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» Facundoquirogafm
Fecha: 20/09/2025 00:42
Durante el programa de “Consumos Problemáticos” de Medios y Estrategias, Maxi, parte del equipo, compartió su historia personal, la cual describió como "fue un poco dura". Maxi, contó que creció sin la figura paterna y en una constante carencia material. Relató que él y su familia nunca tuvieron una casa propia, viviendo en la casa de parientes y en alquileres precarios. Su ingreso en las adicciones ocurrió a una edad temprana, cerca de los 13 o 14 años. Maxi explicó que su contexto barrial y las heridas emocionales de su infancia marcaron su camino pasado. Recordó haber crecido "con todos estos traumas" y haber presenciado escenas difíciles, como la pérdida de un bebé por parte de su madre. Buscando un sentido de pertenencia empezó a juntarse "con los vagos más grandes del barrio". Su primer consumo fue marihuana. Más tarde, empezó a consumir alcohol y, finalmente, cocaína en diferentes etapas. La adicción lo llevó a un aislamiento profundo y a crearse "unos cuantos personajes". Su madre lo corrió de la casa en varias ocasiones, pues, como ella le decía: "me vas a terminar matando". Aunque consumía y trabajaba, su dinero se iba por completo en la sustancia. El punto más crítico fue cuando le mordió los brazos a su madre al esta impedirlo comprar drogas, un momento de extrema violencia que culminó con ella arrodillada, sosteniéndolo, hasta que él se rindió por el cansancio. Gracias a que su madre perseveró en la comunidad, Maxi se acercó al proceso de recuperación. Tras intentos fallidos en el tratamiento ambulatorio, se internó en la comunidad Buen Samaritano, un lugar de estricta disciplina. Fue allí donde pudo hacer un proceso de sanación interior, que incluyó perdonar a su padre ausente. Luego de esta liberación, pudo sentir la presencia de Dios, ya que "no había establecido una relación con él". "Me reconozco hijo. Él se hace mi padre y puedo sentir la presencia de él en mi corazón", compartió. Maxi sostiene que la recuperación no tiene fin, sino que requiere estar "atento todos los días". Después de su proceso, descubrió la "vocación de servir", trabajando en centros de día y ofreciendo ayuda, una labor que no es remunerada. Hoy afirma: "Se puede vivir bien. Yo vivo bien, soy feliz, no tengo ningún vicio... y puedo vivir sanamente", subrayando que el elemento primordial para el crecimiento es la humildad.
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