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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 18/09/2025 06:39
(Desde Londres, Reino Unido) Donald Trump sella con Carlos III una alianza personal y política, y toma distancia de Keir Starmer que aparecía como el socio geopolítico ideal de Estados Unidos en Europa. El tándem entre el presidente republicano y el rey británico se forjó por la posición que tiene Starmer frente a Palestina, Rusia y la extrema derecha que crece en el Reino Unido. No es la primera vez que sucede una alianza política entre la Casa Blanca y la realeza británica: en 1982, con la Guerra de Malvinas, Ronald Reagan e Isabel II construyeron un acuerdo geopolítico que se fortaleció cuando agonizaba el bloque soviético. “Juntos, debemos defender la herencia excepcional que nos hace quienes somos, y debemos seguir defendiendo los valores y la gente del mundo de habla inglesa”, dijo Trump de pie con Carlos III sentado a su lado. Trump tiene diferencias con Emmanuel Macron (Francia), Friedrich Merz (Alemania) y Starmer, que son muy difíciles de saldar por su volumen político e ideológico. Entonces, el presidente de Estados Unidos necesitaba un pivot en Europa, y la mirada personal de Carlos III encaja en su perspectiva sobre Ucrania, Israel y el avance de la extrema derecha británica. A Trump no le importa que Carlos III reine, pero no gobierne. El líder republicano pretende que Macron, Merz y Starmer se acerquen al monarca británico, cuando necesiten un backchannel directo con el Salón Oval. Ese es el valor estratégico de Carlos III: puede escuchar a los mandatarios europeos, trasmitir sus posiciones y mediar con la Casa Blanca, asumiendo qué piensa Trump en cada asunto de Estado. A su vez, Carlos III está agradecido por la decisión política de Trump. Es muy difícil hacerse cargo del Palacio de Buckingham después del largo e influyente reinado de Isabel II, y su primogénito hace lo que puede en el actual tablero internacional. “Mientras la tiranía amenaza una vez más a Europa, nosotros y nuestros aliados nos unimos en apoyo a Ucrania para disuadir la agresión y asegurar la paz”, sostuvo Carlos III durante el banquete real. Un discurso plano que fue aplaudido por Trump. El rey, a diferencia de la troika que integran Starmer, Macron y Merz, no exigió que Estados Unidos aplique mayores sanciones económicas y financieras contra Rusia. Carlos III tampoco hizo mención en su discurso a la crisis de Medio Oriente. Esa decisión política, frente a la ofensiva de Israel en Gaza, quitó un peso público al líder republicano. Donald Trump y Carlos III durante el banquete servido en el Castillo de Windsor, (Londres, Reino Unido) Trump y Carlos III dialogan en el banquete que se sirvió en el Castillo de Windsor, (Londres, Reino Unido) Trump durmió en el Castillo de Windsor, y tiene previsto reunirse con Starmer en Chequers, que es la residencia de campo del primer ministro británico. Antes del almuerzo, Trump y Starmer accederán al archivo de Winston Churchill y mantendrán un encuentro bilateral con agenda abierta. En ese momento aparecerán las diferencias ideológicas y geopolíticas entre el Presidente de los Estados Unidos y el primer ministro del Reino Unido. Trump apoya al movimiento de extrema derecha que reclama la expulsión de todos inmigrantes indocumentados, una posición que Starmer rechaza sin dudar. A través del Canal de la Mancha, ya ingresaron en agosto 29.000 inmigrantes frente a los 21.000 que llegaron hasta ese mes en 2024. Por la inmigración indocumentada, la imagen de Starmer cayó a niveles inéditos y la extrema derecha organizó una marcha masiva que impacto en la sociedad británica. Trump coincide con las consignas que se cantaron en la movilización convocada este sábado por el dirigente Tommy Robinson, bajo el lema “Unamos al Reino”. De hecho, en la marcha que sumó más de 100.000 personas, se pudieron observar carteles con el concepto ‘Make America Great Again’ (MAGA) que identifica al presidente de los Estados Unidos. Trump sostiene que Starmer debe respetar la consigna de libertad de expresión (Free Speech) esgrimida por Tommy Robinson, que implica la posibilidad de cuestionar sin sutilezas gramaticales a los inmigrantes indocumentados que llegan a Gran Bretaña. El presidente de los Estados Unidos tiene una política activa de respaldo a las expresiones ideológicas de extrema derecha en Europa, y ya mostró también sus coincidencias con líderes políticos en Francia y Alemania, que exigen total libertad de expresión para descalificar a los inmigrantes sin papeles. “El Imperio Británico sentó las bases de la ley, la libertad, la libertad de expresión y los derechos individuales prácticamente en todas partes”, dijo Trump en obvia referencia a la posición pública de Starmer. Keir Starmer y Volodimir Zelensky en Downing Street 10, (Londres, Reino Unido) Además de la libertad de expresión, Trump y Starmer tienen profundas diferencias respecto a la situación en Ucrania y Medio Oriente. El premier británico considera que Estados Unidos debe dictar nuevas sanciones contra Rusia, mientras que Trump sostiene que es fundamental que Europa avance contra China por su apoyo económico y financiero a Rusia. “Europa le compra petróleo a Rusia. No quiero que compren petróleo, y las sanciones que están imponiendo no son lo suficientemente duras. Estoy dispuesto a imponer sanciones, pero ellos tendrán que endurecerlas en proporción a lo que yo estoy haciendo”, posteó Trump en su cuenta oficial de Truth Social. Starmer, como Macron y Merz, no tiene intenciones de ejecutar la exigencia de Trump. El premier británico considera que Estados Unidos debe multiplicar las sanciones contra Rusia, y que Europa ya ha hecho su parte. Militantes palestinos marchan por las calles de Cisjordania reivindicando a la organización terrorista Hamas El lunes próximo inicia la ronda de exposiciones de los mandatarios que participan en la Asamblea General de Naciones Unidos. Starmer tiene previsto viajar a New York, y cuando le toque su turno, ratificará que Reino Unido reconoce a Palestina como Estado. Esta decisión diplomática beneficia a Hamas que controla Gaza y tiene mucha influencia en Cisjordania. Trump dialogará sobre este asunto con Starmer, que está reluctante para un cambio de opinión. De hecho, anoche explicaban a Infobae en Londres que Starmer evaluaba la posibilidad de adelantar su reconocimiento a Palestina como Estado, tras la visita de Trump al Reino Unido. Cuando termine el cónclave en Chequers habrá una recepción de negocios, adonde se firmarían acuerdos de inversión de compañías tecnológicas en Gran Bretaña. Si la cita de Trump y Starmer concluye en paz, ambos mandatarios ofrecerán una conferencia de prensa. En caso contrario, es posible que la conferencia se cancele para evitar un conflicto diplomático. Así sucedió con la cumbre que protagonizaron Trump y Vladimir Putin en Alaska. Al no haber acuerdo que anunciar, no hubo preguntas de los periodistas y ambos mandatarios hicieron una declaración unilateral para los enviados especiales. Hoy a la tarde, el presidente y su comitiva regresarán a Washington.
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