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» Elterritorio
Fecha: 22/09/2025 12:33
Es uno de los dos denunciados en la Fiscalía de Instrucción 3 de Posadas por agredir y patear hasta dejar con hemorragias a Rodrigo Ocampos (21) en la madrugada del 12 de julio. La víctima recuerda que serían al menos cinco personas las que lo amenazaron y empujaron al suelo para patearlo lunes 22 de septiembre de 2025 | 10:05hs. “Ningún representante legal ni siquiera dueño ni gerente (del boliche) se acercó hacia esta parte a ofrecerle por lo menos ayuda médica a Rodrigo", acusó su abogado, Federico Esquivel. Pasados dos meses de aquella agresión en el Club Holy de Posadas que dejó a un joven barbero con severas lesiones en el rostro y hemorragias en los ojos, la investigación penal ya tiene un acusado formal. Se trata de un agente de seguridad del local bailable ubicado sobre la Costanera, sindicado como uno de -al menos- cinco sujetos que habrían agredido verbal y físicamente a Rodrigo Ocampos (21) hasta hacerlo caer por una escalera y, en el suelo, lo golpearon y patearon. El Territorio pudo precisar mediante fuentes con acceso al expediente que el acusado fue imputado por el delito de lesiones. Permanece en libertad y supeditado a la causa, mientras el Juzgado de Instrucción Tres de la ciudad analiza el historial clínico de la víctima para determinar posibles agravantes. Y, en ese escenario, si la libertad del “patovica” representa riesgos para la causa o para el bienestar del barbero. En la causa penal dos personas fueron apuntadas, aunque Ocampos reconoció en entrevista con este medio que fueron al menos cinco agentes quienes se le enfrentaron aquella madrugada del 12 de julio. Una llamada confirmaría que la paliza fue dentro del boliche Como ya comentó Ocampos en una charla exclusiva con El Territorio, a mediados de julio, y posterior a haber concretado la denuncia en la Fiscalía de Instrucción 3, uno de los agentes de seguridad del local bailable lo llamó: “Me empieza a relatar cómo pasó todo, y yo lo afirmo, fue así cómo pasó”. Esa comunicación sería una de las tantas pruebas que tendría la querella a su favor para ratificar que la agresión ocurrió dentro del boliche y no en las afueras, como sostuvo la gerencia de Club Holy en un comunicado. Ya echado del lugar aquella noche, Rodrigo reconstruyó que “personal policial me esposó a un costado después que me dieron la golpiza. Yo pedía a todo momento que me lleven al hospital, si mi cara estaba completamente sangrando, y ahí me metieron adentro del móvil y me llevaron al hospital, primero al Favaloro y después al Madariaga”. Según comentó, “los policías dijeron que no vieron nada, que me encontraron herido afuera. Completamente desconocen de lo que pasó adentro”. Federico Esquivel, ex abogado querellante en la causa, había anticipado a este medio que “van a dispararse acciones, tanto en la parte penal, pero también se van a iniciar acciones civiles con respecto a una demanda de daño y perjuicio. Está claramente tipificado de que aquí hubo un daño y perjuicio muy grave”, sostuvo. La complejidad del caso radica en que la agresión no sólo dejó secuelas físicas y psicológicas en Rodrigo, sino que le impidió trabajar todo un mes, afectando su cotidianidad y su economía para sostener -a su vez- los exámenes médicos necesarios para recuperarse. Al respecto, Rodrigo ratificó que “nadie del local se comunicó conmigo en ningún momento”. Valoración acompañada por el letrado, quien lamentó: “Ningún representante legal ni siquiera dueño ni gerente se acercó hacia esta parte a ofrecerle por lo menos ayuda médica o saber si se encuentra bien Rodrigo”.
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