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  • "Me asusta mucho la política", dijo la correntina Virginia Gallardo

    » Radiosudamericana

    Fecha: 11/09/2025 08:53

    Jueves 11 de Septiembre de 2025 - Actualizada a las: 07:33hs. del 11-09-2025 ESPECTÁCULOS Siempre asociada al mundo del espectáculo, el Bailando de Tinelli o a su mediático romance con Ricardo Fort. Sin embargo, hoy su presente pasa por la política, al aspirar a una banca como diputada nacional por Corrientes en las filas de la Libertad Avanza Hoy por hoy, el nombre de Virginia Gallardo está más asociado a la política nacional que al mundo del espectáculo, su habitat natural desde que en 2007 esta correntina decidiera participar en el mega popular Bailando por un sueño de Marcelo Tinelli. A la hora de recorrer su historia mediática, tampoco se puede dejar de mencionar a Ricardo Fort, ya que su relación con el empresario del chocolate alcanzó alto voltaje en los medios, empezando por si el romance era real o un montaje, algo que ella se encargó de desmentir una y otra vez. Pero tras casi dos décadas vinculada al mundo del espectáculo, en el presente el nombre de Gallardo está inevitablemente asociado a la coyuntura política por su decisión de sumarse a la Libertad Avanza en busca de una banca como diputada nacional por Corrientes en las inminentes elecciones legislativas del próximo 26 de octubre. Se la nota entusiasmada y no ahorra elogios para el Presidente Javier Milei, aunque vale aclarar que la entrevista fue realizada días antes de la reciente elección en la provincia de Buenos Aires que finalizó con el contundente y sorpresivo triunfo del peronismo sobre el oficialismo. Invitada a esta nueva entrevista lúdica de Mi Cielo, acá los momentos más destacados de la charla: Mariano: —Hola, Virginia. ¿Viste la VTV de los autos? Bueno, acá hacemos la VTA, la Verificación Técnica del Alma. Virginia: —Perfecto. Mariano: —Virginia Gallardo. Tu candidatura a diputada trajo doce mil quinientos sesenta y nueve discusiones en hogares argentinos. Virginia: —Y un poquito más tal vez (ríe). Mariano: —¿Un sueño frustrado de la infancia? Virginia: —Me hubiera gustado ser gimnasta artística. Mariano: —Con paralelas, todo el cuento... Virginia: —Sí, sí, me hubiera gustado como competir, dedicarme a eso. Pero bueno, arranqué muy grande por cuestiones económicas de la casa... Mariano: —¿Cuál fue la decisión, esa decisión importante que vos tomaste en tu vida que te permitió ser la que sos ahora? Virginia: —Cuando me vine de Corrientes a Buenos Aires. Todos saben que vine por el Bailando por un sueño de Marcelo Tinelli, pero cuando quedás eliminada, tu vida vuelve a ser la misma. Dije: “No me lo puedo perder”, pero no desde lo profesional solamente, también por lo vivencial y el sueño; no hay que olvidarse que en ese momento el Bailando... era bailar por un objetivo, en este caso un comedor infantil. Yo era muy nueva, muy chiquita, y volvía llorando todos los días a casa porque no entendía todavía esa dinámica de bailar con un famoso -el mío era Daniel Agostini-, en el medio estaba el show. Mariano: —Aparte de tu llegada al Bailando..., ¿cuál puede ser la siguiente? Virginia: —Bueno, la que estoy tomando ahora, postulándome para ser diputada nacional por Corrientes, aunque puedo no ser electa, lo tengo clarísimo. Mariano: —Pero sabés que es una decisión que te puede modificar la vida para siempre. Virginia: —Sí, pero también se la puedo modificar a otros y eso me re entusiasma. Son las mismas energías, las mismas ganas, el mismo entusiasmo... Mariano: —Ojo, que hay gente que no sabe... Hay un treinta y tres por ciento que te conoce, un treinta y tres por ciento que te detesta y un treinta y tres por ciento que te ama. Virginia: —Ni me ofende. Yo digo: “Tengo que morir con la mía como morí siempre”. Estoy convencida de lo que quiero hacer, de cómo soy... Mariano: —¿Y no te asusta nada de la política argentina? Virginia: ¡Sí, mucho, estoy re asustada! Todo lo que veo hace que tenga más ganas de quedarme por un lado y de alejarme por el otro. Hace una semana que me postulé y de repente para algunos ya soy una ñoqui, “¡no querés trabajar para vivir del Estado!”, escuchás esas cosas. Siento que es el momento óptimo porque tengo como la posibilidad de unir estas dos Virginias, la de veinte años en Corrientes y la de veinte años en Buenos Aires. Y para mí es como una alegría, es un honor volver a representar a mi pueblo, volver a mi casa, ir a encontrarme con mi gente. Mariano: —Bueno, vos sos muy idealista y estás entrando a un mundo muy hostil. Vos vivís la política de hacer para el otro y no la de la rosca. Virginia: —Claro, no vengo a discutir ni a pelear con un otro. Esto de enfrentarnos, que el presidente no puede ir a un barrio, o de que estás de un bando o estás del otro... Mariano: —Es que así es la política, Virginia. Virginia: —Pero está mal La agresión, la violencia, la falta de respeto. Mariano: —¿Y no te da miedo en lo que te puede transformar la política? Virginia: —No, porque siempre sobreviví trabajando, respetando a mis compañeros. Y en la política pretendo ser igual. Mi idea es consensuar, hablar... Muchos dicen: “Te quieren porque sos un termo que levante la mano”. Y no, no es mi caso... Mariano: —¿Lo hiciste saber eso? Virginia: —Sí, obvio. Y lo hago saber públicamente. No estoy en el rol de ‘soy política’. Voy a seguir siendo yo porque creo que es lo que me ha traído hasta acá. Muchos me dicen “las buenas intenciones solas no bastan”. Mariano: —¿Te lo dicen así todo el tiempo? Virginia: —Todo el mundo. Y yo digo: “pero entonces, ¿qué hacemos? ¿entregamos el país? No sé si voy a ser yo la solución. Pero hay que involucrarse. Y trataré de rodearme de gente buena y honesta que me acompañe. Mariano: —Y hay que recordar cómo lo conociste a Javier Milei, de los días de Polémica en el Bar, ¿no? Virginia: —Claro, un día llegó a Polémica... y a mí me fascinaba lo que él decía de economía, de lo social. Y un día dije “yo necesito que este hombre sea mi maestro...” Y me acerqué a él para unas clases de economía. Mariano: —¿Dónde ibas? Virginia: —A su oficina, me veía todo el mundo. Había una computadora, un pizarrón, unas tazas sobre Milton Friedman. El día que él gana como presidente yo subí las fotos de mis apuntes, tengo libros, tengo todo. Mariano: —¿Cuántas horas de clase tomabas por día? Virginia: —Tres horas, ponele. Mariano: —¿Es buen profesor Milei? Virginia: —Para mí es clarísimo. Es que yo creo que no lo quieren oír. Está el que escucha y el que no quiere oír. Está haciendo algo magistral. El me decía algo técnico y yo le decía: “Esto no se entiende, bajalo”. Y después sí, yo decía: “Si yo lo entiendo, lo puede entender cualquiera”. Yo me embandero con un partido político que encabeza Javier Milei. Confío en él, creo en él, sé de sus buenas intenciones, pero a la vez conozco, hablo con la gente y veo que las necesidades existen. No estamos en un país perfecto. Entonces, jamás lo que yo pueda opinar va en contra de la gente. Mariano: —Escuchá, ¿te fueron a buscar? Virginia: —Me fueron a buscar. Mariano: —¿Te llamó Javier directamente? Virginia: —No, no tengo ese ida y vuelta tampoco con Javier. Mariano: —Y tus dichos sobre Lilita Carrió fueron como un quiebre, ¿no? Virginia: —Eso fue totalmente malinterpretado por la gente. Me ponen: “Vos querías vivir del Estado y cobrar los diez palos” y al otro día lo tenía a José Mayans contestándome desde el Senado. Estoy lidiando con eso. Es como tener que salir a explicar lo inexplicable; ni siquiera fue en contra de Lilita. Mariano: —¿Qué pregunta sin respuesta -a tu padre, madre, novio, quien vos quieras- te gustaría hacer? Vas a poder bajar a una persona dos horas... Virginia: —¡Te lo bajo a Richard (por Ricardo Fort). ¡El desastre que haría hoy Ricardo con la tecnología que hay! ¿No sería hermoso? Y la televisión lo agradecería mucho. Siempre pienso lo mismo: fue un pionero, un visionario. Mariano: —¿Tienen cosas parecidas Ricardo y Javier? Virginia: —¡Sííí, todo! Los locos que me gustan a mí: los raros, los distintos. Mariano: —Cosas de visionario... Virginia: —¡La visionaria soy yo, mi amor, que los vi a los dos antes de que sean lo que fueron!, ¿o no? (se ríe) Yo a Ricardo lo conocí mucho antes que lo que ustedes pudieron ver. Mariano: —Me dejás una pregunta picando: ¿te gusta...? Virginia: —¿Quién? Mariano: —El presi... Me vuelvo loco si aparece Virginia Gallardo y Milei. ¡Sabés cómo te veo en la Rosada...! Virginia: —No, a mí me gustan esas personalidades que van al frente, que no escuchan las críticas. En eso siento que me atraen... Tienen que ver conmigo, creo. Son dos personajes diferentes que han logrado un montón en poco tiempo. Y yo, por lo pronto, creo ser un granito de arena que puede sumar. Infobae

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