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Gualeguay » Debate Pregon
Fecha: 15/09/2025 13:26
Ya iniciada la campaña 2025/2026 la agricultura argentina presenta una situación de riesgo entre retenciones a las exportaciones costos y mercados volátiles para las commodities. Antes de comenzar un análisis de situación sobre lo que ocurrirá en la presente campaña agrícola que ya ha comenzando, vale una mención: tanto el medio interno como el externo no se presentan muy fáciles. Por un lado, el frente interno, con elecciones legislativas de por medio, produce incertidumbre a futuro. Y el frente externo presenta una serie de conflictos mundiales que producen recesión que contribuye a la caída de los precios internacionales de los productos del agro. Con márgenes económicos ajustados o negativos, Argentina enfrenta una situación de riesgo para la rentabilidad de los productores agrícolas. Esto se debe a factores como la volatilidad de los commodities, la implementación de retenciones y los altos costos de insumos como los fertilizantes. Todos estos factores obligan a los agricultores a implementar estrategias de sostenibilidad y rotación de cultivos para asegurar la viabilidad del negocio de producción de granos. La baja en la intención de siembra de soja en Argentina se debe principalmente a la inviabilidad económica, impulsada por bajos precios internacionales que no se reponen y altas retenciones internas, que han erosionado los márgenes de rentabilidad para el productor. Esta situación se ve agravada por una relación insumo-producto desfavorable. Si bien el costo de la soja para adquirir combustible y glifosato ha bajado, el costo de los fertilizantes se ha deteriorado significativamente, haciendo que los márgenes de beneficio sean muy ajustados. Los colonos tradicionales o los Pool de siembras se encuentran en otro dilema, en los campos alquilados, la incorporación del costo del arrendamiento a los márgenes hace que la soja sea incluso menos rentable o dé pérdidas en la mayoría de las zonas productivas. Ante la caída de márgenes, los productores buscan alternativas para mantener la producción y la rentabilidad, considerando el protagonismo de cultivos como el maíz temprano en esquemas de rotación. El cambio climático, las plagas y las enfermedades de los cultivos son los tres problemas ambientales más comunes de la agricultura, pero ya está incorporado como un riesgo adicional a los que marca la política o la economía. Pero ante estos tres problemas se tienen las herramientas necesarias para poder sortear esos riesgos como variedades genéticas de diferentes ciclos y acomodar las fechas de siembra de acuerdo a los informes meteorológicos a futuro. Por lo tanto, la sostenibilidad económica depende de la planificación agronómica, y la rotación de cultivos. Especialmente, la combinación de trigo y soja, se convierte en un eje fundamental para asegurar la viabilidad. En este escenario, los productores que iban a soja de primera están revisando contra reloj sus márgenes y rentabilidad. De este modo, hay muchas hectáreas que se estaban dejando barbechar para las siembras de soja de Octubre/Noviembre según su ciclo, que hoy están dejando de lado en la planificación para pasar a maíz y sembrar en estos días. Otros factores Si bien la inflación está controlada, la volatilidad del dólar y las políticas de retenciones son elementos claves que impactan negativamente en la rentabilidad de los productores. Esto hace que hoy los márgenes económicos en la agricultura están cada vez más estrechos, pero la carga impositiva no cesa y es ahí en donde se encuentra el mayor escollo en la producción. Si bien la participación del Estado en la renta agrícola bajó al 58% en marzo, o $58 de cada $100, cuando anunciaron la baja temporal de las retenciones. Cuando a esta baja la dejaron de forma definitiva en agosto, con el valor del Dólar comparado con marzo y el aumento de los insumos en agosto, no hubo muchos cambios, pues el único fue que el productor dejaría de perder un poco menos. Pero, en realidad, la voracidad fiscal sobre el campo hoy ya debe estar pasando el 67%; es decir, $67 de cada $100. Así surge de datos de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de la Argentina (FADA).
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