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» Elterritorio
Fecha: 15/09/2025 13:14
Al igual que su hermana Olga Padilla Leite, María Estela también denunció a la expareja de la comerciante por las amenazas y un intento de femicidio que se había producido hace pocas semanas en la casa de la víctima. “Se necesita custodia policial”, reclamó la entrevistada lunes 15 de septiembre de 2025 | 6:30hs. Al igual que sus hermanas y otros familiares, María Estela Leite sigue de cerca minuto a minuto la evolución en el cuadro de salud de su hermana Olga Padilla Leite (39), mientras esta última se recupera en una habitación del hospital Samic de Eldorado, lugar al que llegó ayer por la mañana tras el feroz ataque a balazos y de arma blanca que sufrió cuando atendía su maxiquiosco del barrio Alecrín de San Antonio. Mientras se turna con sus familiares para estar cerca de su hermana, María Estela charló unos minutos con El Territorio sobre lo ocurrido con la comerciante, quien ya había sufrido episodio de violencia previa por parte de su expareja Jorge De Lara, en donde fue amenaza de muerte. E incluso, con un atentado en su propia casa que casi le cuesta la vida, hecho registrado hace muy pocas semanas en la misma localidad y que fue denunciado ante las autoridades locales. “Ella sufrió violencia de genero toda su vida. Mi hermana, hasta un tiempo atrás, fue una mujer muy sumisa. Él siempre le pegaba y la violencia de genero nunca paraba, la amenazaba siempre y ella se calló muchos años”, comenzó narrando María Estela sobre la relación que tenía su familiar con su hoy expareja, a quien conoce desde los 13 años. Luego, comentó que hace pocos meses, tras un último ataque que sufrió en la casa que compartían en el barrio Primavera, en donde resultó con una importante lesión en uno de sus hombros, Olga decidió realizar la primera denuncia contra el hombre. Lo que derivó en una orden de exclusión de hogar para De Lara. “Desde ahí le sacaron de la casa. Él no podía sacar nada de la casa, pero si su hijo, quien iba y retiraba cosas por su padre”. Por otro lado, María Estela narró que, en medio de las denuncias, el propio hijo de la comerciante se fue a vivir con su papá y que, en un determinado momento, presentó una denuncia penal contra Olga por una supuesta amenaza de muerte que la mujer le habría hecho al joven. Y que al parecer habría tomado partido por el hombre en medio de las denuncias hechas por la comerciante. “Días antes de que le notificaran a mi hermana, su hijo fue con el auto hasta la casa de mi hermana y le dijo que renunciaba a ser su hijo y que para él mi hermana no era más su mamá. Pero en ningún momento ella lo amenazó. Hay testigos que pueden dar fe de eso, una vecina con quien mi hermana estuvo ese día y otros vecinos que vieron todo lo que pasó”, sostuvo la entrevistada. Primer intento de femicidio En otro tramo de la entrevista, María Estela comentó que lo ocurrido ayer no fue la primera vez que atentan contra la vida de su familia. Y recordó lo ocurrido durante la madrugada del pasado 22 de agosto, cuando Olga tuvo que ser rescatada por sus vecinos del incendio de su propia vivienda del barrio Primavera. Sobre ese hecho ocurrido hace pocas semanas, dijo: “No hubo forcejeo de las cerraduras, porque ellos tenían las llaves y sospechamos que pagaron a dos personas que ingresaron a su casa y pusieron fuego en un sillón. Incluso dejaron el bidón con combustible y el encendedor dentro de la casa. Mi hermana estaba durmiendo y se despierta con el ladrido de la perrita y piensa que le estaban robando. Cuando sale, ve todas esas llamas y toma su celular y su billetera. Pero cuando atina a querer salir empieza a notar que no podía respirar”. Acto seguido, relató que, en un intento desesperado por salir de su casa, y al no poder salir por la puerta trasera de la casa, Olga salió por una pequeña ventana con la que llegó al garaje y a la parte trasera de su terreno. Tras varios pedidos de auxilio, vecinos de la zona arribaron al lugar para auxiliarla. En ese contexto, uno de sus vecinos rompió la puerta principal de la casa ya que pensaba que la mujer aún seguía dentro de la casa. Y con ayuda de los lugareños, un rato más tarde, las llamas fueron contenidas antes del arribo de los bomberos. “Yo por ese incendio yo le denuncie a De Lara el 27 de agosto. Pero hasta ahora no le notificaron nada sobre eso”, comentó preocupada la entrevistada. De cliente a asesino Al ser consultada sobre el ataque de este sábado, María Estela contó que su hermana fue abordada cuando se encontraba sola dentro de la despensa y carnicería que posee en el barrio Alecrín. Pasadas las 9.10 de la mañana, ingresó un joven que llevaba puesto en uno de sus brazos un casco de motocicleta y que como característica tenía una parte del cabello teñido de rubio. Esta persona, en primera instancia se hizo pasar por un cliente, aunque en el momento oportuno finalmente terminó mostrando sus verdaderas intenciones. “Él llegó y le dijo a mi hermana que quería comprar para hacer un guiso. Ahí, fue a la parte donde estaban los fideos y en un determinado momento le llama a mi hermana que estaba sentada. Le pregunta el precio de los fideos, ella mira a un costado porque tenía pollos para descongelar, él ve esos pollos y le pregunta cuánto costaban, ella intenta agarrar el pollo y en ese momento este hombre saca el revólver y le dice ‘esto es un asalto, recuéstese en el piso’. Ahí, ella le dice llévate todo lo que quieras, pero no me hagas daño. Él guarda el revólver y saca el cuchillo y le empieza a hincar. Ella se defienda y en un momento le logra dar en la mano donde tenía el cuchillo y él saca el arma y dispara dos veces”, reconstruyó la entrevistada, quien agregó que el atacante utilizó un revólver calibre 38. Siempre desde los dichos de la entrevistada, el atacante, al ver la cantidad de sangre que salía del cuello de su víctima y tras efectuar de los disparos creyó que ya había hecho suficiente para terminar con la vida de la comerciante. Y acto seguido, sale con el casco puesto del local. Pero con las fuerzas que le quedaban, Olga logró salir detrás de su agresor y al ver que este huyó en su motocicleta comenzó a pedir auxilio. Y como el hospital local queda a pocas cuadras del local, la comerciante corrió hasta el centro asistencial en donde tras detallar al personal médico lo que le había pasado se desmayó y perdió el conocimiento. “Le dije sos una guerrera, después de lo de ayer naciste de nuevo, por cómo le dejo el cuello y el disparo que tiene en la cabeza”, comentó la hermana de la comerciante, con quien pudo hablar luego de que saliera de cirugía y quien además le confió que su agresor ya había estado un par de días antes comprando un puñado de mercaderías de su negocio. Por último, María Estela hizo un pedido especial para la Justicia: “Se necesita custodia policial, nosotros estamos haciendo los pedidos para que se le asigne una custodia, pero hasta el momento no se ha podido concretar. Incluso yo también voy a solicitar una medida de protección para mí y mi familia. Yo también lo denuncié por el incendio de la casa de mi hermana y uno no se siente tranquilo estando en esta situación.
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