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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 13/09/2025 06:48
"Adulto", protagonizada por Juan Minujín Sumo es una de las bandas más emblemáticas del rock nacional, con Luca Prodan a la cabeza allá por los años 80 lanzaron la canción “Mejor no hablar de ciertas cosas”. Sin embargo, no siempre tiene que ser así y hay temas que se prefieren esquivar, pero que no deberíamos hacerlo. Por eso, tras el estreno de “Adulto”, una película escrita y dirigida por Mariano González y protagonizada por Juan Minujin, podemos poner el foco en ciertas cuestiones con las que no debemos hacernos los distraídos. El film, que ha logrado un gran reconocimiento en festivales internacionales, cuenta la historia de Antonio, un joven de 14 años que, a raíz de un accidente que sufre su padre, es arrojado al mundo de los adultos. De una manera artística, se abordan las problemáticas que afectan a los jóvenes hoy en día. El mismo Juan Minujín se refirió al tema del juego clandestino en relación a los menores durante una entrevista: “Me parece súper preocupante. Hablé con docentes de escuelas secundarias y todos están un poco preocupados porque es algo que está demasiado a la mano”, señaló el actor. Hay que aplaudir que un actor tan reconocido ponga sobre la mesa la problemática de las apuestas ilegales, el gran mal que aqueja a todos los menores en términos de ludopatía. El film de González nos brinda una oportunidad para charlar con nuestros hijos sobre los riesgos del juego clandestino y también nos invita a reflexionar sobre el rol del Estado en el combate contra la ilegalidad que permite el ingreso de menores de edad a un mundo para el que no están preparados. La evidencia científica es clara y la ley la avala, hay que ser mayor de 18 años para poder jugar por cuestiones netamente biológicas del desarrollo del cerebro humano. Además, aunque el usuario tenga la mayoría de edad hay que tener un acompañamiento desde la legalidad para prevenir el juego compulsivo con herramientas de control de gastos, tiempo de exposición a la plataforma y régimen de autoexclusión. En Argentina, el 80% de las casas de juego online son ilegales. Es decir que no están autorizadas para operar, no pagan impuestos ni tienen mecanismos de control ante consumos problemáticos. Pero lo más preocupante es que estas organizaciones clandestinas permiten el ingreso de jóvenes que no llegaron a la mayoría de edad sin ningún tipo de restricción. Los órganos competentes del Estado ejercen un control férreo para combatir estas casas clandestinas e impedir su proliferación en la sociedad. Pero, mientras tanto, como adultos tenemos que hablar con los más chicos para protegerlos de las apuestas ilegales, que derivan en síntomas de ansiedad y depresión y comprometen el patrimonio de sus familias. Ante una conducta poco habitual de nuestros hijos tenemos la responsabilidad de conversar seriamente de lo que está ocurriendo. Las plataformas de juego ilegales apelan a todo tipo de subterfugio para captar menores de edad, entrando al aula con “cajeros” (también menores de edad) a los que ofrecen sumas de dinero para que arrastren a sus compañeros a las apuestas clandestinas. Las plataformas ilegales están diseñadas para incentivar el juego sin control ni responsabilidad. Nuestros jóvenes son tentados día a día para ingresar a estas aplicaciones con la promesa de ganar dinero rápido y fácil. Es nuestra responsabilidad abrir el diálogo para prevenir que menores de edad entren en contacto con estas organizaciones delictivas. Este es el gran problema de nuestra sociedad, porque las casas de juego legales tienen firmes protocolos y controles cruzados que impiden que un menor de 18 años ingrese a su plataforma. Además, cuentan con herramientas para evitar conductas problemáticas como límites de depósitos, autoexclusión temporaria o permanente, historial de actividad y recordatorios de tiempo de juego activo. Siempre es mejor hablar antes que hacerse el distraído. Mirar para otro lado solo hará que el conflicto tome dimensiones aún mayores y que la situación llegue a límites realmente preocupantes. El cine, al igual que muchas expresiones artísticas, nos dice que evitar un tema no lo resuelve sino que, al contrario, permite que se profundice. Hablemos con nuestros hijos sobre apuestas ilegales. Es una excelente manera de prevenir la clandestinidad que tanto daño genera.
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