17/09/2025 13:07
17/09/2025 13:07
17/09/2025 13:07
17/09/2025 13:06
17/09/2025 13:06
17/09/2025 13:06
17/09/2025 13:06
17/09/2025 13:06
17/09/2025 13:06
17/09/2025 13:06
» SL24
Fecha: 17/09/2025 11:02
Facebook Twitter LinkedIn WhatsApp El futuro del gas argentino se jugará también en el mar. YPF, en sociedad con la italiana ENI, está ultimando la contratación de tres barcos de licuefacción de gas natural (GNL), dos a la compañía china Wison y uno a la coreana Samsung junto a Shell. Se trata de verdaderas “fábricas flotantes” capaces de transformar el gas en líquido para exportarlo a países donde no llegan los gasoductos. La experiencia no es nueva: la Argentina ya tuvo en su momento al Tango FLNG, un buque de Wison que operó brevemente durante la gestión de Mauricio Macri, hasta que la pandemia y el derrumbe del precio del petróleo frustraron el contrato. Hoy, ese mismo barco opera en Mozambique. Estos buques son la alternativa más ágil y económica frente a las plantas en tierra, que requieren inversiones multimillonarias. De hecho, tras la salida de la malaya Petronas de un proyecto local, Pan American Energy (PAE) impulsó esta modalidad, sumando a Pampa Energía y la noruega Golar. Los nuevos barcos que YPF planea contratar tienen una capacidad récord de 6 millones de toneladas de gas anuales, frente a las 600 mil del Tango original. Cada unidad cuesta alrededor de u$s 3.000 millones y su construcción demanda al menos tres años. En el negocio, Wison y Samsung dominan el mercado. Mientras los coreanos requieren tripulaciones de 150 personas, los chinos operan con apenas 44. Además, Wison suele ofrecer créditos blandos para facilitar los contratos, un punto clave para empresas como YPF. Con esta apuesta, la petrolera estatal busca transformar el potencial de Vaca Muerta en exportaciones millonarias de GNL, en un negocio global donde hoy solo operan siete barcos de este tipo en todo el mundo.
Ver noticia original