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» Comercio y Justicia
Fecha: 15/09/2025 01:24
El mercado laboral en Argentina ha experimentado una contracción significativa desde diciembre de 2023 hasta finales de junio de 2025. En rigor, se han perdido un total de 189.608 empleos asalariados registrados, lo que equivale a 334 puestos de trabajo menos por día. Esta masiva pérdida de empleo, documentada por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), se refleja directamente en la actividad de plataformas profesionales como LinkedIn. El aumento de despidos y la escasez de nuevas contrataciones ha provocado que miles de argentinos actualicen sus perfiles y activen la insignia “Open to Work” (Abierto a trabajar), transformando la red social en un barómetro de la crisis laboral. La situación es especialmente crítica en sectores clave como la construcción, que perdió 61.264 empleos, y la industria manufacturera, con una caída de 35.211 puestos. Mientras los informes económicos cuantifican la crisis con estadísticas, la actividad en LinkedIn muestra el lado humano de los datos: miles de profesionales y trabajadores buscando activamente una nueva oportunidad en un mercado en recesión. Crisis en la construcción En tanto, la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco) ha lanzado una seria advertencia sobre la profunda crisis que atraviesa el sector. Durante una reunión en Paraná, Entre Ríos, la entidad subrayó el papel crucial de la construcción en el “desarrollo integral” del país y propuso un “plan federal de trabajo con horizonte de 20 años” para revertir la situación. La entidad señaló que la paralización de la obra pública y privada está generando grandes pérdidas económicas y comprometiendo la competitividad. Además, denunciaron que la falta de inversión agrava la “deuda de infraestructura” del país, evidenciada en rutas deterioradas, sistemas energéticos obsoletos y la falta de modernización en los puertos. Esta situación no solo eleva el “costo argentino”, sino que también frena el desarrollo regional y limita el crecimiento futuro. La cámara hizo un llamado al diálogo para lograr un consenso y recuperar el camino del desarrollo. Su propuesta a largo plazo incluye varios puntos clave: Reactivar obras que ya estén en una etapa avanzada de ejecución. Reconocer y saldar la deuda que el Estado mantiene con las empresas. Crear un plan federal de infraestructura con una visión a 20 años. Fomentar mecanismos mixtos de financiamiento para el sector privado. Promover el desarrollo inmobiliario y facilitar los créditos hipotecarios. Implementar políticas de transparencia en la ejecución de proyectos. Fortalecer las capacidades técnicas de los gobiernos locales. Promover el empleo formal y la capacitación profesional. La preocupación del sector se sustenta en datos concretos. Según el Indec, la actividad de la construcción cayó un 1,8% mensual en julio, y el índice de ventas de materiales para la construcción (Índice Construya) registró una baja del 5,5% interanual en agosto. Estos datos confirman que el sector sigue en terreno negativo, con una demanda de insumos que ha “perdido fuerza” en los últimos meses debido al contexto macroeconómico.
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