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» Santo Tome al dia
Fecha: 19/09/2025 15:14
Un hombre de 37 años, que trabajaba como camillero en una clínica de la ciudad de Santa Fe, fue imputado este jueves en los tribunales santafesinos por haber estafado a tres mujeres con las que mantuvo relaciones sentimentales y a una amiga, a través de maniobras fraudulentas que combinaban el engaño emocional con el uso indebido de datos personales. La investigación está a cargo de la fiscal Yanina Tolosa, quien le atribuyó a M. N. D. L. P. la autoría del delito de estafa. Según precisó, el monto total de las maniobras asciende a $70.756.940,37, aunque la cifra podría incrementarse, ya que la causa continúa en etapa investigativa. La audiencia de medidas cautelares será el próximo martes, y la fiscal adelantó que solicitará la prisión preventiva del acusado. Cuatro víctimas y un mismo patrón Los hechos ocurrieron entre octubre de 2023 y marzo de 2025, período en el cual el imputado aprovechó su vínculo afectivo o de confianza con las mujeres para acceder a información personal sensible y cometer las estafas. La primera víctima fue una mujer con la que el acusado había mantenido una relación de pareja entre junio y agosto de 2023. Dos meses después de finalizado el vínculo, utilizó sus datos personales y una fotografía para abrir una cuenta bancaria sin su conocimiento. Con esa cuenta, solicitó dos préstamos personales que no fueron pagados, generando una deuda total de $5.928.970,93. A esto se sumaron $54.048,55 en penalidades bancarias y $74.130,89 en consumos con una tarjeta de crédito emitida a nombre de la mujer. En el caso de la segunda víctima, también expareja del imputado, la deuda generada fue mucho mayor: $47.369.000. El acusado utilizó los datos personales y la imagen de la mujer para gestionar préstamos personales y tarjetas de crédito en distintos bancos y entidades financieras, sin que ella estuviera al tanto. La tercera víctima era una amiga del imputado, con quien no tenía una relación sentimental. Sin embargo, el acusado accedió a sus datos personales sin su consentimiento y, con ellos, solicitó la apertura de una cuenta bancaria, tarjetas de crédito y préstamos. Las maniobras generaron una deuda total de $11.278.000. Finalmente, la cuarta víctima era pareja del hombre en el momento en que ocurrieron los hechos. El acusado la convenció de solicitar un préstamo en un banco en el que ella ya tenía una cuenta abierta. La mujer gestionó un crédito por $6.052.790 y le transfirió a él $5.100.000. Una estrategia basada en el engaño emocional La fiscal Tolosa no descartó que existan otras víctimas aún no identificadas, y subrayó que el patrón delictivo en todos los casos fue similar: establecer una relación de confianza o afectiva, acceder a datos personales clave y luego realizar maniobras financieras sin consentimiento. La estrategia de seducción como puerta de entrada a las estafas, sumada al rol del acusado como camillero en una clínica santafesina, explican el nombre con el que ha sido identificado públicamente el caso: "el camillero seductor".
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