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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 10/09/2025 12:49
El plan busca que todas las transacciones sean digitales en cinco años (Freepik) En Europa, una nación sorprende por el ambicioso objetivo que se ha propuesto: erradicar por completo el uso del dinero en efectivo antes de 2030. La iniciativa, impulsada desde el más alto nivel de gobierno, plantea digitalizar la economía en apenas cinco años, una meta que genera debate sobre las posibilidades reales de convertir a este país —donde el efectivo sigue teniendo un papel central— en la primera sociedad completamente digital del continente. Ese país es Albania. La propuesta fue anunciada por su primer ministro, Edi Rama, quien presentó el proyecto “Albania 2030” con la determinación de convertir a la nación en un territorio totalmente libre de dinero en efectivo antes de que finalice la década. El plan busca que todas las transacciones se realicen de manera digital, lo que supondría un cambio radical para una sociedad acostumbrada, hasta ahora, a operar principalmente con billetes y monedas. El primer ministro de Albania, Edi Rama propone eliminar el dinero en efectivo antes de 2030 Según informó Time Out, el gobierno explicó que apostar por la eliminación total del efectivo es, ante todo, una decisión pragmática y visionaria. Rama sostuvo que “la tecnología necesaria para lograrlo ya existe” y calificó el objetivo como “totalmente alcanzable”, insistiendo en que erradicar el uso del dinero en papel permitiría a Albania “liberarse de la pesada carga de prácticas obsoletas e ineficiencias que entorpecen la vida cotidiana”. Según argumentó el primer ministro, avanzar hacia un ecosistema financiero completamente digital fortalecería la economía del país y, además, aceleraría su integración con la Unión Europea, propósito prioritario para su administración. Desde su óptica, la transición será clave para modernizar la vida social y económica albana, combatiendo viejas formas de corrupción y mejorando la trazabilidad financiera nacional. Sin embargo, la historia reciente del sector financiero en Albania revela los profundos retrasos y desafíos que enfrenta el país para materializar esa visión a tan corto plazo. El uso del dinero en efectivo ha sido, por décadas, la norma indiscutible en la vida cotidiana, y la implantación de servicios bancarios modernos ha avanzado de manera lenta y reciente; como ejemplo, los cajeros automáticos no se instalaron en el país sino hasta 2004, lo que muestra la gran brecha respecto a otros Estados europeos. Según detalla DW, la modernización, aunque palpable en las ciudades principales, contrasta con notables déficits de infraestructura en muchas regiones rurales del país y con un sistema financiero que no ha terminado de implantar ni siquiera herramientas muy extendidas a nivel global, como PayPal, que aún no está disponible para negocios en Albania. El horizonte tecnológico, por tanto, no se limita al despliegue de terminales de pago digitales, sino que implica el fortalecimiento completo de las infraestructuras de ciberseguridad. En este sentido, surgen preocupaciones legítimas sobre la capacidad del sistema nacional para resistir posibles ciberataques o fraudes masivos, dados los limitados recursos y experiencia que el país acumula hasta ahora en materia de protección digital. La transición propuesta exige, además, grandes inversiones para la actualización tecnológica tanto en la administración pública como en el sector privado, lo que añade otra capa de complejidad ante la meta marcada para 2030. Expertos advierten sobre la brecha tecnológica y la falta de infraestructura en zonas rurales Más allá de los desafíos logísticos, existen importantes obstáculos sociales y económicos que dificultarían la erradicación del efectivo en el horizonte propuesto. El experto en finanzas Arben Malaj dialogó con DW y expresó que, “un alto porcentaje de la población vive en zonas rurales” donde el acceso a la tecnología, la cobertura digital y la educación financiera son muy limitados. Sectores económicos vitales para el país, como la agricultura, siguen dependiendo en gran medida del dinero físico; esta realidad convierte la transición en un reto que trasciende la simple adopción de nuevas tecnologías. Además, la resistencia cultural al abandono del efectivo es relevante, especialmente entre las personas mayores, para quienes el uso de billetes y monedas forma parte de sus hábitos cotidianos y representa una garantía de autonomía y control financiero. Por el momento, no existe antecedente a nivel mundial de un país que haya conseguido prescindir por completo del dinero en metálico y, según los analistas, Albania no parece estar en posición de convertirse en el pionero de esa transformación. “Muchos se opondrán a la medida, ya que una gran parte de la población sigue usando dinero físico a diario”, observa Malaj, y advierte que la voluntad política y la tecnología no serán suficientes si no se acompaña de una transición gradual, apoyada por políticas de inclusión y el refuerzo de la educación digital.
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