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CABA » Plazademayo
Fecha: 18/09/2025 19:08
La sobreviviente de la Noche de los Lápices, Emilce Moler, compartió sus reflexiones sobre los desafíos actuales de la memoria histórica y la transmisión de los horrores de la dictadura en una entrevista con Siempre es hoy. A casi 50 años de la dictadura militar, Moler sigue siendo una de las voces más relevantes en la lucha por la verdad, la justicia y la memoria, y en su charla destacó la dificultad de comunicar a las nuevas generaciones la magnitud de lo sucedido durante ese periodo oscuro de la historia argentina. «Si ellos sacan lo peor de uno, tenemos que insistir y sacar lo mejor de nosotros», reflexionó Moler, subrayando que la construcción democrática y el fortalecimiento de la memoria colectiva requieren esfuerzo constante, especialmente en un momento donde los relatos de la historia se encuentran fragmentados y distorsionados por la avalancha de información que circula en las redes sociales. La dificultad de comunicar la memoria en tiempos digitales Uno de los puntos más destacados de la entrevista fue la preocupación de Moler por la dificultad de transmitir la experiencia de la dictadura a las nuevas generaciones. En un contexto en el que las plataformas digitales como TikTok, YouTube y Twitter dominan el consumo de información, la sobreviviente advirtió que los relatos sobre el terrorismo de Estado no pueden ser reducidos a meras «tendencias» o «memes». “No es lo mismo el relato de una víctima que un youtuber, no es lo mismo una sentencia judicial que un tuit de TikTok”, expresó con preocupación. Moler destacó que los jóvenes de hoy, sumidos en un mar de información rápida y a menudo desinformada, no comprenden conceptos clave como genocidio o terrorismo de Estado, lo que hace que la transmisión de la verdad sea más difícil. «Estamos ante un desafío enorme. Los chicos no entienden qué significa genocidio o terrorismo de Estado porque hay una constante manipulación de los relatos históricos y una falta de profundidad en los contenidos que se difunden», afirmó. El rol esencial de los docentes en la construcción de ciudadanía En este contexto, Moler resaltó la vital importancia del rol docente en la transmisión de la memoria histórica. “Los docentes tienen tiempo para construir ciudadanía todos los días, no solo el 24 de marzo”, destacó, haciendo referencia a la necesidad de mantener viva la memoria durante todo el año, y no solo en las fechas conmemorativas. Para Moler, el trabajo en las aulas es crucial para que las nuevas generaciones no olviden lo que sucedió en la dictadura y para formar ciudadanos comprometidos con la democracia. A pesar de las dificultades y los retrocesos que se pueden observar en el panorama actual, Moler se mostró optimista sobre el futuro y confía en la capacidad de la sociedad para seguir construyendo democracia. “Tenemos que insistir con lo mejor de nosotros. Así es como se construye democracia”, afirmó, dejando un mensaje claro de perseverancia y compromiso. La sobreviviente de la Noche de los Lápices remarcó que la memoria histórica no es solo una cuestión del pasado, sino una herramienta indispensable para los desafíos actuales y futuros de la sociedad argentina. La memoria como pilar de la democracia Moler también advirtió sobre el riesgo de la desmemoria y la negación del pasado, algo que considera una amenaza para la democracia. En su opinión, quienes intentan borrar o distorsionar la historia son los mismos que buscan que la sociedad olvide las lecciones más dolorosas del pasado. «Si no sabemos de dónde venimos, es difícil saber hacia dónde vamos», reflexionó. En este sentido, la militante destacó que la memoria y la justicia son inseparables. «Mientras haya impunidad, la democracia no será completa. La memoria, la verdad y la justicia son los pilares de la democracia», concluyó, reafirmando la importancia de seguir luchando por el reconocimiento y la reparación de las víctimas del terrorismo de Estado. Un mensaje para las nuevas generaciones El mensaje de Emilce Moler es claro: la memoria histórica debe seguir viva, no solo en los libros de historia, sino en cada conversación, en cada acto de enseñanza y en cada compromiso ciudadano. Aunque los desafíos son grandes y las nuevas generaciones enfrentan un panorama informativo fragmentado, Moler tiene la convicción de que el trabajo conjunto y el compromiso con la verdad y la justicia pueden seguir construyendo una democracia sólida y madura. «Tenemos que insistir, con lo mejor de nosotros. Si ellos sacan lo peor de uno, tenemos que sacar lo mejor de nosotros», reiteró, enfatizando la importancia de nunca claudicar ante la adversidad. El legado de la Noche de los Lápices Moler, que fue secuestrada y torturada durante la dictadura, es una de las sobrevivientes de la trágica noche del 16 de septiembre de 1976, cuando un grupo de jóvenes militantes fue detenido y sometido a torturas. Su testimonio, como el de tantas otras víctimas, es fundamental para mantener viva la memoria colectiva de un pueblo que aún lucha por la verdad y la justicia. A través de sus palabras y su participación activa en espacios de memoria, Moler continúa siendo una pieza clave en la construcción de una Argentina más democrática, inclusiva y comprometida con los derechos humanos.
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