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» Radiosudamericana
Fecha: 17/09/2025 15:03
Miércoles 17 de Septiembre de 2025 - Actualizada a las: 11:42hs. del 17-09-2025 BIENESTAR Estornudos constantes, picazón en los ojos, congestión nasal y cansancio son algunos de los síntomas más comunes que afectan la calidad de vida en estos meses La llegada de la primavera suele asociarse con días más largos, temperaturas agradables y la explosión de color que aportan las flores y árboles en plena resurgir. Sin embargo, para muchas personas también significa el inicio de una temporada menos agradable: la de las alergias primaverales. Las alergias estacionales son una reacción del sistema inmunológico ante partículas presentes en el aire, principalmente el polen, que el organismo percibe como una amenaza. Aunque no siempre es posible eliminarlas por completo, sí existen medidas prácticas para reducir su impacto y disfrutar de la estación sin tantas molestias. A continuación, qué son las alergias primaverales, cómo afectan y sobre todo, qué se puede hacer para prevenirlas. ¿Por qué aparecen las alergias primaverales? Durante la primavera, árboles, pasto y flores liberan polen con el fin de reproducirse. Estas diminutas partículas viajan por el aire y entran en contacto con nuestras vías respiratorias, ojos o piel. En personas alérgicas, el sistema inmune reacciona de manera exagerada, liberando histamina, una sustancia que provoca inflamación y los síntomas típicos de la alergia. La intensidad de las reacciones varía en función de factores como: La concentración de polen en el ambiente. El nivel de sensibilidad de cada persona. Las condiciones climáticas (los días secos y ventosos suelen ser los peores). La exposición prolongada al aire libre en zonas con abundante vegetación. Síntomas más comunes. Las alergias primaverales suelen confundirse con un resfriado común, pero presentan algunas particularidades: Estornudos frecuentes y seguidos. Congestión o goteo nasal. Picazón en la garganta, la nariz y los ojos. Ojos enrojecidos y lagrimeo excesivo. Sensación de cansancio o dificultad para concentrarse. A diferencia de un resfriado, las alergias no provocan fiebre ni dolores musculares y pueden prolongarse durante varias semanas o incluso meses mientras dura la temporada de polen. ¿Cómo prevenir las alergias primaverales? Aunque no se pueden evitar por completo, existen estrategias para disminuir la exposición a los alérgenos y aliviar los síntomas: Mantenerse informado sobre los niveles de polen Hoy en día, muchos sitios web y aplicaciones móviles brindan información actualizada sobre la concentración de polen en el aire. Es aconsejable consultar estos reportes, puede ayudar a planificar actividades al aire libre y reducir la exposición en los días de mayor riesgo. Evitar salir en momentos críticos El polen alcanza su mayor concentración durante las primeras horas de la mañana y al final de la tarde, sobre todo en jornadas secas y ventosas. En la medida de lo posible, conviene limitar las salidas en esos horarios. Cerrar ventanas y ventilar con precaución Mantener cerradas las ventanas de la casa y del autoayuda a evitar que el polen ingrese en los espacios interiores. Si se desea ventilar, lo mejor es hacerlo en momentos de baja concentración de polen o utilizar sistemas de aire acondicionado con filtros especiales. Cambiarse de ropa y ducharse al llegar a casa Las partículas de polen suelen adherirse a la ropa, el cabello y la piel. Por eso, al regresar del exterior es recomendable cambiarse de ropa y ducharse para eliminar posibles restos que puedan seguir generando molestias dentro del hogar. Limpiar con regularidad El polvo y el polen también se acumulan en superficies, cortinas y alfombras. Pasar la aspiradora con filtros HEPA, limpiar con paños húmedos y lavar la ropa de cama con frecuencia puede marcar una gran diferencia. Utilizar anteojos de sol y mascarillas Un recurso sencillo, pero efectivo para reducir el contacto con el polen es usar gafas de sol, que protegen los ojos de la irritación. En casos más severos, las mascarillas también ayudan a disminuir la inhalación de partículas al aire libre. Mantener hábitos saludables Dormir lo suficiente, alimentarse de manera equilibrada y practicar actividad física fortalece el sistema inmune. Aunque no elimina las alergias, sí ayuda a que el organismo esté en mejores condiciones para afrontarlas. LA NACION
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