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» Misionesopina
Fecha: 14/09/2025 21:05
La postal de largas filas de vehículos cruzando el puente internacional San Roque González de Santa Cruz ya no se limita a los fines de semana o a los horarios comerciales habituales. Cada vez más posadeños organizan sus compras de madrugada, aprovechando que en Encarnación una reconocida cadena de supermercados abre las 24 horas, sumando un atractivo imposible de encontrar en Misiones: precios hasta un 50% más bajos y disponibilidad de artículos más allá de los alimentos básicos. El fenómeno viene creciendo en los últimos meses y, según pudo relevar Misiones Opina, responde a dos motivaciones centrales: por un lado, el tipo de cambio que favorece con amplitud al peso argentino frente al guaraní, y por otro, la posibilidad de evitar las demoras de hasta tres horas que suelen darse en los controles migratorios en horarios pico. “Nosotros cruzamos después de cenar, hacemos las compras para todo el mes, cargamos nafta y volvemos cerca de la medianoche. Sale muchísimo más barato y no perdemos tiempo en el puente”, contó Mónica, empleada administrativa que organiza salidas nocturnas junto a su familia. De la cena a la compra mayorista La rutina se repite: familias que cenan del lado paraguayo, aprovechan para recorrer los pasillos del hipermercado y regresan a Posadas antes del amanecer. O bien quienes eligen salir de madrugada, alrededor de las 5, hacen sus compras, cargan combustible, cambian cubiertas o realizan arreglos rápidos en talleres mecánicos, y vuelven antes de las 8 para iniciar su jornada laboral. La oferta es amplia. No solo se consiguen alimentos a mitad de precio que en supermercados posadeños, sino también ropa, electrodomésticos, herramientas, artículos de cocina, de patio y hasta tecnología de última generación. “Compramos todo lo de la semana: leche, azúcar, arroz, fideos, además de ropa para los chicos y hasta una licuadora que acá no podíamos pagar. Allá la diferencia de precios es abismal”, relató Ernesto, comerciante posadeño que admite que él mismo debe recurrir al vecino país para sostener el presupuesto familiar. Golpe al castigado comercio local La tendencia representa un golpe durísimo al comercio posadeño, que ya venía atravesando meses críticos desde la megadevaluación de diciembre de 2023, cuando el Gobierno nacional decidió llevar el dólar oficial de 400 a 820 pesos, un ajuste del 118%. Esa medida encareció los precios argentinos para los extranjeros, cortando de raíz el flujo de turistas brasileños y paraguayos que solían consumir, pasear y gastar en Misiones. Desde entonces, la ecuación se invirtió. Ya no son los vecinos de países limítrofes los que llegan para aprovechar precios, sino los propios misioneros quienes fugan miles de millones de pesos cada mes hacia el exterior, en búsqueda de precios más bajos y mayor variedad de productos. En Posadas, los comerciantes admiten que la caída de ventas se siente con fuerza. “Estamos viendo que clientes de toda la vida nos dicen que cruzan a Encarnación porque no pueden afrontar los precios locales. El panorama es sombrío, porque a la falta de compradores extranjeros se suma la pérdida de los propios misioneros”, comentó un referente del rubro supermercadista que pidió reserva de su nombre. Una diferencia clave: locales abiertos 24 horas Si bien la fuga de consumidores hacia Brasil y Paraguay se repite en Irigoyen, Iguazú, San Javier, El Soberbio y otros pasos fronterizos, el caso de Encarnación marca la diferencia: los supermercados abiertos las 24 horas potencian un flujo incesante de posadeños, que adaptan sus rutinas a los horarios nocturnos o de madrugada para ahorrar dinero y tiempo. En las redes sociales abundan los testimonios de quienes muestran carritos repletos y tickets con cifras notoriamente inferiores a las que pagarían en Misiones. La tendencia no parece tener techo en el corto plazo, y se instala como un hábito de supervivencia para cientos de familias que deben estirar al máximo sus ingresos en medio de una inflación persistente y salarios que pierden poder de compra mes a mes. Testimonios de la nueva rutina “Es increíble, uno cruza de noche y parece que fuera de día: hay familias enteras comprando, chicos durmiendo en los changuitos y los pasillos llenos. Es otra realidad, y aunque a uno le duela, la plata manda”, contó Mariana, docente de Villa Cabello. Otro entrevistado, Daniel, chofer de colectivo, graficó: “Yo salgo del trabajo, cruzo a las 11 de la noche, compro lo que necesito y vuelvo. Así me ahorro horas de fila y me garantizo que a mis hijos no les falte nada”. El futuro del comercio posadeño, en jaque El fenómeno de las compras de madrugada en Encarnación abre un interrogante profundo sobre el futuro del comercio posadeño. El sector, ya golpeado por la recesión, la pérdida de turistas extranjeros y la caída del consumo interno, ahora enfrenta una sangría constante hacia el vecino país. La combinación de precios más bajos, locales abiertos 24 horas y un tipo de cambio que favorece al peso argentino configura un escenario extremadamente complejo. Mientras tanto, las familias posadeñas encuentran en esta rutina una manera de sobrevivir, aunque eso signifique vaciar aún más las cajas de los negocios locales.
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