21/09/2025 04:24
21/09/2025 04:23
21/09/2025 04:22
21/09/2025 04:08
21/09/2025 04:07
21/09/2025 04:07
21/09/2025 04:06
21/09/2025 04:06
21/09/2025 04:05
21/09/2025 04:05
Buenos Aires » Infobae
Fecha: 21/09/2025 02:41
El musical creado por Pablo Flores Torres propone redescubrir a los próceres locales desde una mirada actual (Gentileza prensa y Pablo Flores Torres) El teatro musical tiene esa capacidad inigualable de transportar al público: permite cruzar los límites de la imaginación, acercarse a momentos históricos y vivir emociones tan universales como personales, todo a través de actuaciones y puestas que invitan a soñar. En los últimos años, pocos fenómenos despertaron tanto fervor mundial como Hamilton, el musical de Lin-Manuel Miranda que revolucionó Broadway al llevar al escenario la vida de Alexander Hamilton, uno de los padres fundadores de Estados Unidos. Ese mismo espectáculo sembró inquietudes y creatividad a ambos lados del Atlántico, y su eco llegó hasta la Argentina, donde un joven músico y actor sanjuanino, Pablo Flores Torres, le contó en exclusiva a Teleshow que le dio vueltas a una pregunta: ¿por qué no subir a escena la vida de un prócer argentino poco revisitado como Juan Bautista Alberdi? A sus 34 años, Flores Torres ya supo hacer de la pasión su mejor carta de presentación. Talentoso y perseverante, fue cosechando distinciones en cada paso: Premios Hugo, GEA, Siripo Cultura de Córdoba, Interés Cultural de la Cámara de Diputados de Santa Fe y el Reconocimiento de Argentores Sede San Juan. Hoy combina ese recorrido con la adrenalina de trabajar junto a Pepe Cibrián en Drácula: Resurrección, uno de los estrenos más esperados del año. Pero su motor va mucho más allá de los premios: está convencido de que en la historia late la emoción más poderosa y quiere compartirla de una manera completamente nueva, despertando preguntas, pasión y sentido de pertenencia en quienes se acercan a verlo. Para ello puso los ojos en Juan Bautista Alberdi, cuya vida transcurrió de 1810 a 1884, ese nombre que suena a avenida pero que es mucho más que eso: fue abogado, jurista, político, escritor, diplomático y músico. Brillante y solitario, se convirtió en el arquitecto intelectual de la Constitución de 1853 y en uno de los grandes pensadores del liberalismo latinoamericano. Su vida fue pasión, ideas y exilio. Ahora, su historia se prepara para emocionar y sorprender a partir del 7 de octubre, cuando suba a escena en el teatro Regina, de la mano de Flores Torres y un elenco de más de veinte artistas. No se trata solo de un homenaje, sino una producción inspirada en fenómenos como Hamilton, 1789: Los amantes de la Bastilla, Six y propuestas regionales como La Mariscala de Perú. Una fiesta de talento y emoción argentina lista para resignificar el pasado, latir en el presente y dejar sin aliento a todos los que se animen a descubrir el verdadero corazón de aquel prócer que, además, unirá sus pasos con Hamilton en el estreno de la obra en cines argentinos el próximo 25 de septiembre. El elenco de Alberdi, el musical, en plena preparación: talento joven e identidad nacional sobre el escenario —¿Cómo empezó tu recorrido por el teatro musical? —Yo me enamoré del teatro musical de una manera muy particular. Si bien mi papá es concertista de guitarra, fuera de su trabajo común, mi mamá también hacía teatro en su momento, pero ambos con profesiones distintas, pero eso no fue el puntapié que dio lugar a este camino que recorro. Cuando era un adolescente de 15 años, hacía deporte y después de un entrenamiento, me invitaron a ver una muestra de teatro de uno de mis primos y cuando vi lo que era eso me enamoré absurdamente. Entonces dije: “Acá es donde me tengo que meter. Este es mi lugar, es lo que siempre quise hacer, y el lugar donde quiero estar”. Ahí me enamoré del teatro musical y me hice un fan, un estudioso de ello. También fue parte de este proceso mi maestra, la sanjuanina Liliana Gutiérrez, quien encendió la chispa de esta pasión. —¿Y qué te llevó a irte de San Juan a Buenos Aires? —Primero vine a estudiar, y también para hacer trabajos en singleras, que son unas empresas que se encargan de hacer singles debido a que soy compositor, arreglador y productor musical. Y a raíz de eso, generé un contacto acá que me permitió venir a trabajar y al mismo tiempo poder perfeccionarme. Lo aproveché y pude estudiar y venir a formarme hace ya más de diez años. Flores Torres eligió explorar la vida de Juan Bautista Alberdi, una de las figuras claves de la historia argentina —¿Qué te inspira a la hora de elegir tus proyectos? —Lo que me encanta es contar buenas historias. Por ejemplo, con Alberdi me fasciné y pensé: “No puedo creer que sea de los próceres más desconocidos y a la vez uno de los más fundamentales que tenemos. Necesito que la gente conozca su historia”. Es fácil acudir a figuras como José de San Martín, y claro, son historias maravillosas y siempre está bueno traerlas a colación, pero Alberdi tenía esta particularidad que me fascinó de entrada. Entonces tiene que ser algo que me motive, que me mueva, que me enamore de los personajes, tanto así sean buenos o malos, o llanos. Eso sí, debe tener esa cuota de historia que contar. —¿Ese fue el punto de partida para empezar a gestar esta idea? –Sí. Fundamentalmente porque es un personaje que a mí siempre me llamó la atención. Me pareció muy loco como lo que sucedió en Estados Unidos con Hamilton. En ese momento dije: “No es un musical sobre George Washington, es sobre el prócer desconocido, que a su vez es fundamental para la historia de ellos. ¿Cómo puede ser que gracias a este musical haya tanta gente, incluso acá en Argentina, que conozca al pie de la letra la historia norteamericana de esos próceres y no suceda lo mismo acá?”. Por lo que me determiné que la historia que debía contar era la de Alberdi, el prócer que todos escucharon y que fue fundamental para nuestra patria y aun así no se sabe nada. Además de dirigir la obra, el artista sanjuanino se pondrá en la piel de Alberdi a la hora de subir al escenario —¿Qué particularidades de su historia te llamaron la atención? —La identidad del país fue por él. Tiene una particularidad hermosa Alberdi que pocos le destacan: fue el que consiguió que las grandes potencias del mundo nos vieran como un país independiente. Fue el primer argentino en ser reconocido por la Corona española como extranjero, porque para los españoles seguíamos siendo parte de ellos, por más que se había declarado la independencia, para ellos seguíamos siendo sus colonias rebeldes. Alberdi fue el primero que, cuando fue a España como embajador, fue recibido como parte de un país independiente. Además fue una de las pocas figuras de ese entonces que no tuvo ambiciones políticas. Me pareció muy loco porque no lo encontré nunca en otro prócer a eso, por más que admire y respete al cien por ciento todos los otros próceres argentinos. No tuvo ambiciones políticas ni buscó un cargo, no peleó en batalla. Puede sonar muy naïf lo que voy a decir, pero era un idealista que solo quería que Argentina se estructurara. —Conocías el trabajo de Lin-Manuel Miranda y su obra, que es considerado un hito en el ámbito teatral. ¿Qué te atrapó y te impulsó a replicar algo así con una figura como Alberdi? –A mí lo que me pareció muy loco de Lin-Manuel es cómo logró que algo que la gente podría interpretar como “hablar de historia”, se transformara en uno de los fenómenos más grandes, al punto de que fue el álbum de hip-hop más escuchado de Estados Unidos. Y ya es una locura que lo sea el álbum de una obra de teatro musical. Hay mucha gente que afirma, y yo soy de esos, que no hay una función de Hamilton con un asiento vacío por su gran éxito. El musical hoy se hace en lugares como Londres, donde los ingleses son los enemigos, también en Alemania, ¡y están contando la historia de los próceres norteamericanos! Entonces, pensé: “¿Por qué no podemos hacer algo así? Ellos lo lograron, es un puntapié para que nosotros hagamos la nuestra”. No tenemos la producción de millones de dólares que tiene Hamilton, pero le hemos puesto muchísimo amor. Me sorprendió la reacción en redes sociales, la buena recepción y el entusiasmo de la gente. Sigo sorprendido. Entre ensayos intensos y dedicación, el elenco de Alberdi ajusta cada detalle antes del gran estreno —¿Dirías que el musical tiene mucho de Hamilton o buscaste separarte para hacer algo propio? —Es mi chispa, mi disparador. Pero si intentaba hacer lo que fue Hamilton, era una copia. Sí, es mi punto de partido, me ayudó a ver cómo resolver algunas cuestiones, pero después me desprendí y seguí con una identidad propia. Las letras me las revisaba Fina Insúa, que me ayudó con el flow. Hamilton fue el despliegue, pero la obra tiene mucha identidad nacional. Hay guiños a cosas del país. Quiero que el que la vea le ponga rostro a esas calles de Buenos Aires de las que no sabía su origen porque aparecen varias figuras históricas como Vicente López, Esteban Echeverría, Marcos Sastre, Diego de Alvear. —¿El musical abarca toda la historia de Alberdi o tan solo un fragmento de ella? ùVa desde su llegada a Buenos Aires, ya adulto, después de un resumen de su vida al comienzo. Termina con su vuelta a Argentina porque vivió mucho tiempo en el exilio. Nosotros cubrimos un período de casi un siglo de la historia de nuestro país. Lin-Manuel Miranda, compositor y creador del premiado musical de Broadway, "Hamilton", la fuente de inspiración para el musical de Alberdi (Foto AP/Carlos Giusti, archivo) —¿Y cómo fue el proceso de crear las letras y los raps? ¿Fue difícil adaptar todo y crear el ritmo? —Es algo que realmente me gustó mucho, porque escucho mucho rap y hip hop, produzco para muchos artistas de trap. Además, tengo formación académica, trabajo junto a Pepe Cibrián en Drácula: Resurrección, la secuela de Drácula, por lo que no fue difícil; al contrario, tener que explicar mucho me facilitó para tener mucha letra. El rap no es burdo, sino que podría ser texto en prosa. Se combina con canciones, con ritmos folklóricos. El musical está todo linkeado con las canciones, cada escena es una canción o inicia una. La estructura es similar a la de la ópera, pero no quiero decir que somos una porque nos matan, pero la estructura es parecida. —¿Qué similitudes encontraste entre Hamilton y Alberdi? —El principal es que son los próceres desconocidos. En Estados Unidos el más fuerte es Washington; Hamilton era el menos conocido, el del billete de diez dólares. Alberdi es el prócer del que la mayoría no sabe nada, más allá de que digas “Rosas”, “Sarmiento”, que son más conocidos. A menos que seas abogado y sepas que el Día del Abogado es por él, ahí lo enganchás. Otra, Alberdi estudió a Hamilton para nuestra Constitución. Estudió Los Papeles Federalistas (Federalist Papers) sobre cómo construir una república, y trasladó lo que le servía a Argentina. Después de ahí se replicó en toda Sudamérica. Y tercero, ambos son padres de las constituciones de sus países. Cuando declararon la Constitución de 1853 en Santa Fe, básicamente copiaron y pegaron a Alberdi, según ellos mismos. Por su parte, Hamilton fue uno de los redactores principales de la norteamericana. Sin embargo, son épocas distintas: Hamilton es fines del 1700; Alberdi de 1830 en adelante, aunque nació en 1810. Al igual que Lin-Manuel Miranda hizo con Alexander Hamilton, Flores Torres busca contar una de las historias del prócer argentino (EFE/Jorge Muñiz) —Dirigís y también encarnas a Alberdi. ¿Cómo te sentís de cara al estreno al pensar en este doble rol que afrontas? —Muy feliz con todo lo que tenemos montado y lo que estamos repasando, corriendo y puliendo. Cuando empecé a escribir la obra, no me pensé a mí mismo como Alberdi. Después me fueron convenciendo mis amigos más cercanos y me dijeron: “Pará, si Lin-Manuel Miranda hizo de Hamilton, hacé la versión argenta”. Después, incluso viene otro musical de Lin-Manuel acá a Argentina, que es 21 Jump Street, y me ofrecieron el papel que hacía él y pensé: “Bueno, muchas coincidencias, tengo que hacerlo”. Y por si fuera poco, otra coincidencia que me encontré es que formó su equipo con amigos y conocidos, no hizo audiciones abiertas. Lo mismo ocurrió con nosotros y parecía que todo destinado. Por otro lado, estoy fascinado por el personaje de Alberdi, como también todos los miembros del equipo, ya que buscamos que todos los que vean la obra se adentren en la historia argentina, siempre desde el respeto. —¿Te gustaría que la obra llegue a tener la repercusión de Hamilton y que Lin-Manuel Miranda la llegue a ver? —Obviamente tengo ese sueño. Él habla español, así que no veo tan lejano que le llegue. En redes sociales siempre veo publicaciones con gente comentando: “¿Sabían que hay un Hamilton en Argentina que se llama Alberdi?”. Algún día le llegará. Por ahora, mi deseo hoy es ponerla en escena, que los argentinos conozcan el trabajo de esta figura, el nuestro, y vean que tenemos una historia increíble, como un multiverso de próceres que es hermoso descubrir si no tuviste la oportunidad antes. Pero llegamos a hacer un crossover con ambos próceres, ya que vamos a estar presentes en el estreno de la versión filmada de Hamilton en los cines argentinos el próximo 25 de septiembre. "Yo cuando empecé a escribir la obra, no me pensé a mí mismo como Alberdi", explica el artista y compositor sanjuanino sobre su doble rol (Gentileza prensa y Pablo Flores Torres) —¿Qué mensaje o enseñanza te gustaría dejarle al público que está expectante por disfrutar la historia de Alberdi en el musical? —Lo primero que se me ocurre es esto: esta es la historia de las personas que hicieron posible que vos vivas en este país. De gente que dejó la vida, que dio todo para que puedas estar disfrutando de tu tierra, tu identidad nacional, tu patria. Que la gente sepa que esos colores que defendés en el Mundial, que por esos colores cantás el himno, existen porque existieron estos locos que hoy vamos a representar en escena como humildes servidores del teatro musical. Así, con cada esfuerzo, cada canción y cada apuesta escénica, Flores Torres confirma que los grandes relatos universales pueden tener acento argentino. Si Hamilton logró que medio mundo se emocionara y repensara su historia, Alberdi busca lograr el mismo milagro desde este rincón del mapa: unir pasado y presente, iluminar figuras olvidadas y demostrar que, cuando la emoción y el talento se cruzan en el escenario, la historia puede empezar de nuevo. Y la cita será ineludible: una noche donde la Argentina, su música y sus sueños quedarán, otra vez, en el centro de la escena. Crédito de fotos: Experiencia teatral y Pablo Flores Torres.
Ver noticia original