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» Diario Cordoba
Fecha: 07/09/2025 07:35
Las carpetas del Gobierno con compromisos pendientes de los acuerdos de investidura se acumulan encima de la mesa. La negociación de los Presupuestos, que por primera vez en esta alambicada legislatura el Ejecutivo está dispuesto a llevar hasta el final para someterlos a la votación de totalidad, requiere de gestos y cumplimientos para poder retomar la confianza perdida con los socios. Coincidiendo con los primeros sondeos a los grupos, a través de "contactos" discretos desde el departamento de Hacienda que dirige la vicepresidenta primera María Jesús Montero, en el Ejecutivo se muestran dispuestos a acelerar compromisos. Lo que denominan poner en marcha "la maquinaria". Su intención pasa por despejar asuntos que sus socios consideran "fundamentales" para que no contaminen la negociación de Presupuestos con cuestiones "ajenas" a las cuentas públicas. Algo esencial para allanar las conversaciones. La semana en la que ha arrancado el curso político, el Gobierno ha dado muestras de su voluntad de redoblar esfuerzos repartiendo gestos con Junts y ERC. El Consejo de Ministros aprobó en su reunión del pasado martes la quita de la deuda a las comunidades autónomas, pactada con los republicanos. Ha habido también intercambio de documentos respecto a la reforma para la financiación singular de Catalunya, pero en Hacienda se muestran muy lejos de las pretensiones de los de Oriol Junqueras tras analizar el redactado de su primera propuesta. ERC ha avisado de que hasta que no se resuelva la financiación y recaudación fiscal pactada en la investidura de Salvador Illa no se sentarán a intentar acordar unas nuevas cuentas públicas. Aunque en el ministerio de Transportes no avanzan fechas, trabajan por seguir cumpliendo hitos en el traspaso de Rodalies de cara a que la empresa mixta comience a funcionar a partir de 2026. Los próximos pasos tienen que ver con su registro y la constitución del consejo de administración. Reuniones y condiciones Con Junts, el Gobierno ha enmarcado el encuentro entre Salvador Illa y Carles Puigdemont como una cita clave para acercar posiciones. "Para ganar confianza mutua" entre ambas formaciones, reconocían desde Moncloa para subrayar que se trataba de un "reconocimiento" al expresident y líder de Junts como interlocutor, en aplicación de la reclamada "amnistía política". Tras este encuentro, en Moncloa reiteraron su compromiso a que el presidente del Gobierno siga los pasos Illa. Se ha comprometido una reunión de Sánchez con Puigdemont, como han pedido los posconvergentes, aunque se evita concretar la fecha y el lugar para reservar este comodín a la espera de cómo avancen las negociaciones. La batalla por la oficialidad del catalán en la UE se volverá a retomar. El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, lo calificó esta semana como un "camino irrenunciable" y puso el foco en emplear todos los recursos diplomáticos a su alcance para convencer a los siete países reticentes de cara a conseguir un consenso entre los Veintisiete. De hecho, Albares ha incluido la "defensa de la identidad plurilingüe" en su tríada de prioridades de la política exterior española, junto a Ucrania y Gaza. La reunión del próximo Consejo de Asuntos Generales se celebrará el 16 de septiembre, una fecha clave para calibrar avances. A la complejidad de sentar a ERC y Junts a la mesa se suma la de atraer a Podemos al 'sí'. Los cuatro diputados morados, claves para lograr la aprobación de los Presupuestos, han sido tajantes a la hora de poner condiciones a su apoyo: la ruptura de las relaciones con Israel, frenar el rearme comprometido con la OTAN e intervenir el mercado del alquiler. La aprobación de la ley de embargo de armas a Israel, como se comprometió Sánchez con Díaz, podría allanar las conversaciones, pero en el Ejecutivo ven "inasumibles" las condiciones y acusan a los de Ione Belarra de "ponerse la venda antes de la herida". El tramo sencillo Menor preocupación generan EH Bildu y PNV. Ambas formaciones se han comprometido a dialogar con el Gobierno, aunque ven difícil que Sánchez logre encajar todas las piezas para sacar adelante los Presupuestos. La formación abertzale, en la línea de los últimos años, evita poner precio público a su apoyo y, al menos por el momento, se ha demostrado un socio fiable con el que puede contar el Ejecutivo. En el caso del PNV, el Gobierno deberá seguir avanzando en la transferencia de competencias a Euskadi para lograr su respaldo. El líder de la formación jeltzale, Aitor Esteban, lamentó el retraso en esta materia respecto al calendario que fijaron el pasado año, pese a que en julio se cerraron varios acuerdos. Ahora, está previsto que Sánchez se vuelva a reunir con el lehendakari, Imanol Pradales, a finales de año para aprobar el traspaso de un segundo paquete de competencias en materia de Seguridad Social, lo que facilitaría las conversaciones. Por último, y para no ir con los votos justos, el Gobierno debe convencer también a los diputados de BNG y de Coalición Canaria. Ambas formaciones reclaman a Sánchez que cumpla lo pactado en cuanto a inversión territorial, algo que el presidente del Gobierno podrá dejar patente en el propio proyecto de Presupuestos. Suscríbete para seguir leyendo
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