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» Radio Sudamericana
Fecha: 20/09/2025 17:44
Sábado 20 de Septiembre de 2025 - Actualizada a las: 11:15hs. del 20-09-2025 SALUD Y BIENESTAR Florencia Pollicita, psicóloga y sexóloga clínica (UBA), explicó a www.radiosudamericana.com que la tristeza postcoital no implica rechazo hacia la pareja, sino una desregulación emocional que puede tener múltiples causas: desde factores hormonales y culturales hasta experiencias personales previas. Recomendó acompañar sin juzgar y buscar ayuda profesional en casos recurrentes. La disforia postcoital (DPC) es una experiencia emocional poco difundida pero cada vez más estudiada. Se trata de la aparición de tristeza, angustia, irritabilidad o llanto después de una relación sexual, incluso cuando fue placentera y consentida. La psicóloga y sexóloga clínica Florencia Pollicita (UBA MP. 66.839) explicó a www.radiosudamericana.com que no se debe confundir con insatisfacción ni con falta de deseo. En esre sentido, señaló: “La persona puede disfrutar del encuentro, pero al terminar aparece un malestar emocional difícil de explicar, como una desregulación. No es que rechace a su pareja ni que haya algo malo en la relación”. Síntomas frecuentes Quienes la padecen pueden manifestar: Llanto repentino. Ansiedad o irritabilidad. Vergüenza o incomodidad. Sensación de vacío o tristeza profunda. “Esto puede confundir al compañero o compañera, que cree haber hecho algo mal. En realidad, tiene que ver con la persona que lo padece, no con su pareja”, subrayó. ¿Por qué ocurre? La especialista sostuvo que no existe una única causa, sino una combinación de factores: Orgánicos: la amígdala, estructura cerebral que regula emociones, puede disminuir su actividad durante el sexo y reactivarse después generando tristeza. la amígdala, estructura cerebral que regula emociones, puede disminuir su actividad durante el sexo y reactivarse después generando tristeza. Psicológicos: antecedentes de abuso, duelos no resueltos, dificultades emocionales. antecedentes de abuso, duelos no resueltos, dificultades emocionales. Culturales: educación sexual restrictiva o basada en la culpa. educación sexual restrictiva o basada en la culpa. Clínicos: asociaciones con trastornos como el límite de la personalidad o bipolaridad. “Somos seres humanos en constante intercambio con el entorno. No podemos hablar de una sola explicación, sino de múltiples variables que confluyen”, detalló Pollicita. Aunque los primeros estudios se enfocaron en mujeres, hoy se sabe que la disforia postcoital también afecta a varones. “Las investigaciones decían que entre el 30% y el 40% de las mujeres alguna vez lo habían sentido. Pero actualmente también se observa en hombres, por lo que no se puede hablar de un fenómeno exclusivo de género”, aclaró. Impacto en la pareja La reacción emocional puede repercutir en la dinámica de la relación. “Es fundamental hablarlo de manera abierta y honesta, aclarar que no se trata de un rechazo hacia la pareja. Si no se comunica, puede generar confusión, que se eviten los encuentros sexuales o incluso que la relación se deteriore”, advirtió la sexóloga. Cómo acompañar y qué hacer Pollicita recomendó no minimizar la emoción ni invalidarla con frases como “no es nada”: “Lo importante es ponerle nombre, preguntar cómo ayudar y acompañar. Normalicemos la reacción y entendamos que es una emoción, no un rechazo. Eso baja la ansiedad y mejora la comunicación”. Entre las herramientas que sugirió se encuentran: Mindfulness y técnicas de relajación. Terapias de compasión y amabilidad. Psicoterapia sexual y de pareja, para adquirir recursos de regulación emocional. Además, recordó que existen abordajes interdisciplinarios: “Cuando la tristeza postcoital es frecuente, intensa o genera sufrimiento, lo recomendable es consultar a un psicólogo o sexólogo clínico. También pueden intervenir psiquiatras especializados en sexología”. La especialista destacó: “El sexo tiene que ser una experiencia de bienestar y placer. Cuando una emoción aparece para interrumpir ese disfrute, lo importante es no ocultarla, acompañar y pedir ayuda si hace falta”. Para saber más, poder seguir a Florencia Pollicita en IG: @flordesexologa
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