07/09/2025 17:24
07/09/2025 17:20
07/09/2025 17:18
07/09/2025 17:16
07/09/2025 17:11
07/09/2025 17:07
07/09/2025 17:07
07/09/2025 17:07
07/09/2025 17:04
07/09/2025 17:02
» Tu corrientes
Fecha: 07/09/2025 12:55
El papa León XIV celebró en Roma su primera canonización y lo hizo con dos jóvenes: Carlo Acutis, fallecido en 2006 a los 15 años y considerado el primer santo “milenial”, y Pier Giorgio Frassati, un estudiante italiano que murió en 1925 a los 24 años. La ceremonia había sido prevista para comienzos de año, pero se postergó tras la muerte del papa Francisco en abril. Francisco había sido uno de los principales impulsores de la causa de Acutis, convencido de la necesidad de un referente moderno capaz de acercar a los jóvenes a la fe en plena era digital. Carlo Acutis, el “influencer de Dios” Nacido en Londres en 1991 y criado en Milán, Acutis mostró desde pequeño un gran talento para la informática. Creó sitios web y un portal dedicado a los milagros eucarísticos que hoy está traducido a más de 20 idiomas. Aunque apasionado por la tecnología, imponía límites estrictos: solo una hora de videojuegos por semana y prioridad para la oración y la vida comunitaria. Falleció en 2006 a causa de una leucemia fulminante. Fue beatificado en 2020 y canonizado tras el reconocimiento de un segundo milagro en 2023. Su tumba en Asís, donde reposa vestido con jeans, sudadera y zapatillas, se convirtió en lugar de peregrinación para millones de fieles. Pier Giorgio Frassati, el “hombre de las bienaventuranzas” La canonización también incluyó a Pier Giorgio Frassati, estudiante y deportista turinés que murió en 1925. Su vida, marcada por la espiritualidad y el compromiso social, le valió el reconocimiento de san Juan Pablo II, quien lo llamó el “hombre de las bienaventuranzas”. Su figura sigue inspirando a movimientos laicos en todo el mundo. Chicago, eco de la canonización La celebración tuvo un eco especial en Chicago, ciudad natal de León XIV, donde funciona la primera parroquia en Estados Unidos dedicada a Acutis. Allí, los estudiantes de la escuela Beato Carlo Acutis realizaron actividades en su honor, desde cómics hasta procesiones con objetos cotidianos como una mochila, un balón de fútbol y un rosario. “El mensaje de Carlo es que cualquiera puede ser santo desde lo cotidiano”, señaló el párroco Ed Howe. Para los niños, ese testimonio resulta cercano: “Él ayudaba a los pobres y jugaba videojuegos solo una hora a la semana, algo que yo no creo que pueda hacer”, confesó David Cameron, de 9 años. Una señal para el inicio del pontificado Con esta canonización, León XIV envió un mensaje claro en el inicio de su pontificado: destacar modelos juveniles que integren fe y vida moderna. En un contexto en el que la Iglesia enfrenta desafíos como la digitalización y la inteligencia artificial, elevar a los altares al llamado “influencer de Dios” es también un gesto pastoral y simbólico. “La canonización es también mercadotecnia”, opinó Kathleen Sprows Cummings, historiadora de la Universidad de Notre Dame. “A lo largo de la historia, la Iglesia ha promovido figuras que respondían a las necesidades de cada época. En este caso, un adolescente que supo usar la tecnología para evangelizar y mostrar un rostro cercano de la santidad”.
Ver noticia original