”. Días luego, Reincidente subió un fee en su perfil de Instagram en el advirtió que se bajaba de otro de los festivales emblemáticos españoles, el valenciano Festival Internacional de Benicàssim (FIB), y cerró el mensaje con la consigna “¡Viva Palestina libre!”. La semana pasada, otros dos festivales involucrados a KKR, esta vez en Madrid, estuvieron en la mira: Brava Madrid y Madrid Salvaje. Pese a las críticas de los vecinos y de colectivos LGTBIAQ+, se terminaron haciendo. Ola de reacciones Este lunes, Dua Lipa, quien no tuvo pruritos para expresar su rechazo al genocidio, despidió a su manager al enterarse de que intentó boicotear a artistas pro Palestina. Tras la acusación de su “silencio cómplice”, Rosalía usó X para “condenar lo que está pasando en Palestina”. Mientras que Billie Eilish posteó en Instagram: “Si fueras a un funeral por día por cada niño asesinado en Gaza tendrías que asistir a uno cada día por los próximos 52 años”. Por su parte, el cantante, compositor y activista de derechos humanos inglés Peter Gabriel envió sus saludos a los miles de asistentes, judíos y árabes, que en Tel Aviv participaron en la manifestación contra la destrucción y el derramamiento de sangre en Gaza, y a favor de un acuerdo integral y una paz justa. Roger Waters, conocido por su activismo y defensa de la causa palestina, volvió a manifestarse recientemente en contra del conflicto bélico. “No nos vamos a mover un centímetro de su Armagedón. Hay un niño en la carretera. Ese niño está solo e indefenso. No vamos a permitir que ustedes arrojen a ese niño a la zanja”, sostuvo en X. Además, pronunció con desprecio los nombres de varios presidentes (escupió tras mencionarlos), incluyendo al presidente de Argentina, Javier Milei; a Donald Trump de Estados Unidos, al premier Benjamín Netanyahu y a Daniel Noboa, de Ecuador, a quienes se refirió como “el final del camino”. El músico, conocido por su tendencia ideológica de izquierda, lanzó una advertencia clara: “Somos muchos, ustedes unos pocos y no somos roedores, somos seres humanos”. Un grupo de artistas e intelectuales brasileños, en el que figuran Gilberto Gil y Chico Buarque, pidió al presidente Luiz Inácio Lula da Silva romper las relaciones diplomáticas y comerciales del país suramericano con Israel para poner fin a esa “carnicería insoportable”. Mientras tanto en la Argentina, en los shows que brindaron en mayo pasado en El Parque de la Ciudad, Los Piojos hicieron un llamado de justicia por Palestina. Don Osvaldo también usó el tablado, el 13 de septiembre, en cancha de All Boys, para mostrar su apoyo y solidaridad al pueblo palestino. En agosto, durante un recital de Divididos en Córdoba, Ricardo Mollo tomó la bandera de la Revuelta Árabe para expresar su preocupación. Ese mismo mes, en un recital en Neuquén de Las Manos de Filippi y Loquero, la causa palestina se hizo presente. Lo que parecía un evento naíf como Eurovisión también se tornó tribuna política. Después de recibir en la edición de este año a la participante israelí -superviviente de Hamás- Yuval Raphel, entre pitos y banderas palestinas, España ya amenazó que no tendrá representación el año próximo si lo organiza Israel, sumándose a las amenazas hechas por Países Bajos, Eslovenia, Irlanda e Islandia. Lo cierto es que la presión internacional continúa, por lo que, una vez que acabó Together for Palestine, se anunció que la campaña continuará con un nuevo evento el próximo 17 de octubre en el Troxy de Londres bajo el nombre de Gig For Gaza. Estará organizado por Paul Weller, y contará con las actuaciones de Primal Scream. Inhaler y muchos más. La lucha no se termina.
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