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» La Capital
Fecha: 09/09/2025 04:12
Un fiscal requirió penas de 10 a 14 años de prisión contra tres acusados por ataques extorsivos ordenados por Pupito Avalle, un penado a perpetua como referente de Los Monos Uno de los ataques con tiros y fuego al frente de la sede del Sindicato de la Carne. Tres detenidos como parte del equipo de Cristian Nicolás “Pupito” Avalle, un "gerente" de Los Monos en Villa Gobernador Gálvez condenado a prisión perpetua, fueron acusados por una serie de ataques armados e incendiarios cometidos en abril del año pasado contra el Sindicato de la Carne y empresas de la industria frigorífica de la región. En una audiencia de preparación del juicio por los atentados, un fiscal pidió condenas de 10 a 14 años de prisión para los acusados, uno de ellos por ocuparse de la logística desde una cárcel rosarina y los otros dos como tiratiros en moto detenidos tras el último ataque. La serie de siete atentados a balazos y con bombas molotov se extendió entre el 3 y el 16 de abril del año pasado en Rosario y Villa Gobernador Gálvez y tuvo como blanco no sólo a la sede sindical del barrio Saladillo sino a los frigoríficos Paladini, Swift, Mattievich, Coto y Sugarosa . Las intimidaciones, según planteó en su acusación el fiscal Franco Carbone, tenían como finalidad extorsionar al secretario general del Sindicato de la Carne, José Alberto Fantini, y a trabajadores de la industria frigorífica. Las prácticas extorsivas a sindicalistas, comerciantes, políticos y medios de comunicación fueron parte del sello que , además de asesinatos y balaceras a escuelas, distinguió a la asociación ilícita dirigida desde la cárcel por Pupito Avalle , preso como segunda línea de Los Monos. La imputación a la banda —once personas detenidas por un total de 46 hechos— se produjo en octubre de 2023. Seis meses después ocurrió la saga de atentados que ahora se encamina a juicio. En marzo pasado Pupito aceptó en un juicio abreviado una condena a prisión perpetua como el líder de una violenta banda que, en ocasiones, llego a llamar él mismo a las víctimas por teléfono desde la cárcel. La organización tenía división de tareas y roles asignados. Funcionó entre marzo de 2021 y octubre de 2023 con epicentro en Villa Gobernador Gálvez y alcance en las zonas sur y sudoeste de Rosario. Como rubro fuerte de la banda destacaron las extorsiones y balaceras , aunque también se le asignaron al menos cuatro homicidios. Entre ellos el de Osvaldo “Popito” Zalazar, quien había sido acusado y luego absuelto por la ejecución del jefe de Los Monos Claudio “Pájaro” Cantero de 2013. Cumplía condena por un homicidio cuando el 14 de agosto de 2022, durante un traslado, fue acribillado en una emboscada a un móvil penitenciario en Pérez. Hace nueve días los cuatro acusados por el crimen fueron condenados a perpetua tras un juicio oral. El miércoles pasado, en tanto, el barrabrava Gerardo “Dibu” Gomez fue imputado como miembro de la banda de Avalle y por un asesinato de 2022 tras figurar entre los prófugos más buscados de la provincia. >>Leer más: Ataques al Sindicato de la Carne y frigoríficos: imputaron a "Pupito" Avalle y otras seis personas La investigación de los atentados al Sindicato de la Carne arrojó que el hecho de estar detenido en la cárcel federal de Ezeiza no le impidió a a Avalle, como cabeza de la organización, triangular llamadas para orquestarlos. A través de dos mujeres que estaban autorizadas para comunicarse con él por teléfono impartió órdenes a un preso en la cárcel Francia al 4800, en la ex jefatura de Policía. Reparto de funciones Se trata, según la pesquisa, de Fabricio Hernández, para quien el fiscal Carbone solicitó una pena de 14 años y 4 meses en una audiencia preliminar al juicio celebrada el viernes pasado en el Centro de Justicia Penal. Lo acusó como instigador de los delitos de abuso de armas, intimidación agravada por el uso de explosivos y daño. El interno, dijo el fiscal, fue el encargado de seleccionar a quienes llevarían a cabo los ataques. Así, bajo promesa de pago contrató a personas no identificadas y a Sergio Luis Romero, quien sorteó junto a Cristian Damián Rubio una persecución policial cuando estaban por arrojar una molotov y carteles intimidatorios a metros del Frigorífico Sugarosa en Villa Gobernador Gálvez. Para Romero el fiscal solicitó 12 años de prisión como coautor de una intimidación publica agravada por el uso de explosivos, cuatro hechos de encubrimiento, daño y resistencia a la autoridad. Para Rubio requirió a10 años de prisión por los mismos delitos, a excepción del de daño. El juez Hernán Postma aceptó el planteo acusatorio y dispuso luego un cuarto intermedio para la continuación del trámite, en el que se ajustan detalles de cara al juicio. >>Leer más: Pupito Avalle, gerente de Los Monos en Villa Gobernador Gálvez, condenado a prisión perpetua La saga El primer ataque de la saga fue el 3 de abril del año pasado alrededor de las 22.10 en la sede sindical de Fausta al 5300. Dos hombres en una moto Guerrero GR6 300 sin dominio se acercaron al edificio, prendieron fuego la puerta y efectuaron al menos cuatro disparos con una pistola 9 milímetros. Luego dejaron una nota con contenido intimidatorio. Veinte minutos más tarde, en San Luis y Libertad de Villa Gobernador Gálvez personas aún no identificadas arrojaron una bomba molotov contra un bicicletero ubicado en el interior de la empresa Paladini, lo que causó el incendio de cinco motos. También arrojaron un cartel con una inscripción. Cuatro días después, a las 20.45 del 7 de abril, desconocidos incendiaron un camión marca Mercedes Benz estacionado en la puerta del Frigorífico Swift, en Juan Domingo Perón y Lavalle de Villa Gobernador Gálvez. A una hora similar, las 20.40 del 9 de abril, un nuevo atentado sacudiría a esa ciudad cuando dos hombres en una moto Guerrero GR6 negra y roja efectuaron al menos cinco disparos 9 milímetros contra el Frigorífico Mattievich, en San Luis y San Diego, donde dejaron una nota con un mensaje. >>Leer más: El juicio por el crimen de Popito Zalazar concluyó con condenas a prisión perpetua A los veinte minutos, el mismo día, en Lamadrid al 300 bis de Rosario desde la misma moto balearon la sede del Frigorífico Coto. Fueron al menos dos disparos con una pistola 9 milímetros marca Browning. La empresa de la zona sur volvería a ser atacada el 14 de abril a las 21.27. Entonces un hombre que para la acusación era Romero arrojó una bomba molotov hacia el interior del edificio y luego dejó una nota amenazante. Según la Fiscalía, contó con la ayuda de una hermana que tomó una foto del local y otra que consiguió las botellas de vidrio para fabricar los explosivos caseros, además de acercarse a filmar el accionar policial tras el atentado. Esto, con el objeto de enviarle el video a su hermano para que éste pudiera acreditar el trabajo cumplido ante Hernández y recibir el pago por la tarea. Por último, un control policial abortó un inminente ataque al Frigorífico Sugarosa de Filippini y San Diego de Villa Gobernador Gálvez el 16 de abril. Efectivos del Comando Radioeléctrico intentaron identificar a dos motociclistas que iban en una moto Guerrero GR6. Se originó una persecución que terminó en la vía, a unos 850 metros, donde apresaron a Rubio con bombas molotov y tres carteles intimidatorios dirigidos a las empresas Sugarosa, Paladini y el Sindicato de la Carne. Su acompañante, que según la acusación era Romero, logró huir. Pesaba sobre él un pedido de captura cuando lo apresaron al poco tiempo, en mayo del año pasado. Los fueron acusados de haber recibido la moto Guerrero sin desconocer que había sido robada el 9 de marzo y usada para perpetrar al menos otros tres ataques.
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